jueves, 15 de diciembre de 2011

Estrategia informativa de la Iglesia

Ficción y realidad no están siempre tan separadas como parece. Hace años que la Iglesia católica sufre el mal de la mala prensa y es razonable preguntarse por qué ocurre esto. Cada uno tiene sus intuiciones y sus datos, aunque casi siempre sean muy limitados; entre otras cosas porque son temas importantes que no se despachan en pocas palabras ni tienen sólo una causa.


La última revelación
Dos libros recientes parecen converger sobre este asunto. Una novela de Joseph Thornborn, titulada La última revelación”, y un libro de investigación a cargo de dos vaticanistas prestigiosos, Paolo Rodari y Andrea Tornielli, que titulan “En defensa del Papa”.

La novela es una ficción al estilo tan actual de ambientación religiosa y trama de aventuras con escenarios internacionales y asesinatos por medio. Se realiza una expedición arqueológica a Jordania que encuentra unos papiros de gran importancia para comprobar los comienzos de la Iglesia, pero que algunos desde la sombra quieren utilizar en contra de ella. Tras una serie de incidentes y de muertes misteriosas los documentos desaparecen. La papiróloga Kate Duncan consigue rescatar algún fragmento , mientras que en el otro extremo del mundo, su marido, John Costa, un periodista que colabora con el Vaticano intenta descubrir los hilos de una trama contra la Iglesia por lo casos de pederastia.

En defensa del Papa
El otro libro analiza la repercusión mediática de algunas intervenciones pontificas, como la polémica suscitada por las alusiones a Mahoma en el discurso de Ratisbona, el revuelo por las palabras informales del Papa sobre el preservativo en su primer viaje a África, o la confusión por levantar la excomunión a los obispos lefebvrianos, uno de los cuales, Williamson, ha negado el holocausto de los judíos. Los autores intentan explicar con documentos e intervenciones de los protagonistas por qué la Iglesia tiene "mala prensa". ¿Se puede afirmar que existe una estrategia orquestada detrás de los ataques, por ejemplo, a propósito de la pederastia? ¿O más bien es consecuencia de una ausencia de dirección y de estrategia comunicativa del Vaticano?

Consideran estos autores que los ataques a Benedicto XVI y la Iglesia vienen en primer lugar de fuerzas externas a ella; poderosos lobbys que quieren  minar sus cimientos, frenar su crecimiento y acallar su voz. No hace falta hablar de complot para comprobar que hay tramas en esa dirección y emplean estrategias muy pensadas para destruir a la Iglesia. Pero además los autores apuntan a diversas limitaciones de comunicación de los organismos de la Santa Sede, una maquinaria poco ágil hoy día y con escasos recursos profesionales, para asimilar y procesar las algunas noticias programadas para descolocar a la Iglesia y aumentar el número de los descreídos.

Entre unos y otros logran anestesiar los mensajes de Benedicto XVI y sus granades esfuerzos en temas capitales como la vida y la familia, indispensables para el hombre y necesarias para la sociedad; la invitación constante a la caridad y la fraternidad; la lucha positiva contra la pobreza y la defensa de los débiles frente a los intereses de los poderosos; la atención sacrificada a los enfermos de sida y la multitud de dispensarios para mejorar la salud del tercer mundo; el rechazo de las guerras y de la violencia; y el empeño por salvar la razón del relativismo desmoralizante, y a la ciencia de la autodestrucción. Y sobre todo el primer mensaje de la Buena nueva de Jesucristo como Redentor del hombre y la esperanza sólida en que el mundo ya ha sido salvado.  

Sí, desde perspectivas y niveles intelectuales distintos estos libros muestran que ficción y realidad están más cerca de lo que pensamos, y de que las cosas no ocurren por casualidad. Si es importante estar bien informados, más lo es saber las claves y estrategias de la opinión pública que resulta menos espontánea de lo que parece. Hoy día no basta con tener buenas ideas y realizar buenas obras sino que se precisa una alta cualificación profesional a favor de la comunicación institucional de la Iglesia.

Jesús Ortiz López.  Doctor en Derecho Canónico




http://www.analisisdigital.org/2011/12/15/estrategia-informativa-de-la-iglesia/

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viernes, 18 de noviembre de 2011

PROMESAS ELECTORALES DE LOS POLÍTICOS

Los partidos políticos mueven su maquinaria electoral para conseguir una mayoría de votos que les permita gobernar o al menos tener parte en el reparto de poder. Es natural que sea así, como también lo es que los votantes sean cada vez más conscientes de lo mucho que está en juego. La economía es vital y urgente pero no es lo más importante. Más decisivo aún es el planteamiento antropológico que alimenta las propuestas legislativas de cada partido y el estilo de vida social que propone.

La vida y la educación

            El derecho a la vida sin fisuras y la libertad educativa son capítulos decisivos y de fondo, en que los votantes pueden conocer qué proyecto de hombre y de sociedad, por este orden, tienen los partidos que concurren. Y del dicho al hecho hay mucho trecho. A modo de orientación los obispos españoles proponen unos principios a tener en cuenta por quienes procuran actuar con madurez cívica[1].

            Sobre el derecho a la vida y la familia escriben: «Hemos de llamar de nuevo la atención sobre el peligro que suponen determinadas opciones legislativas que no tutelan adecuadamente el derecho fundamental a la vida de cada ser humano, desde su concepción hasta su muerte natural, o que incluso llegan a tratar como un derecho lo que en realidad constituye un atentado contra el derecho a la vida. Son también peligrosos y nocivos para el bien común ordenamientos legales que no reconocen al matrimonio en su ser propio y específico, en cuanto unión firme de un varón y una mujer ordenada al bien de los esposos y de los hijos. Es necesario promover nuevas leyes que reconozcan y tutelen mejor el derecho de todos a la vida, así como el derecho de los españoles a ser tratados por la ley específicamente como “esposo” y “esposa”, en un matrimonio estable, que no quede a disposición de la voluntad de las partes ni, menos aún, de una sola de las partes».

