jueves, 16 de marzo de 2023

La cruz del cardenal George Pell

Se ha celebrado en Sydney el funeral por el cardenal George Pell muerto en Roma hace unas semanas. Han concelebrado unos treinta obispos, dos centenares de sacerdotes y decenas de seminaristas. Entre ellos, el presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, Timothy Costelloe, y el nuncio del Papa en Australia, Charles Balvo. Tras el funeral, el cardenal Pell fue inhumado en la cripta de la catedral junto a sus predecesores, según informa Alfa y Omega.

Es sabido que George Pell fue acusado en 2002 de abusos y condenado en un juicio con irregularidades y sin pruebas concluyentes, como ha reconocido la Corte Suprema de su tierra en 2020 después de su segunda apelación anulando la condena al cardenal por los cargos atribuidos.

Acababan ocho años de acusaciones, juicios, humillaciones, y de cárcel durante más de 400 días. Fue acusado y condenado injustamente de un delito no probado de abusos. Parece que algunos le tenían ganas. Sin embargo, en contraste con la gran difusión del escándalo durante esos años, no ha sido tan difundida la información y difusión acerca de su inocencia.

Pero antes había que echar barro sobre el cardenal por ser quien era como miembro importante de la Iglesia. Es significativo que en 2003 fuera nombrado cardenal por Juan Pablo II y también que el papa Francisco le recibiera seis meses después de esa anulación de sentencia.

Fue nombrado para diversos cargos en la Curia romana, como el Consejo Pontificio para la Paz y la Justicia, la Congregación para la Doctrina de la Fe y la Congregación para el Culto Divino. Paradojas de la vida porque le arrebataron injustamente la paz exterior y la libertad.

 

Diario en prisión

Su «Diario en prisión» es una reflexión que resume en veinte semanas los trece meses de cárcel y por ello de crecimiento interior y de caridad[1]. ¿Quién restituye la fama arruinada y el tiempo robado y el deterioro personal mientras estuvo en prisión? Porque en estos casos la exposición mediática se prolonga durante años mientras que la exculpación se despacha con rapidez y solo en algunos medios.

Su homónimo George Weigel comienza la introducción de este diario de modo contundente: «Este diario de prisión jamás debería haberse escrito. Que lo haya sido da testimonio del poder de la gracia de Dios para inspirar intuiciones, magnanimidad y bondad en medio de la desgracia, el mal y la injusticia».

Parece que el tribunal popular y los magistrados no van mucho a Misa porque, pasados estos años, la acusación de un joven no se sostiene. Antes, durante y después de una Eucaristía en la catedral no hay posibilidad física de un abuso por parte del celebrante, hay mucha gente en la sacristía y alrededores, aparte de desconocimiento de la personalidad del cardenal George Pell. Eso sin entrar en la poca consistencia de las pruebas, del testimonio inverosímil de ese antiguo monaguillo, y sus limitaciones psicológicas. De este hombre constata el cardenal que cambió muchas veces su declaración.

Bienaventurados los perseguidos

En la novela, Los hermanos Karamazov de Dostoievski, Mitia el principal protagonista afirma que en la tierra no hay justicia, especialmente para los débiles, algo que ha podido experimentar George Pell. Para el Tribunal que le condenó es un patinazo clamoroso que desvela las prisas por minar el prestigio de la Iglesia católica, arruinando la reputación del cardenal, que equivale a una muerte social. Y ha sido rectificado por el Tribunal Supremo de Australia.

Además hay fuerzas oscuras –según escribe el cardenal exculpado- que deseaban apartarlo de su labor de lograr mayor transparencia en las finanzas de la Santa Sede, incluidas ciertas inversiones. Vale la pena leer ese Diario con la tremenda experiencia en la cárcel, incluida la imposibilidad de celebrar la Misa durante tanto tiempo, tarea principal de un sacerdote. En ese encarcelamiento e intento de arruinar a un buen sacerdote y de alimentar el morbo contra la Iglesia se cumplen una vez más las palabras de Jesucristo «bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo, porque vuestro galardón es grande en los cielos ».

El presidente de la Conferencia Episcopal Católica Australiana ha destacado el liderazgo del Cardenal Pell en la Iglesia en Australia, e invitando «a todos los católicos y a otras personas de buena voluntad a unirse en oración por el cardenal Pell, un hombre de fe profunda y permanente, y por el descanso de su alma». Que así sea.

