miércoles, 26 de diciembre de 2012

Animales y ángeles en el belén


«No hay mal que por bien no venga» reza el dicho popular, recogiendo una sabiduría de siglos.
            Se puede aplicar el mal al belén que se ha montado suponiendo que el Papa Benedicto XVI ha rechazado que el buey y la mula estén junto al pesebre en la cueva de Belén de Judá. En cambio, el bien que ha venido es la necesidad de leer el evangelio de Lucas con ojos atentos que sacuden el polvo de la rutina por oír muchas veces el relato evangélico del nacimiento de Jesús. Porque muchos apenas han leído los cuatro relatos evangélicos que refieren con verdad las palabras y hechos de Jesucristo, «para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre», según consta en el relato de Juan.

Meditar el Evangelio
            Es el mismo apóstol que ha sido testigo directo de la vida de Jesucristo, al menos durante los tres años decisivos como Mesías esperado y Redentor de todos los hombres. Y escribe: «Hay, además, otras muchas cosas que hizo Jesús y que, si se escribieran una por una, pienso que ni aun el mundo podría contener los libros que se tendrían que escribir», concluyendo de este modo su relato inspirado.

            Las reflexiones de J.Ratzinger, ahora Benedicto XVI, escritas en el libro La infancia de Jesús”, invitan pues a profundizar en el relato del nacimiento de Jesús. Dice que el evangelio no habla de animales junto al pesebre, aunque «la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna». Siguiendo a otros estudiosos, J.Ratzinger, relaciona un texto de Isaías 1,3 «el buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende», y otro del profeta Habacub 3,2 «en medio de dos seres vivientes… serás conocido», con un tercero de Éxodo 25,18-20 diciendo que  el Arca de la Alianza estaba acompañada por «dos querubines que indican y esconden a la vez la misteriosa presencia de Dios». Por ello es fácil ver en el pesebre acompañado de dos vivientes -serían la mula y el buey- la nueva Arca de la Alianza, que contiene al Dios-con-nosotros, ese Niño divino oculto en su humanidad y arropado por los brazos de la Virgen María más que por los pañales.

            Es decir, parece que el relato lucano manifiesta y oculta a la vez que en la gruta de Belén nace en verdad Dios. Constituye una llamada para que los hombres, sobre todo los cristianos, profundicen en la fe recibida sin caer en la superficialidad pasmada.

Un belén napolitano
            En la sede actual de Ayuntamiento de Madrid se expone estas semanas de Navidad un valioso belén napolitano con más de seiscientas figuras, que arropa al Niño mostrando también la vida cotidiana de una población del reino de Nápoles en el siglo XVIII: el mercado, los oficios, los juegos, las casas populares, los palacetes, las clases sociales, etc. Todos desfilan para agasajar al Niño Jesús en brazos de la Virgen al abrigo de unas ruinas acogedoras.

            Los animales son parte del paisaje del belén napolitano, como no podía ser de otro modo. Y el espectador contempla encantado las muchas ovejas y carneros cerca y lejos de las ruinas; pichones que se le ofrecen al Niño, junto a gallinas y pavos; hay cerditos y lechones; becerros y toritos; búfalos y borricos; perros galgos y podencos; conejitos y tortugas. Y no podía faltar la presencia de camellos con vistosos regalos, caballos de fina estampa, y también borricos serviciales o algún pacífico buey.

            Observamos una particularidad intencionada de los artistas escultores: todos esos animales tienen “cara de buenas personas”, miran con ojos alegres, y esbozan una sonrisa casi humana de complacencia porque  «un niño nos ha nacido un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre de eternidad, Príncipe de la paz» (Isaías 9,5). Por tanto, la mula y el buey, acompañados por docenas de animales quieren acompañar al Niño, dando lo mejor de sí mismos y esforzándose por acercarse a la Sagrada Familia estando “limpios de polvo y paja”. Es una idea también válida para los hombres.