            Sobre la libertad en la educación consideran que: «El ordenamiento jurídico debe facilitar el ejercicio efectivo del derecho que asiste a los niños y jóvenes a ser educados de modo que puedan desarrollar lo más posible todas sus capacidades. Debe evitar imposiciones ideológicas del Estado que lesionen el derecho de los padres a elegir la educación filosófica, moral y religiosa que deseen para sus hijos. En cambio, ha de ser facilitada la justa iniciativa social en este campo. La presencia de la enseñanza de la religión y moral católica en la escuela estatal -como asignatura fundamental opcional- es un modo de asegurar los derechos de la sociedad y de los padres que exige hoy una regulación más adecuada para que esos derechos sean efectivamente tutelados».

            Es natural también que los votantes exijan cada vez más a los partidos, por madurez democrática y por experiencia de lo que ya ha realizado cada uno de ellos. Del dicho al hecho hay un gran trecho, y por eso no conviene fiarse tanto de las promesas; aunque también del poder al cohecho no hay tanto trecho, y por eso conviene tener un poco de memoria histórica sobre quiénes levantan un país y quiénes lo arruinan.

Un poco de memoria histórica

            Los grandes acontecimientos históricos están protagonizados por  personas singulares, a veces desconocidas durante muchos años, como lo muestra un libro reciente sobre los cristianos que lucharon contra el nacionalsocialismo de Hitler[2]. Presenta como muestra a seis de ellos que representan a otros muchos. Algunos ya han sido canonizados o beatificados, y se va reconociendo la heroicidad de sus acciones oponiéndose a la dictadura hitleriana, salvando a miles de judíos, y defendiendo la libertad de todos, incluso hasta el martirio.

            En sus páginas el lector conocerá la fortaleza del cardenal Clemens A. von Galen, conocido como “el león de Münster”; la valentía del joven K. Leisner que fue ordenado sacerdote en el campo de concentración de Dachau y murió poco meses después; las luchas del agricultor F. Jägestätter contra el régimen, modelo de converso, de esposo y de cristiano; o los trabajos infatigables de la enfermera polaca Irena Sendler, que salvó a centenares de niños judíos durante el “gueto” de Varsovia. Es menos conocida que Schlinder porque aún no se ha hecho una película con su hazañas y sin embargo salvó a dos mil quinientos judíos, el doble que Schlinder. También merece ser recordada otra obra de este historiador sobre los jóvenes de “La Rosa Blanca”, historia de los estudiantes que se alzaron contra Hitler, como la conocida Sophie Scholl y su hermano, aunque perdieran la vida en el intento.

            Estos luchadores por la libertad contra el nacionalsocialismo  recibían su fortaleza desde su fe cristiana y eran conscientes de estar defendiendo la civilización occidental. En este sentido son significativas las palabras de Helmuth von Moltke cuando escribe que: «Si este continente cae durante algún tiempo bajo el dominio de los nazis, desaparecerá la civilización que se ha creado a lo largo de los siglos y que se basa en el cristianismo y en la antigüedad clásica; no sabemos qué vendrá a sustituirla».

            Y otro de ellos, el joven Karl Leisner escribe también en su diario de la cárcel: «Tú, pobre Europa, ¡vuelve a tu Señor Jesucristo! Allí está la fuente de lo más bello que tú tienes. ¡Vuelve a las frescas fuentes de la auténtica y divina fuerza!». ¿No recuerdan acaso otras palabras de Juan Pablo II llamando desde Santiago de Compostela a Europa para que vuelva a sus raíces? Decía entonces: «Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes». 

Jesús Ortiz López
Doctor en Derecho Canónico



[1] CEE, Nota de los obispos españoles ante las elecciones del 20 de Noviembre, nn. 5 y 7.

[2] JOSE M. GARCIA PELEGRÍN. Cristianos contra Hitler. LibrosLibres. Madrid, 2011. 



http://arvo.net/nuestros-temas-de-hoy/las-promesas-electorales-de-los-politicos/gmx-niv902-con18244.htm

http://www.analisisdigital.org/2011/11/15/partidos-ante-la-vida/

lunes, 7 de noviembre de 2011

MÁS ALLÁ DE LA MUERTE


            J.L.Borges mostraba su desazón como descreído cuando dijo que tenía miedo a la inmortalidad, pues ya estaba cansado de ser Borges. Algunos no creen que la vida del hombre sobre la tierra se abra, con la muerte, a otro tipo de vida; no creen en la inmortalidad del alma, ni en la posterior resurrección de la carne. Estiman que, al morir, su vida desaparece para siempre como les ocurre a los animales; por eso se comprende que les falte sentido y busquen con avidez la imposible felicidad en esta tierra, sin lograr saciarse. Este es el gran error existencial de los materialistas a lo largo de la historia y también de tantos hedonistas de nuestra época. 

            Para un cristiano, en cambio, la muerte no es el fin sino el principio de la vida eterna. Esta seguridad nos ayuda a sobreponernos a la tristeza por la muerte de los nuestros, y también nos empuja a obrar rectamente, sabiendo que recibiremos bienes eternos. Vamos a referirnos con brevedad a las enseñanzas católicas sobre el cielo, el infierno y el purgatorio, según el juicio de Dios, que es infinita Verdad y Bondad llena de misericordia.

Realidades últimas

            Las verdades sobre la vida eterna no aparecen   como un meteorito errante sino que están vinculadas con otras verdades, que la inteligencia conoce iluminada por la fe. Entre ellas, recordemos el sentido de la victoria de Cristo sobre la muerte mediante su gloriosa Resurrección; la visión cristiana de la muerte en Cristo que se expresa en la Liturgia de difuntos; la Justicia y Misericordia de Dios que actúa con su providencia en la tierra pero que resplandecerá plenamente al fin de los tiempos. Y también la existencia de un Juicio final que completará el Juicio particular del alma al morir, semejantes ambos en cuanto a la sanción pero distintos en la forma y en su trascendencia humana. Además, el tiempo de la tierra, visto como un tiempo para corresponder a la gracia y para luchar por ser fieles a la vocación cristiana para santificar este mundo. Porque la esperanza teologal no nos aparta del mundo, sino que nos lleva a meternos de lleno en él para ordenarlo a Dios, lo cual requiere vivir el espíritu de las Bienaventuranzas enseñadas por Él.