 

Jesús Ortiz López

 

 



[1] Diario de prisión. Card. George Pell. Palabra. Madrid 2021

Terremotos y otras cosas

Nuestra tierra ha sido considerada muchas veces como el balcón del universo principalmente por la facilidad para observar gran parte del cosmos. Nuestra atmósfera tiene la transparencia necesaria, y además las grandes conquistas de la técnica pueden registrar datos millonarios en años y en distancias.

El mal en el mundo

Muchos están de acuerdo en que el azar no puede explicar la existencia del universo y las condiciones excepciones que tiene nuestro planeta; y menos aún la aparición de la vida, por muchos cálculos de probabilidades que se hagan. Más bien las cosas apuntan a un origen superior que llamamos Dios, y que las religiones lo consideran como ser poderoso; el particular el judaísmo y el cristianismo saben que Dios es el Ser personal que ha creado con una voluntad libérrima y una sabiduría infinita, y se ha querido revelar a los hombres. La última explicación señala que Dios es Amor hacia el hombre, la única criatura que es querida por sí misma y no en función de nada; por eso su fin último está en Dios y su misión es proyectarse en el amor.

Con este marco de referencia se puede abordar la eterna cuestión de la presencia del mal en el mundo. De una parte porque la libertad del ser humano es real y puede desafiar a su destino; de hecho así lo muestra el relato del Génesis con palabras sencillas acomodadas a todos cuando habla de la creación como acto personal de Dios, y de lo creado como obra de amor, así como la prueba y rebelión de los progenitores, Adán y Eva, padre y madre de todos los vivientes.

J.R.R. Tolkien presentaba la creación como una impresionante sinfonía con una partitura abierta, y unos intérpretes capaces de desarrollarla o de destruirla con un terrible grito que rompe la armonía del universo, el primer pecado de los ángeles y de los hombres. No tratamos ahora de los males causados por la maldad humana reflejados en las guerras que acumulan todos los pecados humanos y destruyen la dignidad de las personas como hace un año que ocurre en la guerra de Ucrania invadida por tropas rusas. En este caso sí hay que pedir explicaciones a los hombres que las provocan y sostienen: en ellas están incluidas también las estructuras de pecado tan imperdonables y difíciles de desarraigar.

Hablamos aquí solamente de las catástrofes naturales no provocadas en principio por los hombres, aunque vaya usted a saber, si pensamos en el calentamiento global, la desertización, los residuos tóxicos, o el juego con armas químicas. En cualquier caso este mundo no es perfecto porque no es definitivo.

Catástrofes

Ante las catástrofes naturales como el tremendo terremoto en Turquía y Siria de estos días, con miles de muertos que lloramos, los hombres comprobamos anonadados nuestra poca consistencia pues estamos desarmados ante las fuerzas de la naturaleza. Esto ha ocurrido ya muchas veces por causas naturales pues este mundo no está acabado y no tiene capacidad de ser definitivo en su estado actual. La materia tiene origen y se transforma pero no puede eternizarse por sí misma.

Muchos se escandalizan de que el buen Dios no impida estas catástrofes y los gritos con lágrimas claman al cielo. Pero no somos los primeros desconcertados de la historia pues otros han sufrido desgracias como Job  -libro didáctico- que padece sucesivos vendavales de desgracias sin entender nada. Al final sabrá que no se trata tanto de entender, pues su inteligencia es limitada, sino de aceptar libremente ser criatura con un destino eterno que corresponde a un alma inmortal, a diferencia de la contingencia del mundo. El libro de la Sabiduría y los Salmos de la Biblia contienen los elementos para llegar más lejos con la inteligencia y la voluntad.

El Hombre de la cruz

Queda aún lo más importante: ante la muerte de los inocentes como ocurre con este devastador terremoto no hay palabras pero sí gestos. Jesucristo el Hombre crucificado por amor atrae las miradas incrédulas y el dolor inmenso para decirnos que «Yo voy por delante, y mi Padre no es jamás un Dios castigador» sino un Padre rico en misericordia que eleva a los hombres a una vida muy superior a todo lo soñado. «Ni el ojo vio ni el oído oyó lo que Dios tiene preparado para aquellos que le aman».

