lunes, 13 de noviembre de 2017

El Catecismo joven de 25 años



El Papa Francisco ha pronunciado un discurso para conmemorar el XXV aniversario del Catecismo de la Iglesia Católica diciendo que ha nacido para iluminar con la luz de la fe las nuevas situaciones del mundo, enseñando las verdades de la fe y de la vida cristiana con la novedad en la continuidad como afirmaba Benedicto XVI.

Sin naftalina

La novedad en la continuidad es la clave para entenderlo y encontrar luces nuevas para impartir unas clases, una catequesis, o tener claridad sobre temas candentes: naturaleza del matrimonio, la defensa de la vida, la resurrección futura, los ángeles, o la murmuración.  En este sentido Francisco ha subrayado que el «depósito de la fe» no puede entenderse como algo estático, pues «la Palabra de Dios no puede ser conservada en naftalina como si se tratara de una vieja manta que hay que proteger contra los parásitos». Por el contrario, «la Palabra de Dios es una realidad dinámica, siempre viva, que progresa y crece porque tiende a un cumplimiento que los hombres no pueden detener».

Hoy día una persona de veinticinco años está ya situado en la sociedad con un poco de suerte. La vida es identidad y crecimiento con frutos pues si falta alguna de esta notas se ha petrificado o ha cambiado del todo dando origen a otra cosa, algo que por cierto no se da en el mundo natural porque lo engendrado es de la misma naturaleza que el generante, si nos atenemos al ser mismo y no a las adherencias ajenas que pueden incluso arruinarle. Y esto se puede aplicar al Catecismo en este aniversario pues sigue siendo joven a sus 25 años.

Recordemos que se tardaron  más de treinta años en su redacción consultando a expertos de todo el mundo, tanto en la teología y catequesis como en la pastoral. Y esta obra salió completa y práctica. Está presente la buena tensión entre novedad y continuidad que proclamaba el Vaticano II al afirmar que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre.

Anclajes para nuestro tiempo

En el tiempo desconcertado de la posverdad, que es la nueva máscara de la mentira, hay que agradecer al Catecismo que ofrezca asideros firmes para que los católicos sepamos orientar la vida, el trabajo y nuestro papel en la sociedad. No es sólo una defensa de las verdades de la fe hacia dentro sino una ayuda a la cultura actual que ha perdido en varios aspectos el lenguaje común para poder dialogar con las otras personas y culturas. En efecto, el Catecismo utiliza el lenguaje natural que llama a las cosas sencillamente por su nombre: naturaleza humana, alma, ley natural, amor humano, matrimonio, virtud, fidelidad, oración, etcétera.

Responde de este modo a los interrogantes de todas las personas, incluso las que todavía no conocen a Jesucristo. Por ejemplo: ¿Dios es todopoderoso también contra el mal?; ¿dónde está el origen del hombre?, ¿qué  hay más allá de la muerte?, ¿es posible la resurrección?, ¿para qué sirve la Iglesia?, ¿la democracia admite cualquier ideología?, ¿el matrimonio puede ser para siempre?, ¿el embrión es un ser humano?, o también ¿escucha Dios  nuestras peticiones? Y tantas otras.

La estructura del Catecismo y del Compendio muestran la unidad de la fe en sus principales facetas como compartida, celebra, vivida y orante, todo bien armonizado. Se reconoce la unidad del pensamiento sobre el hombre en el mundo, para superar la fragmentación actual del saber, que desorienta a muchos científicos y aún más a la gente común. Por ello es como un remedio para el agnosticismo, esa enfermedad del pensamiento moderno, que lo mantiene en la desconfianza de nuestra capacidad para hallar la verdad y vivir conforme a sus exigencias.

Curarse del animismo moderno

 Todas esas verdades tienen una profunda relación con Jesucristo puesto que es el centro del Catecismo y de la vida Cristiana: creemos en Cristo y en lo que nos ha enseñado; le "tocamos" en los Sacramentos recibidos dignamente; con el impulso de la gracia somos capaces de vivir en cristiano aunque nos cueste; y mediante la oración dialogamos con Jesucristo, y el Padre y el Espíritu Santo. Así aprendemos que la vida cristiana no es autocomplacencia del hombre, sino fiel acogida de la salvación que Dios ofrece haciéndonos hijos suyos en Cristo.

Sin embargo algunos confunden hoy la auténtica espiritualidad con un sentimiento ecológico convirtiendo la naturaleza en algo animista sin trascendencia que sustituye al Dios real. Entonces esa "religión" carece de contenidos de fe concretos, apenas incluye obligaciones morales y se apoya en las solas fuerzas humanas: es una elaboración de los hombres para los hombres. En cambio, el cristianismo es religión revelada por Dios personal, Uno y Trino, en la persona divina de Jesucristo, que enseña verdades bien determinadas contenidas en el Credo, concede la gracia eficazmente mediante los sacramentos como prolongación de la Humanidad santísima de Señor, y solicita nuestra libertad para cumplir fielmente los mandamientos de Dios.

Es una buena ocasión para comprobar que lo tenemos en casa y reconocer si lo consultamos para tener claridad sobre Dios y sus misterios, sobre la persona humana y su misión en el mundo actual, y sobre la rectitud moral con una conciencia bien formada.

Jesús Ortiz López


viernes, 3 de noviembre de 2017

500 años de una Reforma


Se ha cumplido el V Centenario de la Reforma impulsada por Martín Lutero, cuando el fraile agustino expuso sus tesis en la puerta de la Iglesia de Wittenberg. «Lo más importante era estar de acuerdo en lo que realmente se quería celebrar: no un recuerdo heroico de Lutero, sino una fiesta de Cristo», ha declarado monseñor Gerhard Feige como responsable de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal Alemana.

Varias reformas
 
           Por primera vez los seguidores de Lutero acuden a Roma para esta conmemoración: desde el Concilio Vaticano II el acercamiento es un hecho en forma de buenas relaciones y de trabajos conjuntos como la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación de 1999.