             El Cielo contrasta absolutamente con la realidad del infierno, reservado a quienes voluntariamente se obstinen en rechazar a Dios y permanecer libremente en sus pecados, desoyendo tantos avisos de la gracia y de la Iglesia. Porque parece que algunos han pretendido instalarse en esta tierra como si fuera lo definitivo, desarrollando incluso ideologías para establecer el paraíso en este mundo sin contar con Dios, en una orgullosa exaltación de autonomía humana. Por ejemplo, las doctrinas hedonistas viven de espaldas a las necesidades del espíritu humano y construyen un hombre sin trascendencia. Y otras doctrinas materialistas han sometido a naciones enteras con la mentira y han realizado terribles daños en experimentos de ingeniería social, como el marxismo, el maoísmo o el nazismo.


Importa el Juicio de Dios

            Sobre el Juicio de Dios la Iglesia conoce que es doble en su forma, particular y universal, aunque no variará sustancialmente respecto al resultado.  Inmediatamente después de la muerte, el alma inmortal de cada persona es juzgada por Cristo en un juicio particular acerca de todos sus pensa­mientos, palabras y obras. Así lo enseña el Catecismo: «La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo. El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la muerte de cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del pobre Lázaro y la palabra de Cristo en la Cruz al buen ladrón , así como otros textos del Nuevo Testamento  hablan de un último destino del alma que puede ser diferente para unos y para otros» (nº 1021).

            Por la fachada de poniente de muchas catedrales góticas entran los fieles a la casa de Dios a fin de celebrar los misterios sagrados que introducen en la liturgia celestial. Precisamente en esa fachada encontrarán tres puertas con la catequesis sobre el Juicio final, en el centro Cristo Pantoócrátor como Juez rodeado de apóstoles y bienaventurados juzga a los resucitados conducidos por ángeles. Unos gozarán de Dios porque a la caída de la tarde son juzgados en el amor que imperó en su vida. Pero también los artistas medievales explayan su fantasía en la descripción de los tormentos merecidos por los condenados a manos de horribles demonios, porque fueron hallados faltos del peso de la caridad.

Esa catequesis sobre la escatología se completa con una doble llamada a la esperanza en la singular mediación de la Virgen María. En el centro del rosetón, enorme ventana circular de gran colorido, aparece la Virgen entronizada con el Niño, rodeada de ángeles que tocan trompetas. Y más abajo en la columna o parteluz que divide en dos la puerta central hallamos también la imagen de la Virgen Madre para indicar que no se puede participar de la salvación sin su mediación en la Iglesia. No hay pues motivos para el temor sino razones para la esperanza en el Dios salvador de todos, y también porque tenemos en el Cielo la poderosa intercesión de la Virgen María ante su divino Hijo hasta que lleguemos finalmente a la Casa del Padre[1].


Jesús Ortiz López
Doctor en Derecho Canónico



[1] Cfr. J.ORTIZ, CREO PERO NO PRACTICO, Eiunsa, 2010, 2ª ed., pp. 66 y ss.




http://www.analisisdigital.org/2011/11/04/mas-alla-de-la-muerte/

martes, 11 de octubre de 2011

ENLACES ÚTILES DEL AUTOR

http://www.clubdellector.com/datosusuario.php?codigousuario=51
Aquí se encuentran artículos breves y comentarios sobre libros en la web: www.clubdellector.org


http://arvo.net/arvo/jesus-ortiz-lopez/gmx-niv908.htm
Artículos publicados en esa página cultural

http://www.analisisdigital.com/
Información de actualidad y artículos desde el Arzobispado de Madrid.

http://www.religionconfidencial.com/
seccion de la web  Confidencial Digital con buenos análisis de la actualidad


martes, 27 de septiembre de 2011

BENEDICTO XVI : DE MADRID A BERLÍN



"Dejo España contento y agradecido a todos" ha dicho Benedicto XVI al despedirse en el aeropuerto de Barajas antes de regresar a Roma. En los días siguientes y en varias  intervenciones suyas no ha ahorrado adjetivos entusiastas para esa gran fiesta de la fe en Madrid, que califica de "días extraordinarios", "formidable experiencia de fraternidad", o "una auténtica cascada de luz". Y es que "entusiasmo" ha sido su palabra más repetida al referirse a estas jornadas memorables. Pero siendo mucho, ¿ese entusiasmo del Papa es todo lo que deja la JMJ?

Balance de esta Jornada Mundial
Continúa la vibración de fe producida por esa Jornada Mundial de la Juventud 2011 celebrada en Madrid, y conocemos algunos datos significativos sobre su eficacia. El 81 por ciento de los peregrinos reconoce haber reforzado su relación con Dios y el 77 dice conocer mejor la Iglesia. El 55 por ciento manifiesta que ahora ha clarificado su vocación y el 60 de los jóvenes extranjeros ha mejorado su imagen de España. Califican la atención recibida por la JMJ y el conjunto de los madrileños como muy buena, con un 8,9 sobre 10. Como es sabido, han  participado un millón y medio largo de personas; se inscribieron 500 mil jóvenes, trabajaron 30 mil voluntarios y más de 5 mil sacerdotes. Abonaron entre 50 y 100 euros cada uno, también para ayudar a jóvenes de otros países.

Madrid ha registrado una ocupación hotelera del 90 por ciento, superando el 60 por ciento de otros años por estas fechas. Se administraron 3 millones de comidas o cenas en restaurantes y cafeterías contratadas, dejando un beneficio para el sector de 22 millones de euros. Los excedentes materiales después de la JMJ son repartidos entre países menos desarrollados o en instituciones benéficas. ¿Quién da más con menos costo? Esto no es la ruleta movida por el azar, sino la fe de millones de personas que creen en Jesucristo,  procuran amar al prójimo, y se esfuerzan por llenar el mundo de esperanza.