            En este belén napolitano sorprende además que haya más ángeles que animales, docenas de elegantes enviados de Dios que vienen de lejos y revolotean junto al portal mientras cantan «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad». Al final, la piedad popular y la fe bien formada acaban felices junto al Niño Dios nacido en Belén.

Jesús Ortiz López 

http://www.almudi.org/Noticias/tabid/474/ID/1634/Animales-y-angeles-en-el-belen.aspx

martes, 18 de diciembre de 2012

Avancemos con la nueva Ley de Educación



El ministro Wert está en el ojo del huracán de quienes pretenden frenar la futura ley de educación, que intenta salir del pozo en que ha caído España en cuanto a calidad de la enseñanza y fracaso escolar.

Adoctrinamiento de socialistas y nacionalistas

Es sabido que el Gobierno popular ha aprobado el anteproyecto de la ley de calidad de la enseñanza (LOMCE) que llegará el Congreso en enero de 2013. Casi no quedan letras nuevas disponibles para designar el acrónimo, dado que hemos padecido ya siete leyes en poco más de treinta años: LGE, LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE y LOE.

Durante los largos años de gobiernos socialistas España ha llegado a la cola en el panorama educativo internacional debido a la fuerte carga ideológica introducida por los postulados de la autodenominada “izquierda social”. No faltan ahora quienes acusan al Ministro de Educación de hacer lo mismo, aunque una primera mirada a los objetivos puede deshacer la acusación. Con datos: España se sitúa en el puesto 28 (puntúa -0,08) y 14 por la cola. Ocupa el puesto 34 en matemáticas, 36 en ciencias, y 33 en lectura.

Los nacionalistas catalanes se suman ahora al socialismo ideológico endureciendo su acoso al ministro José Ignacio Wert con lindezas como hacer “terrorismo social”, y tildándole de talibán y franquista. Vale quizá aquel “piensa el ladrón que todos son de su condición”.  Les parece que la futura ley discrimina el catalán y ataca la inmersión . Habría que recordar a esos nacionalistas que cumple la constitución y la jurisprudencia, y demás la coordinación de lenguas oficiales es un punto pequeño en el conjunto de la nueva ley, sólo vital para quienes se han acostumbrado a mirarse el ombligo. “En el mundo hay mucha más realidad de lo que sueña su pequeña fantasía” le decía Hamlet a su amigo Horacio.

Hasta ahora se han retocado algunos puntos del anteproyectos, entre otros los referentes a la autonomía de los centros para impulsar asignaturas como Latín, Química o Música, y también sobre las evaluaciones al final de la ESO. Avanza algo para cumplir los acuerdos y la jurisprudencia sobre la clase de religión equiparable a las demás disciplinas fundamentales, al menos en la ESO aunque no en Bachillerato. Será clase de Religión o de Valores Culturales y Sociales, según la elección de los padres, desapareciendo la alternativa de recreo o estudio. Elemental derecho de los alumnos y de los padres a no verse injustamente discriminados por elegir clase de Religión.

¿Educación integral?

Sin embargo, se observa que el anteproyecto tiene una concepción economicista de la educación, para crear puestos de trabajo al vincular de entrada la educación con la competitividad y el nivel de prosperidad del país. ¿Pero hay algo más importante que el desarrollo de las personas en sus virtudes, valores, y conocimientos? Tendremos que superar el minimalismo de que los árboles no nos dejen ver el bosque.

En efecto, este anteproyecto no sintoniza mucho con el artículo 27 de la Constitución, cuanto establece que: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. La Carta Magna tiene una visión más amplia de la persona que la del pragmatismo economicista. Apañados estamos si con la nueva ley formamos sólo buenos trabajadores para levantar el país ¿Y quién les levanta a ellos como personas, con virtudes y valores, en el contexto de una antropología trascendente? Porque a la vista están los resultados de las ideologías reductivas del hombre en Europa y en el mundo entero. Tal como está el anteproyecto no tiene una concepción integral de la educación ni de la persona, sino que acepta la Religión y la Ética como equilibrio para no ir contra la Constitución , material o formalmente como hacían las leyes socialistas.