            Lutero tuvo el coraje pero también la impaciencia de romper con una mala situación en la Iglesia principalmente por tres grandes problemas: el bajo nivel espiritual de los sacerdotes y religiosos; su falta de formación moral con una vida poco ejemplar en muchos casos; y una disciplina eclesiástica poco seguida.  Los obispos eran más bien príncipes que, salvo excepciones, se ocupaban de sus intereses mundanos y descuidaban al clero y a los fieles. Y había que reaccionar.

Ahora bien, ya desde el siglo XI había empezado lentamente la reforma católica impulsada por el Papa Gregorio VII y otros antecesores, que aspiraba a la instauración en la sociedad –clérigos y laicos- de una vida conforme al Evangelio. Esto exigía una profunda renovación espiritual de toda la Iglesia,  en su Cabeza jerárquica y en los fieles. Se fueron restaurando las estructuras eclesiásticas y se buscó la elevación moral del clero. A Lutero por tanto hay que atribuir un giro radical a las reformas que estaban en marcha.

Debemos señalar también como cauces importantes la renovación llevada a cabo por las nuevas órdenes de observancia para volver a la Regla primitiva, como hicieron los dominicos o los carmelitas, y también el desarrollo de una buena teología en universidades como la de Salamanca y el convento de San Esteban, o en  Valladolid con el convento dominico de San Gregorio. Sin olvidar a los grandes santos europeos que alumbraron esas reformas con su vida ejemplar; en España fue el impulso sacrificado de san Pedro de Alcántara, santa Teresa de Jesús, o san Juan de la Cruz, entre otros muchos. Pues bien, todo ello desembocará en la gran reforma católica llevada a cabo por el Concilio de Trento, y sus frutos más visibles como el Catecismo para párrocos y los seminarios diocesanos para la formación de los aspirantes al sacerdocio.

Estocolmo 2017

Esa reforma impulsada por Lutero en tiempos difíciles afectaba a cuestiones de fondo que interesaban poco a los poderosos de la tierra pues se empeñaban en seguir con sus malos hábitos feudales. Entre esas cuestiones estaba el sentido de la Redención obrada por Jesucristo; la realidad de la gracia como participación en la familia de Dios; la fe y las obras; la eficacia sobrenatural de los sacramentos en la Iglesia; el sentido de las indulgencias y de la comunión de los santos… y en la base el sentido de la libertad humana. Todas ellas son cuestiones importantes que los cristianos no hemos compartido durante más de estos 500 años. 

            Gracias a Dios y al empeño de la Iglesia católica en fomentar el ecumenismo, secundada por las principales confesiones protestantes, ya hemos avanzado mucho durante el siglo XX y sobre todo después del Concilio Vaticano II, con progresos que se van notando cada día. A ello se refería la teóloga alemana Yutta Burggraf, fallecida hace seis años, en su obra divulgativa titulada «Conocerse y Comprenderse»,  porque ése es el camino que estamos recorriendo, como ha mostrado a comienzo de este año el Papa Francisco en su encuentro en Suecia con miembros de la confesión luterana.

Encuentro para unirnos (II)

El Papa Francisco y obispo luterano Munib Younan, presidente de la Confederación Luterana Mundial, han firmado el documento conjunto donde se reconoce que después del diálogo en estos últimos decenios del siglo XX los católicos y los luteranos «ya no son extraños» y aseguran que se ha aprendido «que lo que nos une es más de lo que nos divide», una frase que afortunadamente se viene repitiendo desde hace tiempo y que indica la voluntad de conocerse y comprenderse. También lamentan que luteranos y católicos hayan dañado la unidad de la Iglesia y se explica que «las diferencias teológicas estuvieron acompañadas por el prejuicio y por los conflictos, pues la religión fue instrumentalizada con fines políticos», una tentación histórica por parte de los príncipes de este mundo como ha ocurrido en el desarrollo de la reforma luterana. Añadían que nuestra fe común en Jesucristo y nuestro bautismo nos piden una conversión permanente, para que dejemos atrás los desacuerdos históricos y los conflictos que obstruyen el ministerio de la reconciliación, y el perdón entre hermanos que creemos en el mismo Jesucristo, único Salvador de los hombres.

Esa declaración común sirve también para expresar el compromiso de ambas Iglesias para «eliminar los obstáculos restantes que nos impiden alcanzar la plena unidad».  Manifiesta que muchos miembros de ambas comunidades anhelan recibir la Eucaristía en la misma mesa, como expresión concreta de la unidad plena,  algo que actualmente no es posible por razones de fe pues no coincidimos en algunos puntos importantes como el carácter de entrega sacrificial de Jesucristo en  la Misa entendida como la renovación incruenta de la Cruz, la presencia real permanente del Cuerpo de Cristo bajo las especies sacramentales y el culto eucarístico que de esto se deriva; o la naturaleza del sacramento del orden sagrado. Por eso coinciden en decir que «anhelamos que sea sanada esta herida en el Cuerpo de Cristo. Este es el propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos, que deseamos que progresen, también con la renovación de nuestro compromiso en el diálogo teológico», tal como recoge el texto suscrito por los representantes de ambas Iglesias.

Los Papas del siglo XX desde Pío XI hasta Francisco han subrayado que Martin Lutero tenía fe en Jesucristo Salvador y en el papel de la Iglesia,  pero no podía aceptar las desviaciones prácticas contrarias al Evangelio de muchos eclesiásticos de entonces e incluso de la cabeza visible. También contribuyó decisivamente al encuentro con la Sagrada Escritura en la liturgia y acercándola al pueblo, gracias también a la aparición de la imprenta.