Sorprendente tormenta
La tormenta puso a prueba la alegría de los participantes en la Vigilia de Cuatro Vientos. Se cumplió con naturalidad aquel dicho de "a mal tiempo buena cara". Fue un buen rato de molestias para todos, empezando por un anciano joven de 84 años, como para significar que hay cruces pequeñas como esa y otras más grandes como la que ha presidido la Vigilia. Pues es bien significativo que los jóvenes de todo el mundo se van turnando desde hace veinticinco años, Jornada tras Jornada, para llevarla sobre sus hombros y levantarla en pie. Y conecta con la gallardía de los legionarios en el paseo de Recoletos al llevar a su Cristo de la Buena Muerte, algo que ha impresionado a los más fríos, despertando la sospecha de que va ser verdad que Jesucristo ha muerto por nosotros, de que la fe no es un consuelo para la tercera edad, y de que Dios nos ama.

Las condiciones que se dieron en la Vigilia no disminuyeron el entusiasmo sacrificado de los participantes pero dan motivo para pensar, pues ese sábado fue el día más caluroso de todo el verano, y Cuatro Vientos el punto más caliente de la Comunidad de Madrid; en ese aeródromo se registraron las rachas de viento más fuertes conocidas en muchas años. Y no se explica por qué sólo volaron varias carpas para la adoración eucarística mientras quedaban intactas las destinadas a restauración o discapacitados.

Experiencia de la Iglesia universal
La multitud de jóvenes que se han movido en esta Jornada es verdaderamente mundial pues representan a cien países de los cinco continentes y a todas las razas humanas. Ante esta evidencia ya no hace falta demostrar que la Iglesia es católica o universal. Aunque sea fuerte la presión del secularismo, resulta que se puede creer en Jesucristo, en la Eucaristía y en Dios desde culturas tan distintas como las que conforman el occidente del neopaganismo, el oriente no cristiano, y el animismo africano. Estos días pasados Madrid se ha convertido en una Babel de lenguas que se comunican con facilidad porque hay un sustrato de participación en la misma fiesta de la fe. Los saludos, las ayudas y el compañerismo han formado un entramado social en el que cabe todo lo noble, y hasta es posible comprenderse y quererse.

Al regresar a sus países, estos jóvenes de la JMJ no se encontrarán tan aislados y participarán en sus comunidades para encontrar lo que buscan y vibrar con los grandes ideales de la fe comprometida. Gracias a las nuevas tecnologías siguen en contacto transmitiendo vivencias y participando en los grandes proyectos para la nueva evangelización del tercer milenio. Tiene razón el Papa cuando en su homilía de la Misa nos dice que "No se puede seguir a Jesús en solitario".

Nuevo viaje a Alemania
Ante la proximidad de su viaje a Alemania, el Papa grabó recientemente en Castel Gandolfo una intervención dirigida a sus compatriotas, donde ha manifestado su alegría por estar en Berlín, donde tendrá varios encuentros y la Misa que celebrará en el estadio olímpico. También visitará Erfurt, Eichsfeld, Friburgo donde celebrará una vigilia con los jóvenes y la Misa para clausurar el viaje.

Benedicto XVI recuerda que "Todo esto no es turismo religioso, y todavía menos un show. De lo que se trata, lo dice el lema de estos días: Donde está Dios, ahí hay futuro. Debería tratarse del hecho de que Dios vuelva a nuestro horizonte, este Dios tan a menudo totalmente ausente, a quien sin embargo necesitamos tanto". Sin duda, será un éxito de la gracia como lo ha sido la JMJ celebrada en Madrid.


Jesús Ortiz López
Doctor en Derecho Canónico



sábado, 16 de julio de 2011

LA MEMORIA DE LA IGLESIA



Cierta prensa de este país llama la atención sobre los bienes que la Iglesia en España ha conseguido en los últimos tiempos. Más que información se trata de intoxicación movida por los prejuicios de la cristianofobia de algunos. Es de justicia que la Iglesia reciba lo que le corresponde: por su labor social; por el ahorro que permite al Estado; y por devolverle parte del expolio y destrucción atizados por el laicismo de cada época.

Labor social de la Iglesia
Aunque los últimos Gobiernos nos han hundido en la crisis actual, la Iglesia trabaja todos los días por remediar las necesidades de millares de personas. El reciente informe de la ONG eclesiástica "Cáritas ante la crisis" muestra el aumento de sus ayudas a parados, familias jóvenes y mujeres solas. A través de sus programas de empleo ayudó a 84.000 personas en 2010, invirtiendo 33 millones de euros, doblando lo hecho en 2005.

Si una "memoria histórica" sesgada se empeña en desunir, la Iglesia logra unir solidariamente a todos sin preguntar su credo. La "Memoria económica de 2009", presentada ahora, destaca su labor humanitaria gracias a las donaciones que recibe directamente de los fieles, y la retribución de Hacienda cuando cumple la voluntad de los contribuyentes.

La Iglesia atendió a en 2009 a un total de 3.646.332 personas, cerca de 900 mil más que el año anterior, en cerca de cinco mil centros asistenciales católicos. Labor que es consecuencia directa de la actividad pastoral y de los valores humanos que transmite, que hacen posible el voluntariado y servicio desinteresado a los necesitados. En realidad son las obras de misericordia corporales y espirituales propias de su misión de la Iglesia, que goza un de un merecido prestigio. Basta ver cómo acuden los inmigrantes a los despachos parroquiales diseminados por toda la geografía española.


Cada año la Iglesia ahorra al Estado unos 40.000 millones de euros, cifra real y nada exagerada. Basta comprobar el ahorro que suponen los 4.400 colegios católicos concertados, donde la plaza escolar cuesta mucho menos que la de un centro público. Debe ser por aquello de que el dinero público "no es de nadie", como dijo la inefable ministra.