Aquí le duele más al laicismo bien conocido que siempre ha rechazado la concepción integral de la persona, la religión como concepción de la vida de la mayoría de las familias españolas, y la ética de los valores morales que caracterizan el comportamiento humano. Al desaparecer la Educación para la Ciudadanía, ampliamente rechazada por la sociedad, por los padres y por los alumnos,  los socialistas y los nacionalistas que desean troquelar la conciencia de los alumnos a su gusto ponen el grito en el cielo. Es un decir, claro.    

Calidad sin uniformizar

Como decimos, la futura ley pretende, en primer lugar, frenar la sangría de abandono escolar temprano y, en segundo lugar, aumentar la proporción de alumnos excelentes. En palabras más sencillas, la LOMCE apuesta por la calidad entendida en sentido cualitativo, pues ninguna persona sensata creerá que el nivel educativo depende básicamente del número de ordenadores más o menos estropeados que haya en un aula.
Apostar por la calidad educativa debe ser algo más que palabras, pues vimos que el socialismo anterior luchaba contra la calidad y la excelencia, que identificaba con elitismo, algo propio de una ideología rasante, que piensa en igualar cortando cuantos sobresalgan por arriba. Y se podría aplicar aquello de “mal de muchos consuelo de tontos”.

Los sucesivos informes OCDE y PRISA muestran nuestro descenso unitario en la escala de los países cercanos, doce puntos por debajo de la media de la OCDE, y con el 35% de alumnos que se quedan atrapados en la ESO, si es que llegan a obtener ese título, y sitúa a España en el puesto 31 de 36 países analizados. Son datos del informe anual de Education at a Glance, de la OCDE. Gracias pues a la ideología socializante reductiva que hemos padecido en tiempos de bonanza económica.

No discriminar a la escuela concertada

El Ministerio de Educación apuesta por la libertad educativa: de los padres para elegir colegio de acuerdo con sus principios y valores, tal como establece la Constitución; la de los agentes educativos para crear centros y dirigirlos sin someterse a imposiciones del gobierno autonómico de turno; y también reconoce esta futura ley la enseñanza diferenciada como un modo más de educar, que no discrimina a nadie.

Sin embargo, muchos expertos, asociaciones familiares y patronales de centros observan que avanza poco en la liberad de elección del centro educativo, en la mejora de la concertada -que algunos llama “acosada”-, ni en reconocimiento del profesorado, en particular del de religión. Es decir, parece que las buenas ideas se estrellan con la realidad práctica de la economía en tiempos de crisis. Pero la Constitución es bien clara,  con palabras que sabemos de memoria pero no las vivimos: “La Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Art. 27, 5). Y también: “Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca” (Art. 27,9).

Dialogar y trabajar

Confío que la formación liberal del ministro Wert, así como su experiencia profesional al margen de la política, le hayan vacunado contra la enfermedad ideológica que persigue la libertad de los padres y la educación diferenciada, mientras ha dejado la impronta de su Educación para la Ciudadanía, como modo de inyectar en la mente de los alumnos los postulados de la ideología de género, del revisionismo histórico, y de la transformación de los valores humanos.
Soñamos ingenuamente que llegue un día en que llevar a los hijos a un colegio concertado no cueste sustancialmente más que a uno de la red nacional. Y en cambio no soñamos con que los enemigos de la concertada y de la libertad entiendan alguna vez que los padres de la primera pagan dos veces la educación de sus hijos, sosteniendo la pública y la de iniciativa social de verdad. Lo dejaremos entonces para la otra vida.

Es deseable que la futura ley logre un amplio consenso social que garantice su permanencia durante muchos años, porque es un asunto de Estado y no de partidos. Todo sea para avanzar hacia delante en vez de hacerlo hacia atrás como viene siendo costumbre.

