martes, 26 de junio de 2018

Se puede volver


Leo «Imperiofobia y leyenda negra» de María Elvira Roca Varea que está llegando a mucha gente interesada en conocer esa faceta de nuestra historia, gentes hartas de mentiras, o fake news como se dice ahora. Y me gusta, aunque lo principal es que investiga con rigor ese aspecto de nuestra historia tergiversada, para desmontar las mentiras y conveniencias del poder extranjero, durante siglos, así como el complejo cainita de muchos españoles -hoy día exacerbado en el mundillo cultureta- que ha generado y transmitido esa leyenda negra. Una parte de su investigación coincide con la famosa obra de Julián Juderías publicada en 1914, «La leyenda negra», un verdadero fenómeno polifacético, políglota y diplomático que luchó para lavar la cara de España ya en el siglo XX y antes. Precisamente se cumplen ahora los cien años de su muerte: una vida plena en sí misma, y de servicio a su patria.  

La profesora Roca Varea manifiesta en su obra y en entrevistas posteriores su despego respecto a la Iglesia católica, que servirá a algunos para reconocer su imparcialidad. Desde su postura agnóstica dice que no le gustan algunas cosas de los Evangelios, de la moral católica, o de la Jerarquía incluido el Papa. Comprensible y razonable.

Aunque es una mujer culta reconoce que no ha recibido educación religiosa, en la tradición de su familia agnóstica. De todos modos, me parece que tiene un conocimiento práctico y ambiental suficiente del mundo católico con el que coincide en bastantes cosas, como le pasa a tanta gente entre nosotros, muchos no bautizados que después se bautizan cada año, especialmente en Pascua. Son varios cientos en España, varios miles en Francia y otros países europeos, o más de veinte mil en Estados Unidos. También son muchos los bautizados que vuelven a la comunión de fe y de vida en la Iglesia, porque han encontrado ayudas y testimonios que les han ayudado a superar prejuicios. Y pasividades.

Regreso a Ítaca
Estos días circula un reportaje multimedia «Regreso a Ítaca», con el testimonio de seis historias de mujeres y hombres que han vuelto a la fe católica después de años duros sin práctica religiosa, y han encontrado a la Madre Iglesia. También la película documental «Converso» asombra a miles de personas y curiosos que asisten al testimonio de una familia que ha transitado el camino de la mayoría de los agnósticos y no practicantes españoles. Primero creyeron, después se fueron, y después vuelven a la Iglesia real, no a las caricaturas que se habían hecho o les habían hecho, y que se pueden llamar eclesiofobia y cristianofobia. Roca Varea puede conocer con mentalidad abierta estos valiosos testimonios y esperar a ver qué ocurre.

Algo parecido declaraba el actor malagueño Antonio Banderas, que creció en una familia católica con educación cristiana, y después se alejó como otros, aunque volvió a rezar a Dios para que un hermano saliera de una grave intervención quirúrgica; recuperó también la tradición de Semana Santa como costalero en un paso -como es sabido-; y se dio cuenta de que no tenía que buscar demasiado ni recurrir a Buda o figuras de otras tradiciones orientales, porque había tenido siempre «delante de mis narices y en mi barrio» la fe cristiana vivida en su infancia.

Porque, en efecto, en cada barrio, pueblo o ciudad española encontramos una iglesia, unos párrocos, unos sacerdotes, unos fieles, unas Cáritas, que viven de verdad el evangelio. Es aquello de la sal de preserva de la corrupción y la luz del mundo: que ilumina y da calor.


Jesús Ortiz López

https://www.religionconfidencial.com/tribunas/puede-volver_0_3172482731.html

miércoles, 13 de junio de 2018

El Gobierno ante las familias

Por lo visto el ministro Ábalos tiene cinco hijos, la ministra Calviño tiene cuatro, y Teresa Rivera, la de Transición Ecológica, tiene tres. Todos ellos estarán encantados con su familia numerosa que, además del sacrificio personal, supone un regalo de Dios. Y seguro que conocen las dificultades para llegar a final de mes, pagar colegios y universidades, (aunque a ellos ahora les cambia la vida a mucho mejor). 

No me extraña que la Federación de Familias Numerosas -que representan a seiscientas mil familias, nada menos- los vean como referentes para defender la familia y la vida en este Gobierno socialista. De hecho, ya les piden actualizar las prestaciones; ayudas para paliar la pobreza infantil, que afecta especialmente a estas familias -algo ya manifestado por Sánchez-; acceso a empleo de calidad o sueldo familiar; y bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social, entre otras cosas necesarias.

Supongo que estos ministros y ministras tendrán voz y voto en el Gabinete para defender algo tan importante para la sociedad. Van a tener trabajo, y sobre todo buenos argumentos razonables con suficiente experiencia, así como capacidad de persuasión en las futuras deliberaciones de un Gobierno que va muy deprisa. Sin embargo, el pasado del presidente Sánchez y su ideología fuertemente socialista aventura que va a promover leyes contra la vida, como la ya anunciada eutanasia a cargo de la Sanidad pública; probablemente nada hará para corregir el suicidio demográfico, con una tasa de 1,3 hijos y en la cola de Europa; Sánchez hará una fuerte promoción de la ideología de género, que choca frontalmente con la natalidad, el matrimonio y la familia, y por ello contra el bien común, por cierto, una expresión barrida del lenguaje socialista (y también del resto de los partidos); y Sánchez va a asfixiar a las escuelas concertadas y a las de educación diferenciada, añadiendo más vueltas de tuerca contra la libertad de los padres para elegir la educación moral y religiosa que desean para sus hijos. Y un largo etcétera.


Por eso muchas familias solicitarán el apoyo de estos ministros y ministras en la espera razonable de que Ábalos, Calviño, y Rivero sean mínimamente coherentes con su vida y sus familias. El pluralismo es estupendo también en el Consejo de Ministros, mientras que el sectarismo es funesto para la conciencia y para la sociedad.

https://www.religionconfidencial.com/tribunas/Gobierno-familias_0_3165283470.html