Por tantos
Sigue adelante la campaña "Por tantos" para concienciar a los creyentes y no creyentes sobre la necesidades de la Iglesia para sus obras de evangelización y de solidaridad. Cada año aumenta el número de contribuyentes que destinan ese 0,7 por ciento de sus impuestos a la Iglesia y a otras instituciones de ayuda social. Hacienda Pública cumple escrupulosamente esa indicación de los ciudadanos, incluso cuando el Gobierno de turno no mueve ni un dedo por facilitar esa obligación ciudadana. Pues bien, esa declaración a favor de la Iglesia que cada año hacemos los contribuyentes indica el arraigo social de esa institución, el reconocimiento de sus actividades, a la vez que muestra palmariamente que los servicios de tipo espiritual -llamémoslos así- son necesarios para las personas y constituyen una parte importante, por no decir decisiva, del bien común, que es la obligación fundamental del Estado y de los Gobiernos. Y cuando llega a faltar esa atención al bien común, es sustituida por el bien particular de algunos -tan propio del sectarismo-, o es amputado en su dimensión moral y espiritual, el Estado socava su legitimidad y la de sus instituciones, algo que es patente en los totalitarismos considerados de derechas -como el de Hitler- y los totalitarismos de izquierdas, como el interesadamente olvidado del camarada o padrecito Stalin.

Los bienes de la Iglesia
Aquella prensa de este país denuncia que la Iglesia logre regularizar algunos bienes de acuerdo con la reforma legal de l988. Les sorprende que esta institución consiga terrenos y locales, aunque es natural pues más bien se trata de restituirle bienes expoliados a lo largo de siglos. La "desamortización" es una palabra elegante para  no hablar del expolio a manos de los anticlericales del siglo XIX, como el tristemente famoso Mendizábal. Elaboraron una legislación para vender "los bienes que estaban en manos muertas". Bienes que procedían del trabajo de los monjes, de los bienes heredados por ellos de sus familias o de donaciones.

Uno de los objetivos teóricos de esa desamortización fue consolidar el régimen liberal y crear una nueva clase de pequeños y medianos propietarios adictos al régimen. Sin embargo no se consiguió este objetivo, al adquirir los grandes propietarios la mayor parte de las tierras desamortizadas, particularmente en el sur de España: los ricos fueron más ricos y los pobres quedaron igual. Como los pequeños agricultores no tenían recursos económicos suficientes para pujar en las subastas de grandes propiedades, fueron a parar a manos de oligarquías y se reforzó el latifundismo. Véase la obra de Francisco Tomás y Valiente: El proceso de desamortización de la tierra en España, 1978.

Muchos cuadros y libros de monasterios fueron vendidos a precios bajos y acabaron en otros países, aunque una gran parte de los libros fueron a engrosar los fondos de las bibliotecas públicas o universidades. Quedaron abandonados numerosos edificios de iglesias y monasterios, con la consiguiente ruina de los mismos, aunque es verdad que otros se transformaron en edificios públicos y fueron conservados para museos u otras instituciones. Puede consultarse el interesante estudio de  Francisco Martí Gilabert: "La desamortización española". Rialp, 2003.

Y sin embargo, los de siempre, los lobos con piel de oveja, intrigaron contra los monjes y hostigaron a la Iglesia para hacerse con los bienes que codiciaban. Porque es bien sabido que las tierras, las haciendas, los templos y los bienes desamortizados-expoliados acabaron en poco tiempo en manos de los desamortizadores y de sus amigos, e incluso incrementaron el patrimonio real o del Estado. Después de estos sucesos del siglo XIX-que tenían también sus antecedentes-, vino el siglo XX en que se remodelaron ciudades llegando a expropiar conventos y templos para hacer plazas y calles, algo razonable pero no siempre bien realizado. Allá por los años treinta resulta que muchos templos, conventos, y casas rectorales "ardieron" como por arte de magia. Por lo visto nadie era responsable, ni siquiera los dirigentes de la República, el frente popular de comunistas y socialistas, o los sindicatos. Esta vez sí que cuadra la palabra "desamortización" con referencia a las manos muertas, pues fueron miles los sacerdotes y religiosos que murieron, y no precisamente en la cama. 

Bien común social
Si a cierta prensa de este país le escandaliza que la Iglesia recupere bienes o los reciba por donaciones, habrá que mirar a otros bienes que poseen los anticuados sindicatos de la izquierda. En la democracia, éstos han recibido millones de euros del estado, a cuenta del expolio de algunas sedes durante el franquismo. Además, cada año reciben subvenciones millonarias para financiar sus actividades, que no siempre gestionan bien pues, a menudo, saltan los escándalos de las cooperativas en beneficio de sus dirigentes. Se invoca como razón no sólo el pasado sino principalmente la función social que ejercen en defensa de los trabajadores. Por eso no me escandaliza que la Iglesia logre regularizar ahora bienes que ha utilizado durante siglos para ejercer su misión religiosa y humanitaria. La mayoría de esos templos y locales han sido donaciones de familias y de de los pueblos reconocidos por el bien espiritual que reciben una generación tras otra. Pero quizá hoy no todos están capacitados para reconocerlo.

Los Gobiernos pasan y la Iglesia permanece. Por eso, la insistente campaña del laicismo para asfixiar a la Iglesia está abocada al fracaso. En lugar de intentar apartarla de la vida pública, los Gobiernos deberían colaborar estrechamente con ella para combatir los peores efectos de la crisis, y fomenar aquellos valores que permiten vivir en libertad.

Jesús Ortiz López
Doctor en Derecho Canónico




martes, 12 de julio de 2011

VOY A RECIBIR LA CONFIRMACIÓN


SELECCIÓN  DE  FICHAS


1. No tener miedo a ser santos

* Mirar el Evangelio

Busca la Parábola de los invitados descorteses (Lc 14, 1ó-24). Nos muestra el desagradecimiento de aquellos hombres ante la generosa invitación de Dios al banquete del Reino de los cielos. Se excusan con cosas buenas. Por contraste indican que el cristiano está llamado a buscar la santidad -vir­tudes heroicas por amor- en medio del mundo, sin abando­nar las cosas.

* Meditar la Palabra de Dios

- Sed perfectos como vuestro Padre celestial es per­fecto (Mt 5, 48).

