jueves, 15 de diciembre de 2011

Estrategia informativa de la Iglesia

Ficción y realidad no están siempre tan separadas como parece. Hace años que la Iglesia católica sufre el mal de la mala prensa y es razonable preguntarse por qué ocurre esto. Cada uno tiene sus intuiciones y sus datos, aunque casi siempre sean muy limitados; entre otras cosas porque son temas importantes que no se despachan en pocas palabras ni tienen sólo una causa.


La última revelación
Dos libros recientes parecen converger sobre este asunto. Una novela de Joseph Thornborn, titulada La última revelación”, y un libro de investigación a cargo de dos vaticanistas prestigiosos, Paolo Rodari y Andrea Tornielli, que titulan “En defensa del Papa”.

La novela es una ficción al estilo tan actual de ambientación religiosa y trama de aventuras con escenarios internacionales y asesinatos por medio. Se realiza una expedición arqueológica a Jordania que encuentra unos papiros de gran importancia para comprobar los comienzos de la Iglesia, pero que algunos desde la sombra quieren utilizar en contra de ella. Tras una serie de incidentes y de muertes misteriosas los documentos desaparecen. La papiróloga Kate Duncan consigue rescatar algún fragmento , mientras que en el otro extremo del mundo, su marido, John Costa, un periodista que colabora con el Vaticano intenta descubrir los hilos de una trama contra la Iglesia por lo casos de pederastia.

En defensa del Papa
El otro libro analiza la repercusión mediática de algunas intervenciones pontificas, como la polémica suscitada por las alusiones a Mahoma en el discurso de Ratisbona, el revuelo por las palabras informales del Papa sobre el preservativo en su primer viaje a África, o la confusión por levantar la excomunión a los obispos lefebvrianos, uno de los cuales, Williamson, ha negado el holocausto de los judíos. Los autores intentan explicar con documentos e intervenciones de los protagonistas por qué la Iglesia tiene "mala prensa". ¿Se puede afirmar que existe una estrategia orquestada detrás de los ataques, por ejemplo, a propósito de la pederastia? ¿O más bien es consecuencia de una ausencia de dirección y de estrategia comunicativa del Vaticano?

Consideran estos autores que los ataques a Benedicto XVI y la Iglesia vienen en primer lugar de fuerzas externas a ella; poderosos lobbys que quieren  minar sus cimientos, frenar su crecimiento y acallar su voz. No hace falta hablar de complot para comprobar que hay tramas en esa dirección y emplean estrategias muy pensadas para destruir a la Iglesia. Pero además los autores apuntan a diversas limitaciones de comunicación de los organismos de la Santa Sede, una maquinaria poco ágil hoy día y con escasos recursos profesionales, para asimilar y procesar las algunas noticias programadas para descolocar a la Iglesia y aumentar el número de los descreídos.

Entre unos y otros logran anestesiar los mensajes de Benedicto XVI y sus granades esfuerzos en temas capitales como la vida y la familia, indispensables para el hombre y necesarias para la sociedad; la invitación constante a la caridad y la fraternidad; la lucha positiva contra la pobreza y la defensa de los débiles frente a los intereses de los poderosos; la atención sacrificada a los enfermos de sida y la multitud de dispensarios para mejorar la salud del tercer mundo; el rechazo de las guerras y de la violencia; y el empeño por salvar la razón del relativismo desmoralizante, y a la ciencia de la autodestrucción. Y sobre todo el primer mensaje de la Buena nueva de Jesucristo como Redentor del hombre y la esperanza sólida en que el mundo ya ha sido salvado.  

Sí, desde perspectivas y niveles intelectuales distintos estos libros muestran que ficción y realidad están más cerca de lo que pensamos, y de que las cosas no ocurren por casualidad. Si es importante estar bien informados, más lo es saber las claves y estrategias de la opinión pública que resulta menos espontánea de lo que parece. Hoy día no basta con tener buenas ideas y realizar buenas obras sino que se precisa una alta cualificación profesional a favor de la comunicación institucional de la Iglesia.

Jesús Ortiz López.  Doctor en Derecho Canónico




http://www.analisisdigital.org/2011/12/15/estrategia-informativa-de-la-iglesia/

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