Todo ese planteamiento de fe no impide reconocer que Lutero contaminó más de lo que pensaba y contribuyó a romper la unidad de la Iglesia de Jesucristo, dejando heridos algunos aspectos de la fe y de la teología. En efecto, dividió a la Iglesia apartándose de Roma, alterando la doctrina que se mantenía hasta entonces por el Magisterio, y dañó la vida sacramental de los fieles al centrarse solamente en el Bautismo y la Eucaristía, y esto con matices, pues consideraba que la Confirmación, la Confesión sacramental, el Orden sagrado, el Matrimonio o la Unción no fueron formalmente instituidos por Jesucristo.

Falta de perspectiva de Lutero (y III)

Mons. Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, ha pronunciado una conferencia en el Foro Juan Pablo II de la basílica de la Concepción en Madrid, titulada «Lutero, ¿Reforma o Ruptura?». Y a propósito del aniversario 500 de la desunión creada por Lutero ha señalado que: «Un buen ecumenismo es una labor ineludible de los católicos. No podemos celebrar la Reforma como ruptura de la unidad de la Iglesia. Lo que celebramos conjuntamente es a Jesucristo en quien los luteranos creen. Antes de Lutero ya había en España una verdadera reforma». De eso estamos hablando aquí.

En efecto, esa reforma fue precedida por otras reformas verdaderamente católicas -señaladas ya en la primea entrega de este artículo- que corregían sin romper la unidad.  Esta reforma luterana en cambio dividió la Iglesia y convulsionó a las naciones de Europa; se sucedieron guerras de religión que fueron básicamente impulsadas por los intereses políticos de muchas regiones alemanas con sus príncipes a la cabeza para exigir más parcelas de poder,  todo frente al Imperio que apoyaba a la Iglesia romana. Aprovecharon así el revuelo causado por unas reformas necesarias en la Iglesia pero haciendo realidad una vez más el dicho popular «a río revuelto ganancia de pescadores».

Los príncipes alemanes encontraron en este enfrentamiento con la Iglesia de Roma una ocasión para sustraerse al poder imperial y ganar influencia en las Iglesias locales, atizando la violencia entre las zonas que seguían a Lutero y las que permanecían fieles al Papa. De este modo fue expandido el cisma y sembraron la destrucción con guerras de religión, alimentando el fanatismo como el de Cronwell,  y rompiendo la Europa de la cristiandad.

Lutero no puedo evitar que aparecieran entre sus seguidores multitud de divisiones –las diversas confesiones protestantes-, dando razón al dicho popular de que «quien siembra vientos recoge tempestades». Además de este error de fondo y de forma, con excesiva pasión personal, le faltó visión de conjunto. Es cierto que las obras para levantar la nueva basílica de San Pedro y otras basílicas en los Estados pontificios y en otros lugares, se prestaron a corrupciones, a simonía, o a la mundanización de los estamentos eclesiásticos y a inmoralidad.

Se puede decir que el Lutero de los comienzos estaba tan metido en la tala de muchos árboles enfermos no supo ver la amplitud del bosque. En efecto, recordemos que hacía siglos que la Roma decadente había sido arrasada por los pueblos bárbaros, dejando un montón de ruinas en piedras y desorganización social. Desde la Baja Edad Media se estaba levantando, con dificultad pero con altura de miras, un mundo moderno impulsado por la fe cristiana mantenida sobre todo por  la Iglesia romana. Las ruinas de Roma que hoy admiramos eran, en aquel siglo XVI, cementerios de una época muerta, pero estaba renaciendo el centro del mundo. De modo que Martin Lutero no tuvo la perspectiva adecuada, ofuscado por su innegable pasión purificadora que dañó seriamente a la Iglesia.

Han pasado quinientos años y nos emociona ver aquellas ruinas romanas, resto de una grandeza imperial superada pero sobretodo de la capacidad constructiva de la Iglesia universal. Pues no se trataba sólo de construir basílicas y catedrales sino de fortalecer la fe popular alentada por una teología que se reformaba desde antes de Lutero. Y a pesar de los pesares una persona culta y con fe puede estar agradecida hoy a las jerarquías eclesiásticas que impulsaron las bellas artes –arquitectura, escultura, pintura música- , así como las ciencias y el derecho, dinamizando la cultura como manifestación humana de la grandeza infinita de Dios. El Evangelio también se comunica con las piedras aunque tantas veces no sepan valorarlo los impulsores de una supuesta Iglesia de los pobres como le ocurrió a Lutero.

Jesús Ortiz López



https://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=60305&cod_aut=a12dcw21ag6ffd

miércoles, 25 de octubre de 2017

San Pablo ¿misógino?




El actor Jim Caviezel (La Pasión de Cristo) interpretará al apóstol san Pablo y es de esperar que con éxito porque la vida de Pablo de Tarso es la gran aventura de un líder carismático, como se dice ahora. Jesucristo ya resucitado le fichó para ser el Apóstol de los gentiles, es decir, de quienes no pertenecen al Pueblo hebreo como él, fariseo, hijo de fariseos y educado en la Toráh a los pies del rabino Gamaliel.

La película se centrará en los últimos tiempos de Pablo encarcelado en Roma, en la prisión Mamertina es espera de ser ejecutado por orden de Nerón. Allí volvería a recordar y hablar someramente de los padecimientos en la difusión del Evangelio de Jesús por Asia menor, Macedonia y Acaya; después en Roma prisionero en dos ocasiones, y es posible que llegara a Hispania, según el deseo expresado en la Carta a los romanos.

En la segunda Carta a los corintios hace un breve relato de esas aventuras difíciles: «De los judíos he recibido cinco veces los cuarenta azotes menos uno; tres veces he sido azotado con varas, una vez he sido lapidado, tres veces he naufragado y pasé una noche y un día en alta mar. Cuántos viajes a pie, con peligros de ríos, peligros de bandoleros, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en despoblado, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos,
trabajo y agobio, sin dormir muchas veces, con hambre y sed, a menudo sin comer, con frío y sin ropa. Y aparte todo lo demás, la carga de cada día: la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma sin que yo enferme? ¿Quién tropieza sin que yo no me encienda? (2 Co 11,24).