- Si no os hacéis semejantes a los niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mt 18, 3).

- Padre nuestro que estás en el cielo (Mt 6, 9).

- Nos ha escogido antes de la creación del mundo para ser santos (Flp 1, 4).

* Conocer el Catecismo

1275 « La iniciación cristiana se realiza mediante el con­junto de tres sacramentos: el Bautismo, que es el comienzo de la vida nueva; la Confirmación que es su afianzamiento; y la Eucaristía que alimenta al discípulo con el Cuerpo y la Sangre de Cristo para ser transformado en El».

2021 «La gracia es el auxilio que Dios nos da para respon­der a nuestra vocación de llegar a ser sus hijos adoptivos. Nos introduce en la intimidad de la vida trinitaria».
2028 «"Todos los fieles... son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad" (LG 40). "La perfección cristiana solo tiene un límite: el de no tener Ií­mite" (S. Gregorio de Nisa, Vida de Moisés)».

1726 «Las bienaventuranzas nos ensenan el fin último al que Dios nos llama: el Reino, la visión de Dios, la participación en la naturaleza divina, la vida eterna, la filiación, el descanso en Dios».
1728 «Las bienaventuranzas nos colocan ante elecciones decisivas respecto a los bienes terrenos; purifican nuestro corazón para enseñarnos a amar a Dios por encima de todo».

2. El Espíritu Santo es la Tercera Persona divina

* Mirar el Evangelio

Busca la escena del Bautismo de Jesús (Mc 1, 9-11). Aparecen bien claramente las tras divinas Personas del único Dios: el Hijo que es bautizado por Juan, el Espíritu Santo en forma de paloma que desciende del Cielo; y el Pa­dre en la voz que se oye. Son iguales. Son el único y verda­dero Dios.

* Meditar la Palabra de Dios

- ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros? (1 Co 3, 16).

- Los que son llevados por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios (Rm 8, 14).

- Y por ser hijos, envió Dios a nuestros corazones el Espíritu Santo de su Hijo, que clama Abbá Padre (Ga 4, 6).

* Conocer el Catecismo

743 « Desde el comienzo y hasta de la consumación de los tiempos, cuando Dios envía a su Hijo, envía siempre a su Espíritu: la misión de ambos es conjunta e inseparable».

74ó «Por su Muerte y su Resurrección, Jesús es consti­tuido Señor y Cristo en la gloria (Hch 2, 3ó). De su pleni­tud derrama el Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Iglesia».

747 «El Espíritu Santo que Cristo, Cabeza, derrama sobre sus miembros, construye, anima y santifica a la Iglesia. Ella es el sacramento de la Comunión de la Santísima Tri­nidad con los hombres».

3. Vivir en gracia y las virtudes cristianas

* Mirar el Evangelio

Fíjate en la sorprendente conversión de Saulo (Hch 9). Desde entonces, tocado por la gracia de Dios, Pablo -antes Saulo- se entregó sin reservas al servicio de Dios y de la Iglesia. La Confirmación tiene que ser para nosotros oca­sión de una nueva conversión a la santidad y al testimonio cristiano.

* Meditar la Palabra de Dios

- Te oí en el tiempo oportuno, te ayudé en el día de la salvación (2 Co 6, 2).

- Quien es fiel en lo poco, también lo es en lo mucho (Lc 16, 10).

- Te basta mi gracia (2 Co 12, 9).

* Conocer el Catecismo

2019 «La justificación entraña la remisión de los pecados, la santificación y la renovación del hombre interior».

2020 «La justificación nos fue merecida por la Pasión de Cristo. Nos es concedida mediante el Bautismo. Nos con­forma con la justicia de Dios que nos hace justos. Tiene su fin en la gloria de Dios y de Cristo y el don de la vida eterna. Es la obra mas excelente de la misericordia de Dios».

2023 «La gracia santificante es el don gratuito que Dios nos hace de su vida, infundida por el Espíritu Santo en nuestra alma para curarla del pecado y santificarla».

202ó «La gracia del Espíritu Santo, en virtud de nuestra fi­liación adoptiva, puede conferimos un verdadero merito según la justicia gratuita de Dios. La caridad es en nosotros la fuente principal del merito ante Dios».

4. El sacramento de la Confirmación

* Mirar el Evangelio

Considera el relato de Pentecostés (Hch 2, 1-12). Reunidos los Apóstoles y discípulos en torno a María en el cenáculo por temor a los judíos, recibieron el Espíritu Santo en medio de manifestaciones extraordinarias y fue­ron transformados. Todo cambia y empiezan a cumplir fielmente lo que Jesucristo les había mandado llegando en seguida los frutos: multitud de conversiones que obra el Espíritu Santo por medio de ellos.

* Meditar la Palabra de Dios

- Recibiréis el poder del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos (Hch 2, 8).

- Aparecieron, como divididas, lenguas de fuego, que se posaron sobre cada uno de ellos, quedando todos llenos del Espíritu Santo (Hch 2, 3-4).

- Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que este con vosotros eternamente (Jn 14, 16).

* Conocer el Catecismo

1316 «La Confirmación perfecciona la gracia bautismal; es el sacramento que da el Espíritu Santo para enraizarnos más profundamente en la filiación divina, incorporarnos más firmemente a Cristo, hacer más sólido nuestro vinculo con la Iglesia, asociarnos todavía más a su misión y ayu­darnos a dar testimonio de la fe cristiana por la palabra acompañada de las obras».

1317 «La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano un signo espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento sólo se puede recibir una vez en la vida».

1318 «En Oriente, este sacramento es administrado inme­diatamente después del Bautismo y es seguido de la partici­pación en la Eucaristía, tradición que pone de relieve la unidad de los tres sacramentos de la iniciación cristiana. En la Iglesia latina se administra este sacramento cuando se ha alcanzado el uso de razón, y su celebración se reserva ordi­nariamente al obispo, significando así que este sacramento robustece el vínculo eclesial».