El escritor K.S.Lewis sufrió tanto con la muerte de su querida Hellen (Joy) a causa del cáncer, logra que mejore y son felices por un tiempo; el dolor de entonces es parte de la felicidad de ahora, en el viaje interior pues ella le había sacado de su egoísmo de solterón, abriendo una puerta inmensa al amor que goza y sufre con el amado. Por lo visto de eso trata el amor que supera con su abrazo la lógica humana. Por eso consideraba que en el muerte del ser querido Dios nos dice: «Vivimos en tierras de penumbra, es sol siempre brilla en otra, más allá de una curva, más allá de una colina. El dolor es megáfono para decirnos que nos ama. Dios habla cada día, nos susurra en alegrías, nos grita en el dolor. Es como el megáfono para oídos sordos, calla no entiendes nada, tienes que madurar. Rezo no para que Dios cambie sino que cambie yo. (…) He vivido dos vidas. Señor, perdóname si la he querido demasiado y ten misericordia de los dos».

El conocido tenor Andrea Bocelli, un hombre ciego que perdió la vista en su niñez, ha sabido transmitir con su canto la alegría del amor en su vida: «Cada vida es una maravillosa historia de amor que merece ser vivida. Cada vida es una obra de arte, y si no lo parece quizás hace falta iluminar la estancia que la contiene. El secreto es no perder nunca la fe y tener confianza en lo que tiene pensado Dios para nosotros. Todas las vidas si saben escucharlas nos hablan de amor, porque el amor es la clave de todo. Es el motor del mundo. Es la energía secreta de la que surge cada nota que canto. Y sobre todo recordad que la casualidad no existe. Es una ilusión de los hombres soberbios y sin ley que han sacrificado la verdad de nuestro mundo por la razón, las verdades que lo rigen todo».

Y el poeta Luis Rosales escribe: «La vida es un milagro gratuito. Las personas que no conocen el dolor son como iglesias sin bendecir/como un poco de arena que soñara en ser playa/ como un poco de mar porque el dolor es la ley de la gravedad del alma/ llega a nosotros iluminándonos, deletreándonos los huesos. / Cada dolor nos hace conocer de nuevo el mundo, cada nuevo dolor es un deslumbramiento de la verdad/ Vigila tu alegría y lo demás se te dará por añadidura. Vigila tu alegría, pero no vayas en su busca. No es necesario. /Cuando el impulso vital va aminorándose con los años es preciso aprender a vivir. /La espera forma parte de la alegría, de esa alegría que no turba ni ofende».

En estos momentos todos lloramos a los muertos en este terremoto y siempre tenemos el recurso de la oración, que no pide explicaciones a Dios y mueve los corazones a colaborar con las víctimas transformando un gran mal en un gran bien.

Jesús Ortiz López

 

https://religion.elconfidencialdigital.com/opinion/jesus-ortiz-lopez/terremotos-otras-cosas/20230210005457045442.html

 

Leyes contra razón y justicia

El TC ha rechazado el recurso presentado por el PP hace 13 años: durante ese dilatado tiempo ha dormido el sueño de los justos, y ahora en unos días ese Tribunal lo rechaza sin presentar por ahora las razones. Después, el jueves 16 de febrero el Congreso ha aprobado la reforma de la ley del aborto de Zapatero y Aído, de infeliz memoria nada democrática, estableciéndolo libre hasta las 14 semanas, incluso para niñas de 16 años. Esta vez sus señorías, por mayoría de 185 votos a favor contra 154, aprueba la ampliación de esa ley: un progresismo que dura 13 años. El mismo día aprueba la «ley trans» sin atender a las observaciones de los expertos juristas, pedagogos, psicólogos, psiquiatras.

Deconstruir la sociedad

Este Gobierno acelerado aprueba leyes para deconstruir la sociedad y especialmente a la familia y a los jóvenes. Es una vorágine sin atender a la sociedad, a los expertos, ni a la oposición. Parece que se han vuelto locos. Pero no es así, saben bien lo que hacen, son responsables de sus actos, es decir actúan con irresponsabilidad porque tienen en un puño el poder ejecutivo, legislativo y judicial, y de la mayoría de los medios de comunicación, como El País y la Secta, perdón la Sexta, la SER, y un largo etcétera.

Quienes tienen la buena costumbre de ir a Misa entre semana han escuchado las siguientes lecturas del Viernes de la 6ª semana del Tiempo Ordinario:  pura coincidencia, que invitan a pensar, y tener la esperanza de ganar una larga batalla.