Y es que san Pablo ha sido un hombre con un corazón abierto a todos, comprensivo y cariñoso como demuestran sus interminables despedidas en las cartas, por ejemplo, en la escrita a los romanos, capítulo16, o a los Éfeso (Ef 5, 21).

Dicen que era misógino
Pero  hete aquí que de nuevo algunos como el novelista Benjamín Black (pseudónimo de John Banville) vuelve al tópico de afirmar que era misógino por su aversión a las mujeres. Cosa que sería de otro modo -afirma- si las mujeres hubieran podido ser ministras de la Iglesia y los sacerdotes casarse. Se trata de una interesante carambola a tres bandas que todavía van juntas en la mente de algunos.

Todo debe venir de la Carta primera a los corintios sobre el uso del velo y otras afirmaciones situadas en el contexto histórico y las costumbres sociales de la época. También de alguna enseñanza sobre la misión de la mujer en la familia en obediencia al marido, pero como éste debe también hacer puesto que nadie aborrece su propia carne y por eso debe cuidar de ella y de los hijos (1 Co 11, 7).

Leer a san Pablo
Quien se toma el trabajo de leer a Pablo completo no puede por menos de apreciar se respeto por las mujeres, buenas colaboradoras en las tareas de evangelización, como Lidia, la primera persona que pide ser bautizada por Pablo en Filipos a las puertas de  Europa, con toda su familia; y del marido ni se menciona el nombre.  Febe es otra mujer importante que está al servicio de la iglesia de Céncreas y se le confía la Carta a los romanos  para su difusión; Prisca es la mujer de Áquila, un matrimonio que colabora estrechamente con Pablo; Junia y Andrónico son parientes suyos; Trifena y Trifosa trabajan en el Señor; todos estos y otros son mencionados al final de la Carta a los romanos.

Además, a los cristianos de Colosas les escribe exhortaciones específicas para cada grupo de persona: «Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimo. Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos humanos, no por servilismo o respetos humanos, sino con sencillez y temor del Señor. Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor, y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor. Al injusto le pagarán sus injusticias, pues no hay acepción de personas» (Col 3,18-25).

De modo que la igualdad del marido y la mujer es afirmada con claridad, en esa época, cuando escribe a los de Corinto: «A los casados les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido; pero si se separa, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con el marido; y que el marido no repudie a la mujer. A los otros les digo yo, no el Señor: si un hermano tiene una mujer no creyente y ella está de acuerdo en vivir con él, que no la repudie. Y si una mujer tiene un marido no creyente, y él está de acuerdo en vivir con ella, que no repudie al marido, pues el marido no creyente se santifica por la mujer y la mujer no creyente se santifica por el hermano; si fuera de otro modo, vuestros hijos serían impuros, y de hecho son santos». Y uno se pregunta ¿dónde está la misoginia de Pablo? Sólo en la fantasía de algunos poco leídos.


Jesús Ortiz López



https://www.religionconfidencial.com/tribunas/San-Pablo-misogino_0_3026697331.html

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Padrenuestro desde el tendido

Mucho se ha difundido el Padrenuestro rezado desde el tendido en la plaza de Sanlúcar de Barrameda. Todo empezó con un minuto de silencio al acabar el paseíllo cuando dio paso al rezo del Padrenuestro por un aficionado espontáneo.


Un espontáneo
Me parece que este hombre demostró más valentía que si hubiera saltado al ruedo en medio de la lidia, porque hay protagonismos solidarios como el suyo, y protagonismos narcisistas capaces de estropear una corrida con su egoísmo desesperado. Este aficionado podría haber sido abucheado por unos o ninguneado por otros con el silencio cobarde de los espectadores. Pero afortunadamente no ha ocurrido así pues todo el tendido respondió a ese Padrenuestro y concluyó con un sonoro aplauso.
Todo demuestra que el pueblo no secuestrado por los voceros del laicismo –ciertos intelectuales, artistas mediáticos y políticos con cristianofobia-, ese pueblo es más cristiano de lo que se atreve a manifestar de ordinario. Y necesita una chispa al menos para que aflore la luz de la fe popular, que sirva como válvula de escape frente a tantas ofensas blasfemas contra Jesucristo, contra la Eucaristía y contra la Virgen María. Por todo ello el pueblo, nosotros, puede congratularse de momentos singulares de fe valiente.

Fe con oportunidad

Lo que hace falta es que vayan avanzando las manifestaciones normales de la fe católica que sustenta nuestra sociedad, y genera una moral de alto nivel –que hoy se echa en falta- aunque nos cueste mucho ser consecuentes. Cuando una persona tiene fe se nota entre los vecinos, amigos, y familiares, y naturalmente por su honradez en el trabajo y el trato con los compañeros. No se trata entonces de hacer ostentación de fe pero sí de ser naturales y coherentes. A veces un adiós en lugar del rutinario vale ya indica algo distinto, así como bendecir la mesa en un restaurante o tener un pequeño crucifijo en la mesa.

El Compendio del Catecismo habla con amplitud de la oración del cristiano como un diálogo con Dios desde el corazón, manifestado oportunamente también con las oraciones vocales; lo facilón es reducirlas a costumbres rutinarias en vez de valiosas joyas de una tradición multisecular, que han sido rezadas por millones de personas en momentos de alegría, de preocupación, o de dolor a la hora de la muerte, la hora de la verdad.

Considera que el Padrenuestro es el compendio del Evangelio según las palabras de Tertuliano o la más perfecta de todas las oraciones según Tomás de Aquino. El Evangelio está centrado en Jesucristo, la Palabra de Dios encarnada, que es Cabeza de la Iglesia y de la creación entera, que ora en nuestro nombre al Padre, mientras los creyentes le rezamos a Él como Salvador de toda la humanidad, incluidos los que todavía no le conocen ni le tratan como el Dios con nosotros.
 