1319 «El candidato a la Confirmación que ya ha alcanzado el uso de razón debe profesar la fe, estar en estado de gracia, tener la intención de recibir el sacramento y estar preparado para asumir su papel de discípulo y de testigo de Cristo, en la comunidad eclesial y en los asuntos temporales».

5. La ceremonia de la Confirmación

* Mirar el Evangelio

Busca la escena en que los Apóstoles hacen milagros y hablan de Jesús (Hch 3,1-26). Pedro y Juan curan en nombre de Jesús a un paralítico a la entrada del Templo. En medio del asombro de la gente Pedro les predica a Jesús, que fue anunciado por los profe­tas como el Mesías.

* Meditar la Palabra de Dios

- Habéis recibido el Espíritu de adopción de hijos, en virtud del cual clamamos: ¡Abbá, Padre! (Rm 8, 15). -Aquí estoy, Señor, porque me has llamado (I S 3, 5).

- Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra, será el varón prudente, que edifica su casa sobre roca (Mt 7, 24).

* Conocer el Catecismo

1293 «En el rito de este sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la unción designa e imprime: el sello espiritual.
La unción, en el simbolismo bíblico y antiguo, posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundan­cia (cfr. Dt 11, 14, etc.) y de alegría (cfr. Sal 23, 5;104, 15); purifica (unción antes y después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y de los luchadores); es signo de cura­ción, pues suaviza las contusiones y las heridas (cfr. Is 1, 6; Lc 10, 34) y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza».

1299 «En el rito romano, el obispo extiende las manos so­bre todos los confirmandos, gesto que, desde el tiempo de los apóstoles, es el signo del don del Espíritu. Y el obispo invoca así la efusión del Espíritu:
"Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesu­cristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nues­tra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de Espíritu de sabiduría y de inteligencia, de Espíritu de consejo y de fortaleza, de Espíritu de ciencia y de piedad; y cólmelos del Espíritu de tu santo terror. Por Jesu­cristo nuestro Señor"».

1301 «El beso de paz con el que concluye el rito del Sa­cramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles (cfr. S. Hipólito, Trad. ap. 21)».

1317 «La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano un signo espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento sólo se puede recibir una vez en la vida ».

6. Respondo de las promesas del Bautismo

* Mirar el Evangelio

Fíjate la valentía con que San Pablo predica su fe en Atenas (Hch 17,1ó-33). Los atenienses vivían la religión con superficialidad, pero Pablo les habla todos los días del verdadero Dios manifestado en Jesucristo. Empieza por alabar las buenas cualidades que tenían, y les descubre luego que su reli­gión no es verdadera -son politeístas: creen en varios dio­ses, cosa poco razonable-, aunque algunos con bue­nas disposiciones reflexionarán llegando a conocer al verdadero Dios.

* Meditar la Palabra de Dios

- Dejemos, pues las obras de las tinieblas y revistá­monos de las armas de la luz (Rm 13, 12).

- Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame (Lc 9, 23).

- Nadie puede invocar a Jesús como Señor, si no es en el Espíritu Santo (1 Co 12, 3).

* Conocer el Catecismo

1277 « El Bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo. Según la voluntad del Señor, es necesario para la salvación, como lo es la Iglesia misma, a la que in­troduce el Bautismo».

1279 «El fruto del Bautismo, o gracia bautismal, es una realidad rica que comprende: el perdón del pecado original y de todos los pecados personales; el nacimiento a la vida nueva, por la cual el hombre es hecho hijo adoptivo del Pa­dre, miembro de Cristo, templo del Espíritu Santo. Por la acción misma del bautismo, el bautizado es incorporado a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y hecho participe del sacerdo­cio de Cristo».

1280 « El Bautismo imprime en el alma un signo espiritual indeleble, el carácter, que consagra al bautizado al culto de la religión cristiana. Por razón del carácter, el Bautismo no puede ser reiterado».

1282 «Desde los tiempos mas antiguos, el Bautismo es dado a los niños, porque es una gracia y un don de Dios que no suponen meritos humanos; los niños son bautizados en la fe de la Iglesia. La entrada en la vida cristiana da acceso a la verdadera libertad».

1321 « Cuando la Confirmación se celebra separadamente del Bautismo, su conexión con el Bautismo se expresa en­tre otras cosas por la renovación de los compromisos bau­tismales. La celebración de la Confirmación dentro de la Eucaristía contribuye a subrayar la unidad de los sacramen­tos de la iniciación cristiana».

7. Quiero recibir dignamente la Confirmación

* Mirar el Evangelio

Considera cómo Pablo extiende el Evangelio en Éfeso (Hch 19, 1-20). Confirma a los cristianos y predica con valentía en la sinagoga por dos años. Dios hacía por medio de Pablo mu­chos milagros. Destruyen los libros que atacaban la fe.

* Meditar la Palabra de Dios

-El fruto de la luz consiste en caminar con toda bon­dad y justicia y verdad: buscando lo que es agradable a Dios (Ef 5, 10).

- Dejemos, pues, las obras de las tinieblas y revistá­monos de las armas de la luz (Rm 15,12).

- La palabra de Dios es viva y eficaz, y más pe­netrante que cualquier espada de dos filos (Hb 4, 12).

* Conocer el Catecismo

1306 «Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la Confirmación (cfr. CIC, can. 889, 1). Puesto que Bautismo, Confirmación y Eucaristía forman una unidad, de ahí se sigue que "los fieles tienen la obligación de recibir este sacramento en tiempo oportuno" (CIC, can. 890), porque sin la Confirmación y la Eucaristía el sacramento del Bautismo es ciertamente válido y eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta».

1307 «La tradición latina pone, como punto de referencia, para recibir la Confirmación, "la edad del uso de razón". Sin embargo, en peligro de muerte, se debe confirmar a los niños incluso si no han alcanzado todavía la edad del uso de razón (cfr. CIC, can. 891; 893, 3)».