Una antigua historia

Vamos a ello con la primera de ellas del libro del Génesis (11,1-9): «Toda la tierra hablaba una misma lengua con las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura en la tierra de Senaar y se establecieron allí. Se dijeron unos a otros: “Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos al fuego”. Y emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de argamasa. Después dijeron: “Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance el cielo, para hacernos un nombre, no sea que nos dispersemos por la superficie de la tierra”. El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres. Y el Señor dijo: “Puesto que son un solo pueblo con una sola lengua y esto no es más que el comienzo de su actividad, ahora nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Bajemos, pues, y confundamos allí su lengua, de modo que ninguno entienda la lengua del prójimo”. El Señor los dispersó de allí por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad. Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó el Señor por la superficie de la tierra».

Una observación: Dios no se complace en fastidiar a los hombres. El Génesis con su modo sencillo de presentar la historia de la salvación atribuye a Dios la confusión de lenguas, pero en realidad son los mismos hombres los que promovieron la confusión y falta de unidad. Y ahora, con los medios de masas, el poder juega con las palabras para cambiar las ideas y las conductas inoculando la interrupción voluntaria del embarazo, el derecho al aborto, la salud sexual y reproductiva, los derechos de las personas LGTBI

Jesucristo lo dijo con más claridad hablando de aquel hombre tan listo que empezó a construir su casa sobre arena mientras otra lo hacía sobre roca; ésta tardaba más pero cuando vinieron mal dadas, la tormenta con rayos y centellas su casa aguantó, mientras que la del exitoso se derrumbó con gran estrépito y fue grande su ruina. (Mateo 7, 24-27). Conclusión: las leyes pergeñadas con tanta prisa acaban mal.

Ganar el mundo pero perder el alma

Vayamos con un salmo, 32,10-11ss:  « R/ Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad./ El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad. /El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres./ Desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones».

Y el Evangelio recoge las siguientes palabras de Jesús (Marcos (8,34–9,1). EN aquel tiempo, llamando a la gente y a sus discípulos, Jesús les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles»./Y añadió: «En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia».

La gente de bien, los que trabajan por la paz, los que viven las Bienaventuranzas, no tienen éxito de momento pero tienen que seguir construyendo sobre roca. Van creando y desarrollando las estructuras de virtud: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, fe, modestia, continencia, castidad, solidaridad, defensa de la vida, colegios y universidades para una educación integral, asociaciones profesionales con liderazgo ético, presencia en las redes sociales (y si puede ser con algo más de salero).

Y debemos recordar también la parábola de los talentos para no enterrar en tierra el tesoro de la fe, de los principios morales, de la ley natural, de las leyes justas. Debemos seguir trabajando en los parlamentos, la universidad, los colegios, las empresas, la política, los hospitales, las familias, y las parroquias. Y Dios pondrá el incremento.

 

Jesús Ortiz López

 

 

Se puede reaccionar (I)

Poner nombre a las cosas es privativo del ser humano en un proceso complejo que requiere una comunicación fuerte en los sentidos y una inteligencia creativa. Intus legere sostienen algunos filólogos como origen de la palabra inte-ligencia: poner nombres a las cosas es conocerlas por dentro, es decir, descubrir su naturaleza con sus cualidades y accidentes. Por ejemplo, gracias a las ideas o conceptos podemos experimentar que conocido un delfín ya están conocidos todos los delfines con distinción entre su naturaleza y los accidentes: tan delfín es un macho como una hembra, uno de tres años como otro de veinte años.

 

El juego de las palabras

Aquel humorista, Forges, representaba a su personaje Blasillo con las manos en los bolsillos y diciendo a su compañero con mucha seguridad: “Pues yo, al pan le llamo flus, y al vino frodo”. Paradoja ridícula, porque así no se puede entender con nadie.

Jugar con las palabras no es resolver crucigramas, un buen pasatiempo instructivo, sino un ejercicio peligroso al que algunos se dedican desde hace tiempo. Si llamo “mariposa” a un “silla” estoy alterando la realidad desde mi mente, me confundo y no puedo dialogar con los demás; por eso el manejo del lenguaje es clave para la madurez personal y para convivir en sociedad.

Algunos ejemplos negativos son: interrupción voluntaria del embarazo; elegir una muerte digna; género en lugar de sexo; derechos de los animales; dieciséis formas de matrimonio; progenitor A y progenitor B; familia monoparental; trabajo fijo discontinuo; inmunidad de rebaño; homofobia, etcétera. Y viene a la mente la denuncia de Orwel en su obra supercitada «1984» pues bajo la protección del Gran Hermano la verdad es la mentira; la libertad es la esclavitud; el amor es el sexo; la guerra es la paz, y tantas otras manipulaciones absurdas.