Qué dice el Padrenuestro

El Compendio recuerda que la oración de Padrenuestro comienza dirigiéndose a Dios como «Padre, nuestro, que estás en el cielo». Algo inusitado en cualquier otra religión que ve a Dios muchas veces con temor. En esta oración en cambio tratamos con familiaridad a un Padre, reconocemos la igualdad de los hombres, y su gloria en el Cielo. Nos pone así en la órbita de Dios, algo completamente necesario hoy día cuando los hombres centran su vida, sus trabajos y sus proyectos en este mundo sin mirar hacia el cielo, y se ocultan a sí mismos las preguntas esenciales del hombre esencial.
Siguen las siete peticiones, las tres primeras referidas a Dios mismo: «santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo».  Y las cuatro restantes son peticiones que presentan al Padre de misericordia nuestras miserias y nuestras esperanzas: le piden que nos alimente, que nos perdone, que nos defienda ante la tentación y nos libre del Maligno. Todas las necesidades profundas del ser humano encuentran el cauce seguro en estas cuatro últimas peticiones, pues cuando uno reflexiona con algo de fe va encontrar respuestas a sus necesidades e inquietudes.

De este modo el Padrenuestro pone al hombre en sintonía con Dios Padre, en armonía con Jesucristo y con los demás hombres, empezando a verlos como humanos en vez de cómo objetos despersonalizados. Una gran diferencia respecto a las ideologías modernas de la despersonalización, como son el comunismo y el nazismo todavía activos, y en realidad de los totalitarismos. Con el Padrenuestro cada uno puede ver a los demás como hijos del Padre y hermanos en Jesucristo.
Es una experiencia que han tenido algunos conversos de manera extraordinaria por gracia de Dios, como Tatiana Goricheva, la atea comunista rusa, que descubrió el Padrenuestro y comenzó a ver a las viejecillas que rezaban en la iglesia como futuras habitantes del Cielo que ella buscaba sin saberlo, tenía envidia de su paz,  y comenzó a amarlas sin conocerlas. Son milagros del Espíritu cuando uno se quita la venda del antropocentrismo, reconoce su falta de fundamento, y se decide a rezar a Dios. Cualquier lugar resulta adecuado para hacerlo: los toros, el paseo, el trabajo, y naturalmente el templo.


http://www.religionconfidencial.com/tribunas/Padrenuestro-tendido_0_2997300261.html

sábado, 22 de julio de 2017

G. Sartori: No jugar con las palabras

Una imagen vale más que mil palabras, suele decirse, pero no es así según el pensador Giovanni Sartori, recientemente fallecido. Considera que leer lleva a pensar mientas que ver imágenes no lo facilita.

Una de sus obras más difundida se titula Homo videns, contrapuesto a Homo sapiens[1]. Con un estilo personal brioso expone sus razones contrastadas con otros autores e ilustradas con investigaciones solventes.

La tesis de Sartori es que el hombre que abandona el ejercicio de la abstracción (pensar y razonar conceptos desde la información) pierde racionalidad y se convierte en el animal simbólico (homo videns) incapaz de transitar por el mundo del homo sapiens: una persona que piensa, reflexiona con lógica, no se conforma con lo inmediato, y se esfuerza por tener una visión más universal. 

Palabra y realidad
Precisamente el homo sapiens se desarrolla también en la esfera del mundo no sensible: conceptos y concepciones mentales, que siguen una lógica y excluyen errores o apariencias. Y si destruimos los conceptos abandonamos la lógica y todo se hace inestable y relativo ¿No nos suena? Si llamamos matrimonio a cualquier unión afectiva, o muerte digna al suicidio, orgullo a la exposición descarada de una opción sexual, o escrache al acoso, entonces no hay modo de entenderse y desaparece la frontera entre lo beneficioso o lo perjudicial para la persona, lo que contribuye al bien común o sólo a unos pocos, lo que es justo y conforme a normas de convivencia pacífica o lo que es injusto. 

De suyo y en principio la palabra y la imagen no se contraponen pero cuando esta se impone sobre la palabra sufre el pensamiento, la cultura y el progreso cualitativo. En los países de nuestro entorno está comprobado estadísticamente que mientras los jóvenes ven varias horas de televisión y dedican horas a las nuevas tecnologías, decae la lectura (más del 30% no lee un libro al año), entre otras causas porque no tiene tiempo para ello.

El avance tecnológico es inevitable y contribuye a la civilización pero no debe aceptarse a ciegas, como hacemos por ejemplo con la contaminación que es inevitable pero la combatimos razonablemente, o la energía nuclear que puede ser beneficiosa o tremendamente perjudicial. Por eso ante el progreso tecnológico inevitable debemos tomar medidas.

Sartori considera que se está dando un nuevo modo de situarse ante la vida que consiste en levantar los muros antes que los cimientos, colocar los ladrillos antes que la argamasa, y empezar la casa por el tejado. No le falta razón en su crítica cuando vemos que una pareja primero convive, luego tiene hijos, y más tarde se casan con los hijos de la mano.

Para pensar
Algunas afirmaciones suyas pueden hacernos pensar aun discrepando de ellas, por ejemplo:
- Es falso que la imagen no miente aunque sí hace la mentira más eficaz
- La televisión ha homogeneizado los modelos de vida restando libertad
- Los telediarios agitan al público para aumentar la audiencia
- El mundo dominado por la imagen está generando el pospensamiento y la posverdad
- El conocimiento mediante imágenes no es un saber en sentido cognoscitivo
- Tenemos un gran proletariado del pensamiento
- Los niños son absorbidos por la navegación pero no por los contenidos
- El lenguaje joven es hoy por aproximación
- Los sondeos se basan en opiniones desinformadas de gente no experta en problemas complejos
- El testimonio de los famosos no es una fuente autorizada de verdad
- La tecnopolítica digital será utilizada por una raza patrona de pequeñas elites que puede llegar al totalitarismo.
- Se está dando una erosión del capital social y axiológico, sobre los valores de la persona
- El homo sapiens está desplazado por el homo sentiens obnubilado por los medios como homo videns

 Jesús Ortiz


[1] Homo Videns. La sociedad teledirigida. Taurus. Bardelona 2016, 20ª.205 págs


http://www.religionconfidencial.com/tribunas/Sartori-jugar-palabras_0_2969103085.html

miércoles, 5 de julio de 2017

Dudas sobre el Premio a Karen Armstrong

Todo paso hacia la trascendencia me parece positivo porque camina de acuerdo con nuestra naturaleza espiritual. No somos pura materia sino espíritu encarnado que apunta siempre al más allá de la inmortalidad personal.