1308 «Si a veces se habla de la Confirmación como del "sacramento de la madurez cristiana", es preciso, sin em­bargo, no confundir la edad adulta de la fe con la edad adulta del crecimiento natural, ni olvidar que la gracia bau­tismal es una gracia de elección gratuita e inmerecida que no necesita una "ratificación" para hacerse efectiva. (…)

1310 « Para recibir la Confirmación es preciso hallarse en estado de gracia. Conviene recurrir al sacramento de la Pe­nitencia para ser purificado en atención al don del Espíritu Santo. Hay que prepararse con una oración más intensa para recibir con docilidad y disponibilidad la fuerza y las gracias del Espíritu Santo (cfr. Hch 1, 14)».

8. El sacramento de la Reconciliación o Confesión

* Mirar el Evangelio

¡Que aleccionador es el episodio de la mujer pecadora y arrepentida! (Lc 7, 3ó-50). Jesucristo ama la sinceridad auténtica: por eso perdona a los pecadores humildes y reprende a los fariseos por la soberbia y dureza de corazón.

* Meditar la Palabra de Dios

- Al ver aquellas muchedumbres se compadecía de ellas, porque estaban malparadas y abatidas como ovejas sin pastor (Mt 9, 35).

- Hoy ha venido la salvación a tu casa (Lc 7, 9).

- Te digo que le son perdonados sus muchos pecados, porque amó mucho (Lc 7, 47).

* Conocer el Catecismo

1486 «El perdón de los pecados cometidos después del Bautismo es concedido por un sacramento propio llamado sacramento de la conversión, de la confesión, de la peniten­cia o de la reconciliación».

1487 «Quien peca lesiona el honor de Dios y su amor, su propia dignidad de hombre llamado a ser hijo de Dios y el bien espiritual de la Iglesia, de la que cada cristiano debe ser una piedra viva».

1488 «A los ojos de la fe, ningún mal es mas grave que el pecado y nada tiene peores consecuencias para los peca­dores mismos, para la Iglesia y para el mundo entero».

1491 «El sacramento de la Penitencia está constituido por el conjunto de tres actos realizados por el penitente, y por la absolución del sacerdote. Los actos del penitente son: el arrepentimiento, la confesión o manifestación de los peca­dos al sacerdote y el propósito de realizar la reparación y las obras de penitencia».

1493 «El que quiere obtener la reconciliación con Dios y con la Iglesia debe confesar al sacerdote todos los pecados graves que no ha confesado aun y de los que se acuerda tras examinar cuidadosamente su conciencia. Sin ser necesaria, de suyo, la confesión de las faltas veniales esta reco­mendada vivamente por la Iglesia».

9. Oración de amistad con Dios

* Mirar el Evangelio

Considera el pasaje del ciego de Jericó (Lc 18, 35-43). Un hombre ciego se entera de que Jesús está pasando a cerca. Los ruidos y la gente parecen sugerirle que no puede hablar con Él. Pero aquel buen hombre grita, arroja su manto y pide con fe: ¡Señor, que vea! El milagro se produce y sigue agrade­cido a Jesús por los caminos.

* Meditar la Palabra de Dios

-A vosotros os he llamado amigos (Jn 15, 15).

- Fueron, pues, y vieron dónde habitaba, y se queda­ron el Él aquel día (Jn 1, 39).

- Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos (Lc 11, 1).

* Conocer el Catecismo

2752 «La oración supone un esfuerzo y una lucha contra nosotros mismos y contra las astucias del Tentador. El combate de la oración es inseparable del «combate espiritual» necesario para actuar habitualmente según el Espí­ritu de Cristo: Se ora como se vive porque se vive como se ora». Ver también, 2754, 2755 y 2757.

10. Fortaleza para confesar siempre a Jesucristo

* Mirar el Evangelio

Busca la escena en que Pedro es librado de la cárcel por un ángel (Hch 12, 1-17). Herodes persigue a la Iglesia y apresa a Pedro. Los discípulos rogaban al Señor por el. Un ángel le libra de todos los peligros y le saca milagrosamente de la cárcel. El Evan­gelio se extendía cada vez más.

* Meditar la Palabra de Dios

- Soporta las dificultades como buen soldado de Cristo Jesús (1 Tm 2, 3).

- Las armas con las que combatimos no son carnales, sino fortaleza de Dios para destruir fortalezas, desbara­tando con ellas los proyectos humanos, y toda altanería que se levante contra la ciencia de Dios (2 Co 10, 3-4).

- Siempre eres, oh Dios mío, mi fortaleza (Sal 42, 21).

* Conocer el Catecismo

863: «Toda la Iglesia es apostólica mientras permanezca, a través de los sucesores de San Pedro y de los apóstoles, en comunión de fe  de vida con su origen. Toda la Iglesia es apostólica en cuanto que ella es “enviada” al mundo entero: todos los miembros de la Iglesia, aunque de diferentes maneras, tienen parte en este envío. “La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado”. Se llama “apostolado” a -toda la actividad del Cuerpo Místico” que tiende a "propagar el Reino de Cristo por toda la tierra" (AA 2). Ver también, 1891, 1895, 189ó y 1925.


Invocación al Espíritu Santo

Ven, espíritu Creador,
visita las mentes de los tuyos;
llena de gracia celestial los corazones que Tú creaste.

Tú, llamado el Consolador,
Don del Dios Altísimo,
Fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.

Tú, con tus siete dones,
eres fuerza de la diestra de Dios.
Tú, el prometido por el Padre;
tu palabra enriquece nuestros labios.

Enciende tu luz en nuestras mentes,
infunde tu amor en nuestro pecho,
y a la debilidad de nuestra carne
vigorízala con redoblada fuerza.

Al enemigo ahuyéntalo bien lejos,
danos la paz cuanto antes.
Yendo Tú delante como guía
sortearemos todos los peligros.

Que por Ti conozcamos al Padre,
conozcamos igualmente al Hijo
y en Ti, Espíritu de ambos,
creamos en todo tiempo.

Jesús Ortiz López [1]


[1] Se trata de unas fichas que complementan la edición: JESÚS ORTIZ LÓPEZ, Voy a recibir la Confirmación,  17ª dbolsillo mc. Madrid, 2009. 78 págs.