Sobre la interrupción voluntaria del embarazo, ha escrito el profesor Ignacio Sánchez Cámara con lógica irrefutable: «Hablando con propiedad el aborto consiste en matar al feto en el seno de su madre, más bien de la mujer. Abortar no es interrumpir un proceso natural o, si lo es, consiste en matar al no nacido. No decimos que el asesinato sea la interrupción de un proceso vital ajeno, ni el robo la interrupción de la propiedad ajena ni la violación la interrupción temporal de la libertad sexual de una mujer. El aborto consiste en dar muerte a un ser humano antes de nacer, es decir, en matar.»

Y seguimos pues avanza la ley sobre el maltrato animal que parece un sistema de distopía más que una ley para convivir en sociedad. Cómo se puede legislar que matar una rata en el garaje se castigue con una multa y algo más ¿están desquiciados o qué están buscando?

El sentido común se rebela contra estos intentos de una ideología absurda que traspasa los límites de lo imaginable. Se puede descubrir la pretensión de fondo de una batería de leyes: borrar la frontera entre la realidad y el absurdo, entre el bien común y la locura de una minoría, o entre el derecho y la arbitrariedad, entre lo justo y lo injusto, entre el bien y el mal. He aquí la cuestión: porque tratan de borrar la realidad del mal en sus manifestaciones estableciendo un relativismo pleno, en el orden del conocimiento, de las leyes, y de la ética. Y en el fondo se quiere establecer una antropología individualista cerrada al espíritu.

Jesús Ortiz López

(Continuará)

https://religion.elconfidencialdigital.com/opinion/jesus-ortiz-lopez/puede-reaccionar-i/20230301004622045604.html

 


 

Se puede reaccionar (y II)

Decíamos que jugar con las palabras no es resolver crucigramas sino un ejercicio peligroso al que algunos se dedican desde hace tiempo.

Leyes inadmisibles

La ley de aborto sigue encontrando oposición en la mayoría silenciosa de los ciudadanos, y otro tanto sobre la ley de la eutanasia. Mientras muchos trabajamos a diario por hacer progresar la sociedad, otros se dedican a jugar con las vidas ajenas, con las leyes, los decretos, y las declaraciones lanzando mentiras a la cara sin inmutarse, pues cuentan con la colaboración de poderosos medios de comunicación afines, que configuran una y otra vez la opinión pública, pero también amparados por la inmunidad del poder que intenta acallar la disidencia.

Con estas leyes de protección de los animales se está librando la batalla sobre la condición humana. Intentan elevar tanto a los animales hasta igualarlos a los hombres: proteger a una rata o una zorra mientras se impulsa el aborto de casi cien mil criaturas al año en el seno materno. Las disposiciones, las leyes, y la opinión pública dominada se orientan a minusvalorar a las personas, a los desfavorecidos, a los discapacitados (personas con capacidades especiales), y a los hombres como culpables de violencia machista.

Un matrimonio que pasa por mal momento, una imposición indebida, unas palabras malsonantes, o un marido sin trabajo, son causa suficiente para que la mujer lo denuncie como maltratador. Según la ley es culpable mientras no demuestre lo contrario, y eso lleva tiempo, dinero y una fortaleza sobrehumana. Así están las cosas: la supresión del principio de inocencia sin demostración alguna.

Una breve encuesta a universitarios con propuestas para debatir en clase muestra la desorientación de los jóvenes en los temas capitales de la antropología, pues se inclinan a tratar temas candentes en la opinión pública. Por ejemplo, por orden de preferencia les interesa debatir - lo cual no quiere decir que estén de acuerdo- sobre: monarquía o república; pena de muerte sí no; legalizar o no las drogas; educación pública versus educación privada; igualdad entre el hombre y la mujer. Lo que menos les interesan son otras cuestiones importantes como: conciliación entre vida familiar y trabajo; cesión de soberanía a Europa; emancipación de los jóvenes del hogar familiar; independencia o politización de la justicia; el estado de las autonomías; el derecho de huelga; los defectos del sistema democrático.

Ideología de género

Construir un edificio es laborioso y destruirlo es fácil con unas cargas de dinamita. Construir un matrimonio lleva tiempo, conocimiento, amor y proyecto de vida con generosas cesiones por ambas partes; destruir un matrimonio se puede hacer con mucha facilidad.

