lunes, 27 de mayo de 2013

Literatura esotérica y otras hierbas

Una de las secciones más pobladas en las librerías de consumo, no en las de expertos, son las novelas de esoterismo, hermética, religiones, etc. Una sopa de letras que a veces parece de churros. Allí están revisiones sobre la historia, el cristianismo, los papas, las sociedades secretas, etc.; ya saben Brown, Falcones, Sierra, etc.

La fórmula gnóstica
Javier Sierra ha escrito ya varias novelas en esta línea y la última se titula El Maestro del Prado. El autor maneja con soltura una trama sencilla que el lector puede seguir sin mucho esfuerzo, incluso en una estación. Se trata de una aventura situada en el Museo del Prado donde Javier, el joven estudiante de periodismo en los años noventa, se encuentra con un experto en las obras que atesora esta pinacoteca. Y le enseña a ver, mirar investigar y avanzar más allá de las imágenes. Naturalmente surgirán obstáculos en la investigación pues las obras elegidas guardan algunos secretos del arcano, sobre la vida de los artistas y de los reyes, así  como de sociedades secretas e incluso heréticas perseguidas por la Inquisición.
Con estas novelas el público medio puede subir algún escalón cultural al conocer detalles de la vida y obras de los artistas elegidos, mientras se entretiene con la trama. Por tanto algo positivo aportan y sin embargo no resultan tan edificantes por la atmósfera esotérica en la que todos los gatos son pardos: la doctrina católica, las religiones, los teólogos, los papas, los artistas, etc. Todo parece relativo al objetivo primario perseguido por los personajes, es decir, la fórmula gnóstica para que solamente los iniciados puedan traspasar el umbral al otro mundo y alcanzar la inmortalidad.

Riesgos
Para más emoción la novela de Sierra lanza bengalas como la posibilidad de que la Virgen María tuviera no uno sino dos hijos, porque así aparece en algún cuadro; o que Felipe II mezclara la fe católica en la Vida eterna con el esoterismo de raíces egipcias; o que el Greco fuera introducido en una sociedad secreta y pusiera las claves en los cuadros, como hiciera antes El Bosco, etc. Y no hace falta probarlo pues basta con encender la bengala a modo de conjetura por si cuela en la sopa de informaciones.
Ciertamente algo se puede aprender en este tipo de novelas si bien el lector poco formado puede recibir dosis de relativismo con independencia de la voluntad de los autores. En la inminente Feria del Libro en Madrid quizá se vendan muchas de estas novelas, incluida la que viene con bombo y platillo de Brown, pero el lector avisado no picará fácilmente en el montaje comercial.


Jesús Ortiz

http://www.religionconfidencial.com/tribunas/083990/literatura-esoterica-y-otras-hierbas

martes, 21 de mayo de 2013

El futuro de la educación en España



El Gobierno ha aprobado el anteproyecto de la nueva ley de educación. Los expertos consideran que la futura ley orgánica (Lomce) impulsa la calidad en la enseñanza secundaria, clave del acceso a la universidad para saber y no sólo para conseguir un título.

Sectores que rechazan el proyecto
El proyecto de ley diseñada por el Ministerio de Educación, liderado por el ministro Wert, ha sido trabajado a fondo, preparado por expertos, consultado con los agentes educativos, y con el preceptivo Consejo de Estado. Los que ahora auguran mal futuro han sido convocados en su momento a dialogar en la mesa de trabajo y con datos, en lugar de gritar en la calle. La sociedad española, los profesores, y especialmente los padres de familia saben que esta futura ley tiene en contra a toda la izquierda, al socialismo, al comunismo residual, y también a los nacionalistas. Se consideran profetas de una igualdad a la que someten todos los demás principios y hasta los derechos. Esa igualdad por encima de todo es una bandera populista de seguro éxito callejero, y más entre adolescentes inquietos, pero asegura el fracaso como demuestran los sucesivos informes internacionales desde hace treinta años.

Libertad e igualdad
Ese igualitarismo choca con el esfuerzo personal, familiar y social, que no todos están dispuestos a realizar. Partiendo de la igualdad de derechos una ley de educación debe estar abierta a diversas fórmulas de ejercicio de la libertad y de la gestión educativas, a la educación mixta o diferenciada, a los conciertos o a la autofinanciación, y también a la promoción de la excelencia y de los valores más altos. Recordemos que el mundo está lleno de escuelas, institutos y universidades famosas precisamente por apuntar a lo más alto. Ofrecen un palmarés de ex alumnos orgullosos del trabajo que realizan por estar preparados para las tareas más comprometidas respecto al bien común.
Esto ha ocurrido donde prima el reconocimiento de los derechos de todos y la libertad educativa. En cambio donde se introduce ese igualitarismo de izquierdas se agosta la libertad, se vende una igualdad populista, y la calidad brilla por su ausencia. Viene a la mente aquella ocurrencia del Zapatero de repartir ordenadores por las aulas, como si fuera clave para mejorar el saber y la calidad. El fracaso de estos años puede ser maquillado con la propaganda pero los datos son tozudos.