Las religiones del mundo van en esa dirección que permite a los hombres superar la tentación tan frecuente del materialismo en cualquiera de sus formas: desde el grosero hedonismo hasta el consumismo actual, pasando por el materialismo dialéctico que sigue presente en la mente y en los hechos de algunos aunque se disfrace de otras maneras populistas.

Defensa de la religión
La pensadora británica Karen Armstrong recibirá este año el premio Príncipe de Asturias por sus estudios sobre el papel positivo de las religiones en la sociedad. En un tiempo de laicismo extendido en la sociedad española por una mala educación en todos los sentidos, aunque también por mala explicación de los cristianos, sus trabajos merecen un reconocimiento por defender la religión como instrumento de paz y de convivencia.

Con este premio se ofrece una oportunidad para poner en valor el hecho religioso, desentrañar el sentido de la religión y defender a Dios, sobre todo del Dios cristiano que ha sido puesto en el banquillo con falta de respeto, como señalaba el escritor también británico C.S. Lewis. Porque no debemos acostumbrarnos a presenciar como mudos espectadores los ataques a nuestro Dios, a Jesucristo y a la Iglesia, cuando pretender expulsarlo de la sociedad y en concreto del espacio público, como busca la extrema izquierda y no tan extrema, que no pierde ocasión de proponer medidas como quitar las capillas de las universidades públicas, de los hospitales, de los tanatorios, acabar con la asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas, o impedir la enseñanza de la religión en los institutos. Toda una cruzada laicista sustentada por algunos partidos que todavía no han asimilado el derecho fundamental a la libertad religiosa.

Algunas dudas
El pensamiento de la señora Armstrong parece contrario a ese laicismo aunque me  permito señalar un inconveniente suyo para concederle ese merecer es Príncipe de Asturias. Se trata de las veces que ha expuesto la idea de que Occidente ha contribuido en cierta medida al desarrollo del terrorismo islámico, lo cual me perece injusto con el cristianismo que configura nuestra historia milenaria hacia la civilización moderna. Escribe: « Cuando miramos con horror la farsa del Estado Islámico sería sabio reconocer que la violencia bárbara puede ser, al menos en parte, el producto de las políticas guiadas por nuestro desdén».

El terrorismo no tienen ninguna justificación y los cristianos no podemos callar ni dejar de actuar ante la violencia asesina de los fanáticos. Los atentados recientes y sucesivos en el Reino Unido no invitan a ninguna Alianza de Civilizaciones, tan querida por aquel Rodríguez Zapatero que practicaba el buenismo con todo lo ajeno a nuestra civilización, que intentó descomponer nuestra historia, y cambiar la democracia alcanzada desde la Transición. Porque las ideas expuestas como las de Armstrong tienen un largo recorrido aunque sean dichas con buena voluntad, y por eso los pensadores deben ser más responsables en lo que difunden. No estará de más recordar que el filósofo Heidegger fue complaciente con el nazismo.

No podemos ser meros espectadores asustados y semiadmirados de una supuesta fe en un Dios guerrero del islam fanático. Que se lo digan a los ciudadanos ingleses heridos en los atentados en pasadas semanas por el zarpazo terrorista que se envuelve en la negra bandera del Daesh. Por eso sigo teniendo dudas acerca de la oportunidad del Príncipe de Asturias par esta pensadora británica.



Jesús Ortiz López 


http://www.religionenlibertad.com/dudas-sobre-premio-karen-armstrong-57848.htm

martes, 13 de junio de 2017

Elenco de laicismo


Por tierra, mar y aire el laicismo agresivo de la casta que ya toca cierto poder, persigue a la Iglesia sin darse cuenta de que llevan veinte siglos de retraso sin haberlo conseguido. Y no quieren reconocer el bien que la Iglesia hace a la sociedad porque su camino hacia Dios siempre pasa por el hombre, aunque algunos han hecho suyo al Hobbes del homo homini lupus, que no necesita traducción. 

Vemos algunas noticias recientes pues basta abrir internet y comprobar los empeños estériles de quienes dan golpes contra el aguijón o escupen al cielo. Por ejemplo:

+ Las palabras que no pudo pronunciar el catedrático abucheado en el debate de la Universidad Laica.
+ Pintada en la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid.
+ El Ayuntamiento de Zaragoza pretende quitar a la Iglesia la catedral.
+ Suspendido el intento municipal de hacerse con la Seo.
+ Qatar, detrás de la campaña para quitar la Catedral de Córdoba.
+  El Tribunal Supremo da la razón al colegio de educación diferenciada de las Hermanas de la Cruz de Sevilla.
+ Alarma ante el calendario escolar valenciano basado “en criterios pedagógicos y no en fiestas religiosas”.
+ “Tu madre fue valiente. Tu no”. La respuesta del cura a quien pintó “Aborto libre en su parroquia.
+ El Cardenal Cañizares recibió insultos a través de Twitter, tras una homilía en defensa de la vida. También ha sido perseguido por manifestarse en contra de la ideología de género.
+ El grupo municipal de IU-CM Los Verdes en el Ayuntamiento de Getafe presentaron una moción para declarar persona no grata a monseñor López Andújar.
+ Ofensa en el carnaval de Palma de Mallorca

El lector puede rellenar los puntos suspensivos…………………


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sábado, 10 de junio de 2017

Laicismo en la Complutense


Notable eco ha tenido el acto de la asociación Europa Laica en la Universidad Complutense, en el que todos los ponentes defendieron la eliminación de las capillas y símbolos cristianos. La guinda vino en el turno de palabra cuando impidieron al catedrático de Filología Griega, Felipe G.Hernández, que expusiera su parecer contrario a lo allí se expuso.

