lunes, 27 de febrero de 2017
Educar sin cambiar nuestra historia
Hay que reparar el daño moral hecho a los jóvenes por enseñarles una historia moderna de España falsa, culminada con la Ley de Memoria Histórica, una contradictio in terminis porque la historia no se escribe desde las leyes. Y porque las versiones manipuladas de los últimos siglos, y singularmente de la Guerra Civil -presentada en varias Autonomías-, siguen encajonando a los alumnos en un mundo de ignorancia y menosprecio a su país: por ejemplo, el descubrimiento y conquista de América; las leyendas negras de la Iglesia; los buenos y los malos en la Guerra Civil; o el papel de los católicos en la Transición. Los jóvenes y muchos mayores asisten pasivamente al desmantelamiento con alevosía de monumentos y personajes importantes de nuestra verdadera historia, cultura y arte, como José María Pemán, José Calvo Sotelo, Pedro Muñoz Seca, José Utrera, o los mártires civiles y religiosos asesinados junto a las tapias de los cementerios. Luis Felipe Utrera, hijo del anterior ha calificado esa Ley como una “orgía iconoclasta desde el odio cainita”; y citaba la frase del existencialista francés Albert Camus: “existe una filiación biológica entre el odio y la mentira”. ¿Pero qué les importa a los deformadores de la historia y de la conciencia ajena?
Ciertamente se ha globalizado el imperio de la mentira pero eso no nos exime de barrer nuestra propia casa, como señalaba el filósofo Julián Marías cuando afirmaba que no se abrirá de verdad el horizonte de España mientras no haya una decisión de establecer el imperio de la veracidad. Y reclamaba que cada uno pida en privado, y en público si hace falta, que el mentiroso confronte sus ideas con datos y salga de su cueva, a fin de no hacernos cómplices y acreedores ante las futuras generaciones.
Vienen a la mente también las advertencias de G.Orwel sobre el Gran Hermano con su ministerio de la verdad, o su rebelión en la granja, donde todos son iguales … aunque unos más que otros cuando la nueva casta llega al poder.
Estamos por tanto ante un tema ético fundamental que solo puede desarrollarse en una atmósfera de verdad: la verdad os hará libres dijo Jesucristo, mientras que una libertad autosuficiente no nos podrá hacer verdaderos, según dicen algunos. Por eso hace mucha falta un pacto de Estado por la libertad, la ética y la educación integral que dure años, porque no hay juventud que soporte siete leyes de educación en treinta y cinco años; y casi da pena mostrar la extensa relación: la LGE 1970; LOECE 1980; LODE 1985; LOGSE 1990; LOCE 2002; LOE 2006; y la abortada LOMCE 2013. Hace falta elaborar una ley básica para todo el Estado caracterizada por la igualdad, la calidad, y la verdad, algo que los ciudadanos debemos exigir a todos los partidos y especialmente a los obstruccionistas que aspiran a llenar las conciencias de los jóvenes de ideologías mentirosas.
http://www.religionconfidencial.com/tribunas/Educar-cambiar-historia_0_2871912803.html
Los niños no vienen de París
Los obispos se han pronunciado sobre la llamada maternidad
subrogada considerando que no es una solución ética para quienes desean tener
un hijo. Son muchas cuestiones antropológicas, morales y doctrinales que están
en juego, en una sociedad tan ensimismada en los derechos y encerrada en la
emotividad. Por ejemplo, la manipulación de embriones atenta a la verdad y dignidad
de toda persona, que no debe ser tratada como un objeto, o que los hijos son un
don de Dios y no capricho. ¿Pero qué peso tiene la verdad y las razones en
quien vive al margen de Dios?
Veamos las razones de quienes han pensado sobre tan
importante cuestión, desde posturas distintas. Así la ex diputada Lourdes
Méndez Monasterio ha escrito un artículo en
ABC defendiendo la vida y mostrándose contraria a
legislar los vientres de alquiler. Defiende estas ideas convencida de que no
son suyas pues son parte del patrimonio ético que acompaña al ser humano; es
algo prepolítico aunque los partidos teman hablan de la ética y sobre todo de practicarla en los temas profundos.
Manifiesta que «Estoy en contra de la regulación. Más que de motivos
religiosos, se trata de una cuestión de derechos humanos, porque la maternidad
subrogada ataca a la dignidad de la mujer. Si se impone la regulación en el
congreso nacional, el PP ya no será mi partido. Me iré».
Pero lo importante es que la defensa de la vida humana
indivisible. Unos partidos quieren fijar ciertos criterios, barreras, y tasas,
pero sabiendo que después serán ignoradas por quienes entren en ese comercio,
con preferencia gentes no muy necesitadas. Otros dicen que sea gratuita como si
desconocieran que los países que han legislado una prestación gratuita, como el
Reino Unido, no encuentran gente tan altruista ¿qué mujer se prestará a ser
fecundada para gestar a una criatura durante nueve meses y después darlo
“gratis et amore” a un pareja o a un individuo; por eso los demandantes tienen
que acudir al extranjero, a países empobrecidos como Grecia, pobres como la
India o el extremo Oriente para contratar a mujeres necesitadas, por un tercio
(40 mil euros) o la mitad de lo que cuesta en los Países desarrollados como
Estados Unidos (150 mil dólares). Con matices escribe la diputada Patricia
Reyes de C’s encargada de redactar la propuesta que se presentará en unos
meses: «Nosotros creemos que la gestante debe recibir algún tipo de
compensación económica por las molestias”.
Por otra parte, los eufemismos empleados hasta ahora indican
la mala conciencia de quienes promueven estas prácticas; primero han hablado de
los “vientres de alquiler”, después de “maternidad subrogada”, que queda más
bonito, y ahora de “gestación subrogada” algo mucho más impersonal. Y
precisamente los ideólogos de estas cuestiones pretenden despersonalizar la
maternidad, erosionar el matrimonio y la familia, y seguir avanzando en el
imperio de la ideología de género. Además ya tenemos experiencia de cómo
trabajan con los eufemismos para imponer una determinada opinión pública y
manipular las conciencias, como “el derecho a elegir”, “interrupción del
embarazo”, “matrimonio homosexual”, o “familias alternativas”. Quizá falte poco
volver a las cigüeñas que traen los niños ricos desde París. En realidad son
intentos de eliminar a la madre y de jugar a capricho con las criaturas. Y así
todos contentos escondiendo la conciencia bajo las alas.
Por todo esto la ex diputada escribe que “La defensa de la
vida es del todo incompatible con la permanencia del derecho al aborto; la
defensa de la libertad es incompatible con leyes que imponen una ideología; la
defensa de la dignidad de la persona es incompatible con la explotación de la
mujer o la mercantilización del hijo”
Jesús Ortiz
http://www.religionconfidencial.com/tribunas/ninos-vienen-Paris_0_2882711704.html
http://www.religionconfidencial.com/tribunas/ninos-vienen-Paris_0_2882711704.html
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