Rectificar para avanzar
Desde 1985 España ha sufrido varias leyes educativas implantadas por los gobiernos socialistas siendo jalones importantes la Lode, la Logse, y la Loe. Después de treinta años un fracaso escolar del 25 por ciento y un paro juvenil del 57 , sin contar el amplio anecdotario de errores en exámenes de lengua, matemáticas o historia, todo indica que es necesaria una nuevo ley orgánica de calidad de la educación, y no sólo poner unos parches a las sufridas hasta ahora.
Los enemigos de la futura ley repiten a coro que no se ha dialogado, cuando en realidad el Ministerio, y un ministro Wert vapuleado, no han cedido a la imposición de los mismos postulados que han llevado al fracaso escolar. Incluso ahora ofrece diálogo y apertura, y rechaza el lenguaje bélico que utilizan los enemigos del cambio. Dicen que la futura ley Lomce saldrá en el Congreso sólo con los votos populares, como si no supieran que la Loe socialista salió con los 181 votos propios, mientras que ahora el Partido Popular tiene mayoría absoluta con 186,  dada por el pueblo español en las últimas elecciones. Si fuera por escaños la nueva ley será más democrática.

Mirar al futuro
La ideología socialista quiere controlar la educación de los jóvenes con sus postulados igualitarios y laicistas, y amenaza con cambiar la ley si llega al Gobierno. Desde luego Zapatero, elevado por aquel sorprendente y agitado cambio de Gobierno, demostró ser capaz de ello al suprimir la Loe recién aprobada aunque sin entrar en vigor. Poco les importaron las mejoras que introducía, ni el esfuerzo parlamentario, ni el gasto económico.
A la vista de esto el Gobierno de Rajoy, los agentes educativos responsables, y la sociedad española  harían muy bien en tomarse en serio el propósito socialista y nacionalista de derogar la Lomce si llegan al Gobierno. Habrá que tomar medidas para que el esfuerzo puesto para mejorar la calidad y evitar el abandono temprano; para impulsar una formación profesional básica abierta al mercado laboral o a la universidad; o para premiar el esfuerzo; para que todo esto no acabe en la papelera de un hipotético presidente de Gobierno socialista. La sociedad española no puede permitirse más cambios en las leyes de educación, y ésta es la más ambiciosa y preparada desde hace treinta años de una educación diseñada por la ideología socialista. Ya va siendo hora de cambiar.

Jesús Ortiz López

miércoles, 8 de mayo de 2013

Gestos y palabras del Papa Francisco


             Estos primeros meses del Pontificado del Papa Francisco la opinión pública ha destacado su cercanía a las personas, a los enfermos y discapacitados, a los empleados del Vaticano, a sus amigos de años, es decir, su sencillez y ganas de servir a todos. Sus palabras son también una exhortación a  cuidar de los necesitados, a mirar a la cara del prójimo, a derramar el bien en una sociedad individualista alejada de Dios.

            La pobreza cristiana no es fácil de comprender. Hay pobres pobres, ricos ricos, y también pobres que son ricos, o ricos que son pobres. Rafaela Ybarra de Vilallonga, madre de familia rica de Bilbao a finales del siglo XIX fue beatificada hace unos años por Juan Pablo II y ahora José Luis Olaizola publica un libro sobre ella, casi una novela costumbrista titulado El Jardín de los tilos. Recomendable para ver cómo la buena posición puede ser un trampolín para vivir profundamente la caridad. Si no, probablemente no existirían universidades, colegios, hospitales, asilos, cajas de ahorro, etc., pues nacieron de la caridad de gente rica y con fe.

            Lo sorprendente es que Rafaela fue esposa jovencísima y enamorada de José Vilallonga, madre de cinco hijos, uno con minusvalía, profesional de hogar -diríamos hoy- para educar a sus hijos y dirigir el servicio. Fundó La Casa de Misericordia, bien conocida en Bilbao y alrededores. Y sobre todo fundaría después la comunidad de los Santos Ángeles Custodios aprobada como Congregación el mismo año de su muerte después de su muerte. Una obra que comenzó por moción divina para recoger a jóvenes necesitadas para que cayeran en la marginación.

            Entonces, los gestos del Papa Francisco y la vida de Rafaela Ybarra, recién publicada, son antídoto frente al error de la pobretería en la Iglesia, como ahora iniciara un camino nuevo: una Iglesia de la pobretería, de un culto ramplón, de un bajo nivel humano y carente de templos y lugares representativos. Y me parece que nada de esto se advierte en las celebraciones del Papa, en la categoría humana de Francisco, en la claridad de su doctrina. Porque la Iglesia siempre experimentará la tensión de vivir con los pies en la tierra y la Cabeza en el Cielo: no están esculpidos los caminos para vivir los detalles pero sí está señalado el Camino, la Verdad y la Vida.  Por eso los gestos del Papa Francisco de vestir ahora con sencillez, de no vivir  en los apartamentos pontificios aunque sí trabajar en ellos, de caminar el domingo a la iglesia de Santa Marta para celebrar la Santa Misa como un párroco más que es el Obispo de Roma, no lo olvidemos, todos estos gestos muestran su decisión personal de desprendimiento de sí mismo y de su vicariato único no quieren mermar los más mínimo la autoridad y el gobierno del Romano Pontífice.

Jesús Ortiz López

El Jardín de los tilos


Con motivo de este título de José Luis Olaizola van unas reflexiones sobre un tema de fondo cristiano
desde varios ángulos y medios.

http://www.analisisdigital.net/2013/05/07/siempre-hay-testigos-heroicos-de-la-caridad-cristiana/

http://www.clubdellector.com/articulos.php?id_articulos=781#