Jesús Ortiz López . Doctor en Ciencias de la Educación.

http://www.analisisdigital.org/2012/12/18/ley-de-educacion-para-avanzar/

sábado, 1 de diciembre de 2012

II. Panorama del Mapa de la Vida Eterna

Jesús Ortiz, autor de 'Mapa de la vida eterna': "Hay miedo a la muerte en proporción directa a la falta de fe o de buena formación cristiana"

 
El sacerdote Jesús Ortiz ha concedido una entrevista exclusiva a Religión Confidencial sobre 'Mapa de la vida Eterna' su nueva obra en la que hace referencias a temas humanos y divinos. Asegura que existe mucho desencanto y fracaso familiar y es consciente del desafecto de la sociedad hacia la Iglesia y del alejamiento de Dios.

¿Qué ha querido transmitir con su libro "Mapa de la Vida Eterna"?
-Sin duda, la esperanza como actitud de fondo porque Dios está a favor del hombre. Aunque abunden hoy espectáculos y fiestas, se observa mucho desencanto y fracaso familiar. Parece como si buena parte de la sociedad se refugiara en el bullicio para no pensar en el mañana. El Papa Benedicto XVI alude en su Carta para el Año de la Fe a que el abandono de Dios por parte del hombre trae consecuencias negativas. Es el verdadero origen de la falta de esperanza.
¿Qué respuestas se va encontrar el lector que le acerquen a la fe o al menos a la trascendencia?
-Quien escucha y sigue a Benedicto XVI, y antes a Juan Pablo II, se puede dar cuenta de que siempre hablan en positivo. Porque la Iglesia defiende al hombre incluso de sí mismo, frente a la pérdida de su dignidad como persona e hijo de Dios. En esa línea este libro "Mapa de la Vida Eterna" habla precisamente de la dignidad humana de hombres y mujeres llamados todos a participar en la vida divina, en el Cielo, y también de las batallas para vencer al mal con el bien.
¿Cómo puede entender el individuo racional si hay vida o no después de la muerte?
-En la presentación del libro se dice que no estamos hechos para la muerte sino para la vida. Desde la época de las cavernas los hombres han dado culto a los muertos suponiendo que viven de alguna manera misteriosa más allá de la muerte. Las pinturas, las pirámides y los enterramientos en todas las culturas nos testimonian que es muy razonable, podríamos decir casi como un instinto, admitir la pervivencia personal en la otra vida. Una película entre otras lo plantea con buena mano y se titula "Ahora o nunca".
En su libro lanza una pregunta: ¿Ha modificado la Iglesia su enseñanza sobre el cielo y el infierno?
- Me parece que es un modo de llamar la atención sobre las enseñanzas de la Iglesia contenidas en el Catecismo actual. Tanto de Benedicto XVI como Juan Pablo II han subrayado que el Cielo es real y el infierno desgraciadamente también. Lo que matizan es que la fe personal madura no se enreda en imaginar esa realidad como un lugar al modo de la tierra. El Cielo es vivir en Dios y  con Dios, es amar y sentirse amados ya sin riesgos. El infierno es vivir en el fracaso personal definitivo. Los  ángeles existen también realmente pero la fe no se queda en imaginarlos como cabecitas con alas tocando instrumentos. Son representaciones sencillas del arte cristiano que invitan a profundizar en la pura espiritualidad de estos seres celestiales que tanto nos ayudan.
¿Otra de las preguntas que realizan en su obra es ¿pueden los hombres encontrar su paraíso al margen de Dios, y cuál es el mejor camino para conseguirlo?
- Benedicto XVI ha escrito en la encíclica sobre la esperanza que los hombres no pueden vivir sólo de las pequeñas esperanzas terrenas pues necesitan la esperanza, con mayúscula, segura que sólo viene de Dios. La historia está plagada de intentos humanos de hacer paraísos mundanos al margen de Dios. La torre de Babel, el nazismo, el comunismo -también en sus versiones actuales- son ideologías engañosas que captan a millones de hombres y mujeres pervirtiendo sus ideales de justicia. Pero todos esos paraísos han acabado por anegar el mundo con riadas de sangre. En cambio, el paraíso -el Cielo- es felicitad total y simultánea como don de Dios a quienes luchan por hacer el bien en esta tierra.
¿Aterrizando en la realidad actual, ¿por qué piensa que los fieles están alejados de la institución de la Iglesia, y otro sector de la sociedad se encuentra cada vez más secularizado?