Hizo un buen repaso de la historia universitaria que ha configurado la Europa cristiana de las libertades y el progreso. Oxford exhibe en su escudo el lema “Dominus illuminatio mea”; la complutense “Libertas perfundet omnia luce”, en su escudo con el cisne  y el cordón de san Francisco, en honor a su fundador el Cardenal Cisneros; para recordar que la Iglesia es la fundadora de las universidades, del saber abierto donde no debería caber la censura ni el sectarismo. Y que ha hecho mucho más que las ideologías totalitarias del pasado o del presente por las libertades cívicas, como reza también en el Ayuntamiento de Londres “Domine, dirige nos”. Todo esto fue rechazado sin permitirle mantener el micrófono para acabar su intervención, que también recordaba la sentencia de marzo de 2011 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la presencia de crucifijos en la escuelas públicas italianas: porque reconoce la libertad religiosa, apoya la cultura europea, y sintetiza los valores de la civilización occidental.

Quizá algunos universitarios siguen pensando que “universidad laica” significa “universidad anticatólica” pues les han inducido una animadversión al cristianismo, a la Iglesia, y a Jesucristo: es la “cristianofobia”. La palabreja misma señala que se trata de una enfermedad psicológica que causa en el individuo una alteración de la realidad y llega a ver otra cosa; una enfermedad del espíritu que consiste en un desequilibrio irracional con rechazo al objeto de su fobia: cristofobia, ágorafobia, fotofobia, claustrofobia, etc.

Tantos episodios sectarios han configurado una falsa imagen de la Complutense, donde sí hay muchos profesores, alumnos, y personal no docente, que viven pacíficamente la fe cristiana y por eso defienden una educación integral  que no se limita a producir técnicos sin alma, porque luego se estrellarán en la vida. De esto podrían hablar tantos antiguos alumnos de la Complutense, salvo los que se han acogido al pesebre de la extrema izquierda. Son pues muchas las personas en la universidad que defienden unas ideas sensatas como mínimo sobre: la dignidad de las personas, la libertad de cátedra, o la tolerancia, sin asustarse con la intolerancia de algunos muy combativos en grupo, no tanto en particular, y a ellos ha intentado responder el profesor G.Hernández, de la Facultad de Filología. Menos mal que después hemos visto publicado el texto completo de su intervención, enhorabuena.

Llevamos décadas  sufriendo  en España la manipulación sobre el carácter laico del Estado y sus instituciones. Afortunadamente hace muchos siglos que los hombres y mujeres cristianos saben distinguir en la teoría y en la práctica entre “laico” y “laicismo”, pues este último es una ideología que tergiversa la realidad de la Iglesia. Algo que ya tenían claro los primeros cristianos hasta el punto de sufrir martirio por defender la libertad de conciencia frente al Imperio, porque ya vivían la enseñanza de Jesucristo, “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”, es decir, cumplid las leyes civiles y colaborar con los poderes como buenos ciudadanos, pero no deis al César lo que es de Dios: la libre adhesión de la persona para vivir el mandato del amor a Dios sobre todas las cosas –con toda la mente, todo el corazón, y toda el alma-, y al prójimo como a sí mismos.
Parece que en la Complutense algunos no se han enterado, viven con anteojeras y pretenden aplicarlas a sus alumnos,  y también tapar la boca a quienes discrepan del pensamiento totalitario como ese valiente profesor. No pasarán pero ellos sí pasarán.
Jesús Ortiz López

P.D. enlace que vuela por la red

http://www.alfayomega.es/114338/las-palabras-que-no-pudo-pronunciar-el-catedratico-abucheado-en-el-debate-universidad-laica

lunes, 27 de febrero de 2017

Educar sin cambiar nuestra historia



Hay que reparar el daño moral hecho a los jóvenes por enseñarles una historia moderna de España falsa, culminada con la Ley de Memoria Histórica, una contradictio in terminis porque la historia no se escribe desde las leyes. Y porque las versiones manipuladas de los últimos siglos, y singularmente de la Guerra Civil -presentada en varias Autonomías-, siguen encajonando a los alumnos en un mundo de ignorancia y menosprecio a su país: por ejemplo, el descubrimiento y conquista de América; las leyendas negras de la Iglesia; los buenos y los malos en la Guerra Civil; o el papel de los católicos en la Transición. Los jóvenes y muchos mayores asisten pasivamente al desmantelamiento con alevosía de monumentos y personajes importantes de nuestra verdadera historia, cultura y arte, como José María Pemán, José Calvo Sotelo, Pedro Muñoz Seca, José Utrera, o los mártires civiles y religiosos asesinados junto a las tapias de los cementerios. Luis Felipe Utrera, hijo del anterior ha calificado esa Ley como una “orgía iconoclasta desde el odio cainita”; y citaba la frase del existencialista francés Albert Camus: “existe una filiación biológica entre el odio y la mentira”. ¿Pero qué les importa a los deformadores de la historia y de la conciencia ajena?

Ciertamente se ha globalizado el imperio de la mentira pero eso no nos exime de barrer nuestra propia casa, como señalaba el filósofo Julián Marías cuando afirmaba que no se abrirá de verdad el horizonte de España mientras no haya una decisión de establecer el imperio de la veracidad. Y reclamaba que cada uno pida en privado, y en público si hace falta, que el mentiroso confronte sus ideas con datos y salga de su cueva, a fin de no hacernos cómplices y acreedores ante las futuras generaciones. 