- No entro directamente en este problema aunque cuento con esa realidad sociológica. Pero la historia de la salvación no es sociología sino teología, es decir, conocimiento razonable de Dios y de sus planes de salvación. En otras palabras, la Nueva Evangelización sabe que hay desafecto hacia la Iglesia y alejamiento de Dios, pero no se deja llevar por esos "signos de los tiempos"sino por la gracia del Espíritu Santo. De hecho esta Año de la Fe es un impulso extraordinario para comunicar la alegría de la fe en el Dios vivo. Uno puede fijase en muchos jóvenes que viven sin esperanza y sin Dios, pero también puede alegrarse de los millones de jóvenes que se reúnen junto al Papa en la JMJ de Colonia, Madrid o Rio de Janeiro. Tampoco podemos olvidar las oleadas de fe emocionada que impresionó al mundo en la muerte de Juan Pablo II. La Iglesia sigue teniendo un enorme poder de convocatoria incomparable con otras instituciones.
¿Por qué nuestros abuelos se pasaron toda la vida preparándose para la muerte, e incluso la cultura popular acuñó el dicho "que Dios nos pille confesados", y hoy la máxima aspiración es morir rápido y sin enterarnos?
-La muerte es un dato que invita a marchar con las maletas bien hechas. Como decía antes la enseñanza más actual de la Iglesia evita hablar de un lugar de felicidad o de tormento, de arpas o de fuego, aunque sí invita a examinar nuestras obras para sean plenas a los ojos de Dios. Y como cometemos pecados y errores conviene reconocerlos y rectificar mediante el sacramento de la Penitencia. En los últimos años hay un avance notable en la práctica habitual de la Confesión sacramental que reconcilia con Dios y con los demás. Cosa distinta es que nadie quiere sufrir inútilmente y esto depende en parte de la medicina y sus cuidados paliativos, y más aún de la vida interior de la fe de los enfermos. Es admirable la labor de tantas instituciones de la Iglesia que atienden a enfermos con amor maternal, como las religiosas misioneras de la Beata Teresa de Calcuta.
¿La concepción de la muerte y la pérdida de fe en la vida eterna están transformando nuestras vidas, nuestras sociedades occidentales?
- Hay miedo a la muerte en proporción directa a la falta de fe o de buena formación cristiana; en cambio la fe en la vida eterna, encara con paz la enfermedad y la muerte. Por eso los sacerdotes atienden con solicitud a las familias en las exequias por un difunto, viendo una buena oportunidad de evangelizar, es decir, de comunicar esperanza cierta y paz ante el desgarro de la muerte. Unas exequias bien celebradas, rezando con paz, están en las antípodas de esos actos sociales tan formales y oscuros más propios de películas de mafiosos.
¿Cómo se les explica la muerte a los niños?
- Los niños son un regalo de Dios a cada familia y al mundo. Por eso es antihumana la mentalidad contraceptiva y no digamos el aborto. Pues bien, los niños son como esponjas que retienen todo lo bueno que ven en sus padres y en los mayores. Cuando rezan con ellos por los enfermos y los parientes que mueren lo hacen con mucha autenticidad y sin miedo. Son ocasiones de hablarles del Cielo, de  Dios Padre, de la Virgen y de los ángeles. Los niños admiten con naturalidad que los abuelos, padres o hermanos fallecidos  nos esperan junto a Dios. Y desde la tierra les ayudamos en el momento de la muerte para que lleguen pronto al Cielo con el alma limpia. La película "El árbol de la vida", es difícil aunque plantea con hondura y gran belleza la muerte y la vida eterna.
¿Por qué una cultura que evita la muerte y la idea de eternidad, están obsesionadas en producir material audiovisual relacionado con zombies, vampiros y fantasmas?
- La superficialidad es una tentación permanente del ser humano que hace broma de los temas más importantes. No olvidemos que la "broma"  era un molusco que se adhiere al casco de las carabelas y retrasaba la navegación, pudiendo arruinar la nave. Los jóvenes y mayores también, buscan emociones fuertes con zombies y vampiros, a modo de pasatiempo, quizá para experimentar emociones. No veo nada malo en ello siempre que la persona tenga una formación cristiana. Porque el más allá no es algo indefinido para un católico sino es el Juicio de Dios, la resurrección de la carne, el infierno y sobre todo el Cielo. Jóvenes y mayores preferimos a los ángeles antes que huir de los zombies.



http://www.religionconfidencial.com/catolicos/079425/jesus-ortiz-autor-de-mapa-de-la-vida-eterna-hay-miedo-a-la-muerte-en-proporcion-directa-a-la-falta-de-fe-o-de-buena-formacion-cristiana

I. Panorama del Mapa de la Vida Eterna



Análisis Digital Entrevista Mapa

- Su libro “Mapas de la vida eterna” trata de responder a las preguntas que todo ser humano se hace alguna vez en su vida como, por ejemplo, qué hay más allá de la muerte. Curiosamente, dentro de ese clima de apostasía que se extiende por la sociedad, se está dando el caso de muchos cristianos que no creen en la eternidad, en la otra vida. ¿Cómo explica un teólogo como usted la eternidad?
* En un encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes en Roma una chica le mostró su perplejidad ante la vida eterna que no podía imaginar. El Papa le respondió con sinceridad y cariño que él tampoco la podía imaginar porque es tan grande, tan de Dios lo que ha preparado para los que le aman, que en esta tierra fracasan nuestras ideas. Sin embargo -añadía- la fe en Cristo resucitado es un hecho real acerca de su triunfo sobre la muerte. Suelo explicar en clases y disertaciones que la eternidad no es un tiempo infinito sino lo contrario al tiempo: es la vida de Dios en relación continua de conocimiento y amor.
            El escritor agnóstico Borges, siempre inquieto con la trascendencia, decía que no quería el Cielo porque ya en la tierra estaba cansado de ser Borges y sería una tortura seguir siempre así. Caía en el error de imaginar el Cielo como un tiempo indefinido, y no creía que Jesucristo fuera el Hijo de Dios, Salvador de todos los hombres.
            En este Mapa de la Vida Eterna menciono un documento de los obispos españoles que aborda el tema de la reencarnación para rechazarla por ser un mal sucedáneo del Purgatorio. Dicen que las modernas teorías reencarnacionistas no dejan lugar para la gracia de Dios, la única que puede redimir al pecador y purificar al justo, porque son incompatibles de raíz con la fe en que el mundo y el hombre son creación de Dios en Cristo; “por eso ni una ni mil reencarnaciones bastaría de por sí para conducirle a su plenitud“.

- Mucho se ha hablado últimamente –y a ello contribuyen bastantes predicadores- de que no existe ni el infierno ni el purgatorio, lo cual ha devaluado el esfuerzo que exige tener fe… ¿Qué pasa con el castigo y el premio que ha sido siempre fundamental en la enseñanza de la doctrina cristiana? ¿Es tan “barato” el cielo como algunos sugieren dada la inmensa misericordia divina?
* El Catecismo enseña explícitamente la existencia del Cielo como vida plena de felicidad en Dios, y el infierno como estado de condenación por resistirse obstinadamente a las gracias de Dios. Mientras en el Cielo todo es amor y felicidad, en el infierno todo es odio e infelicidad: es el fracaso definitivo de la persona y lo ve con una claridad pasmosa.
            Incluso quienes no han conocido a Jesucristo, como Platón, suponen la existencia de una felicidad trascendente y de una condenación; por eso el gran filósofo griego afirma que al final de esta vida no se sentarán en la misma mesa del banquete las víctimas y sus verdugos, como cita Benedicto XVI en su encíclica sobre la esperanza cristiana.
            No hay que olvidar que la misericordia de Dios se identifica con su justicia. Al mundano le interesa esconderse en la misericordia de Dios viniendo a negar su justicia. En cambio, la lucha espiritual por crecer en las virtudes, sobre todo la caridad con Dios y con prójimo, pasa por querer la Voluntad de Dios por encima de las propias conveniencias. El Cielo no es barato ni caro, es el premio a la fidelidad, al amor y la fe que permiten al Espíritu Santo configurarnos con Cristo.