Vienen a la mente también las advertencias de G.Orwel sobre el Gran Hermano con su ministerio de la verdad, o su rebelión en la granja, donde todos son iguales … aunque unos más que otros cuando la nueva casta llega al poder.

Estamos por tanto ante un tema ético fundamental que solo puede desarrollarse en una atmósfera de verdad: la verdad os hará libres dijo Jesucristo, mientras que una libertad autosuficiente no nos podrá hacer verdaderos, según dicen algunos. Por eso hace mucha falta un pacto de Estado por la libertad, la ética y la educación integral que dure años, porque no hay juventud que soporte siete leyes de educación en treinta y cinco años; y casi da pena mostrar la extensa relación: la LGE 1970; LOECE 1980; LODE 1985; LOGSE 1990; LOCE 2002; LOE 2006; y la abortada LOMCE 2013. Hace falta elaborar una ley básica para todo el Estado caracterizada por la igualdad, la calidad, y la verdad, algo que los ciudadanos debemos exigir a todos los partidos y especialmente a los obstruccionistas que aspiran a llenar las conciencias de los jóvenes de ideologías mentirosas.

 http://www.religionconfidencial.com/tribunas/Educar-cambiar-historia_0_2871912803.html

Los niños no vienen de París


Los obispos se han pronunciado sobre la llamada maternidad subrogada considerando que no es una solución ética para quienes desean tener un hijo. Son muchas cuestiones antropológicas, morales y doctrinales que están en juego, en una sociedad tan ensimismada en los derechos y encerrada en la emotividad. Por ejemplo, la manipulación de embriones atenta a la verdad y dignidad de toda persona, que no debe ser tratada como un objeto, o que los hijos son un don de Dios y no capricho. ¿Pero qué peso tiene la verdad y las razones en quien vive al margen de Dios? 

Veamos las razones de quienes han pensado sobre tan importante cuestión, desde posturas distintas. Así la ex diputada Lourdes Méndez Monasterio ha escrito un artículo en  ABC defendiendo la vida y mostrándose contraria a legislar los vientres de alquiler. Defiende estas ideas convencida de que no son suyas pues son parte del patrimonio ético que acompaña al ser humano; es algo prepolítico aunque los partidos teman hablan de la ética y sobre  todo de practicarla en los temas profundos. Manifiesta que «Estoy en contra de la regulación. Más que de motivos religiosos, se trata de una cuestión de derechos humanos, porque la maternidad subrogada ataca a la dignidad de la mujer. Si se impone la regulación en el congreso nacional, el PP ya no será mi partido. Me iré».

Pero lo importante es que la defensa de la vida humana indivisible. Unos partidos quieren fijar ciertos criterios, barreras, y tasas, pero sabiendo que después serán ignoradas por quienes entren en ese comercio, con preferencia gentes no muy necesitadas. Otros dicen que sea gratuita como si desconocieran que los países que han legislado una prestación gratuita, como el Reino Unido, no encuentran gente tan altruista ¿qué mujer se prestará a ser fecundada para gestar a una criatura durante nueve meses y después darlo “gratis et amore” a un pareja o a un individuo; por eso los demandantes tienen que acudir al extranjero, a países empobrecidos como Grecia, pobres como la India o el extremo Oriente para contratar a mujeres necesitadas, por un tercio (40 mil euros) o la mitad de lo que cuesta en los Países desarrollados como Estados Unidos (150 mil dólares). Con matices escribe la diputada Patricia Reyes de C’s encargada de redactar la propuesta que se presentará en unos meses: «Nosotros creemos que la gestante debe recibir algún tipo de compensación económica por las molestias”.

Por su parte Ángeles Álvarez, diputada socialista y militante feminista decía en El Mundo que «En los vientres de alquiler, la cuestión de clase, además de la de género, es determinante. En la práctica es una forma de explotación de las mujeres jóvenes. La libre regulación de los vientres de alquiler generaría paraísos reproductivos en lugares de pobreza y extrema vulnerabilidad de las mujeres. ¿Se puede comprar o vender una parte del cuerpo? ¿Un embarazo? ¿Un bebé? No». Y respecto a quienes alegan que los hombres donan semen añadía con sorna: «Un hombre puede tener un hijo sin enterarse, pero eso es imposible en el caso de las mujeres. Por no hablar de lo duro que es la donación de óvulos». 

Por otra parte, los eufemismos empleados hasta ahora indican la mala conciencia de quienes promueven estas prácticas; primero han hablado de los “vientres de alquiler”, después de “maternidad subrogada”, que queda más bonito, y ahora de “gestación subrogada” algo mucho más impersonal. Y precisamente los ideólogos de estas cuestiones pretenden despersonalizar la maternidad, erosionar el matrimonio y la familia, y seguir avanzando en el imperio de la ideología de género. Además ya tenemos experiencia de cómo trabajan con los eufemismos para imponer una determinada opinión pública y manipular las conciencias, como “el derecho a elegir”, “interrupción del embarazo”, “matrimonio homosexual”, o “familias alternativas”. Quizá falte poco volver a las cigüeñas que traen los niños ricos desde París. En realidad son intentos de eliminar a la madre y de jugar a capricho con las criaturas. Y así todos contentos escondiendo la conciencia bajo las alas.

Por todo esto la ex diputada escribe que “La defensa de la vida es del todo incompatible con la permanencia del derecho al aborto; la defensa de la libertad es incompatible con leyes que imponen una ideología; la defensa de la dignidad de la persona es incompatible con la explotación de la mujer o la mercantilización del hijo”

Jesús Ortiz
 
http://www.religionconfidencial.com/tribunas/ninos-vienen-Paris_0_2882711704.html


http://www.religionconfidencial.com/tribunas/ninos-vienen-Paris_0_2882711704.html