-¿Es compatible la misericordia de Dios con el “aburguesamiento” de la fe?
*  Aunque me parece haber respondido antes puedo añadir que este Año de la Fe es buena ocasión para redescubrir la fe como la respuesta vital de cada cristiano por corresponder con generosidad a los dones de Dios. Al riesgo que Dios ha corrido al hacernos libres, no marionetas, responde el riesgo de la fe formada que se fía de Dios, de Jesucristo y de quienes son sus ministros en la Iglesia.
            Un expediente muy cómodo, y cobarde, es el del agnosticismo que suspende la respuesta a la cuestión sobre Dios y se cruza de brazos en la indefinición. O también de quienes se amparan en las miserias de los eclesiásticos y de otros cristianos para descalificar a la Iglesia como instrumento de salvación.
            Corren el riesgo de pasarse la vida teorizando pero sin comprometerse en la acción caritativa, en contraste con la Iglesia desde su origen. Ahora en la crisis que padecemos por causa de la inmoralidad insolidaria de unos pocos, se descubre más la acción de Caritas y otras labores asistenciales de la Iglesia, es decir, de los creyentes que arriman el hombro para remediar el hambre del mundo.

-En realidad, ¿qué se nos exige a los católicos para alcanzar una felicidad eterna? ¿Es fácil ser santo?
Ser santo no es fácil ni difícil, pues el que más se parece a Cristo ese es más santo, más de Dios, solía decir san Josemaría. Es una cuestión de fidelidad, de compromiso fuerte, apoyado en la gracia del Espíritu Santo más que en las fuerzas humanas. Las acciones caritativas, de enseñanza y de orientación de la Iglesia desde sus comienzos, relatadas en los Hechos de los Apóstoles -libro muy oportuno para releer en este Año de la Fe-, todo eso representa la dimensión social de la fe.    Por eso resulta ridículo el laicismo trasnochado forzando a los creyentes para que no se pronuncien sobre el derecho a la vida en el Congreso, a la libertad religiosa vivida en la calles, a manifestarse por la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos, etc. Precisamente porque creemos en la vida eterna, por eso mismo nos arremangamos y aplicamos a trabajar como el que más en todos los ámbitos de la sociedad para humanizarlos y defender la dignidad de los hombres.

-En definitiva, ¿en qué consiste la esperanza cristiana?
Vuelvo a recordar que este Año de la Fe es una ocasión de oro para mostrar al mundo y a los mismos creyentes, la alegría de la fe, como dice Benedicto XVI. Esto hemos visto siempre en la JMJ en Madrid y antes en Roma, Colonia, o Australia,  y lo veremos en Río de Janeiro. Ninguna institución tiene la misma capacidad de convocatoria con los jóvenes, con las familias y con los educadores, aunque a veces nos fijemos más en los datos negativos.
            Hay que recordar además que la Iglesia no vive de la sociología -no lo hizo Jesús ni los Apóstoles-  sino de la teología, que es el conocimiento del Dios vivo y de su compromiso de salvación con los hombres. Los creyentes no vivimos solo de las pequeñas esperanzas humanas sino de la gran esperanza en Cristo Resucitado, somos más ambiciosos que los mundanos. Solo con conformamos con Dios.  





http://www.analisisdigital.org/2012/11/29/p-jesus-ortiz-el-ano-de-la-fe-es-una-ocasion-de-oro-para-mostrar-al-mundo-y-a-los-mismos-creyentes-la-alegria-de-la-fe/