Entender y aceptar la dignidad del ser humano ha llevado siglos, con sangre, sudor y lágrimas. Y ahora los nuevos maestros de la distopía van destruyendo las normas humanas de convivencia: el objetivo es sustituir la armonía por el desorden, el derecho por unos decretos poco democráticos, la caridad por el odio. El esquema marxiano de enfrentamiento entre clases sociales ha evolucionado como superioridad moral de la izquierda frente a la corrupción de la derecha. Y silencian las corrupciones propias como las antiguas en Andalucía y las actuales en Canarias y diputados del Congreso.

La apropiación de los medios de producción se ha sustituido por el control de la comunicación. Pero no olvidan lo más importante que es la deconstrucción de la familia, estableciendo dieciséis, veinte o treinta formas de unión; la deconstrucción del matrimonio considerado como alienación machista; y también la deconstrucción de la fe cristiana minando el prestigio moral de la Iglesia católica, de los sacerdotes y de las religiosas.

La ideología de género sustenta todo el entramado para cambiar la sociedad, para animalizar a los jóvenes con la pornografía, y para eliminar a los ancianos con la eutanasia. Esta ideología está omnipresente en las series, las películas, las novelas, las continuas noticias sobre violencia de género, y la expansión en las redes. También son cargas de profundidad aplicadas en los libros de texto, publicaciones y conferencias. Se trata de un magma de referencia en el que caben muchas cosas: la elección de sexo según la propia voluntad, abandonando su condición natural; el empoderamiento de la mujer imponiendo cuotas a todos los niveles; y la guerra de los sexos.

¿Será posible frenar esta deconstrucción social? No seríamos humanos si no confiáramos en nuestras propias fuerzas, en los valores humanos, en los principios inmutables, en hablar y actuar con la fuerza de la verdad y con la esperanza cristiana.

 

Jesús Ortiz López

 

https://religion.elconfidencialdigital.com/opinion/jesus-ortiz-lopez/puede-reaccionar-ii/20230309003538045672.html

 

Globos verdes a millares

 




El pasado domingo día 12 se ha celebrado en Madrid y otras capitales la concentración de los movimientos de la esperanza bajo el lema ¡Sí a la vida! Ha destacado el ambiente festivo y alegre compatible con la denuncia de las leyes de la cultura de la muerte, si se puede hablar de cultura cuando se suprime la vida de los más débiles por el aborto y la eutanasia.

No hay nada de extremismo en defender siempre la vida sino más bien profunda humanidad de buenos ciudadanos, como hacen muchos jóvenes que son la esperanza de la sociedad. Naturalmente esta concentración defiende a las mujeres frente a quienes las empujan a la violencia sin reflexión. Como contrapunto esta misma semana tenía lugar un día de la mujer, con manifestaciones desunidas y síntomas de cansancio. En cambio, los miles de globos verdes de la esperanza del Sí a la Vida han inundado en centro de Madrid.

En efecto, el mes de marzo acoge muchos encuentros y manifestaciones a favor de la vida de los no nacidos, en torno al día 25 cuando se celebra la Anunciación a la Virgen María, después de la fiesta de san José a quien se le ha confiado la protección de la Sagrada Familia.

 

Marcha por la vida

El movimiento 40 días por la vida acoge a varias instituciones de voluntarios convencidos y convincentes que defienden la vida de modo pacífico, si bien a ellos no los deja en paz la policía, cumpliendo órdenes naturalmente de las autoridades, que naturalmente siguen órdenes del ministerio de turno[1].

El mes pasado, febrero, se celebraba en Cracovia el Encuentro Internacional de Líderes de 40 Días por la Vida en el que Nayeli Rodríguez, coordinadora de España, fue galardonada como líder del año por la organización. «Es un reconocimiento para toda España porque nuestro país tiene una responsabilidad con el mundo en la causa provida», asegura la coordinadora nacional, según recoge Confidencial Digital[2].

Respecto a ese encuentro el joven Javier Brioso, coordinador en Sevilla, declaraba que ha sido una oportunidad para ver que no están solos en esta tarea, que  «España es un gigante católico que estaba dormido pero que, poco a poco, va despertando y esto se ve en el crecimiento tan rápido que ha tenido 40 Días por la Vida en nuestro país». Falta hace porque, como es sabido, el Congreso ha aprobado la reforma de la Ley del aborto.

Congreso aprueba la ley del aborto.

Ya pueden descansar los 185 diputados que votaron a favor de la ampliación de la ley del aborto de aquel Gobierno de Zapatero. Han conseguido su objetivo político contra los 154 que la rechazaban, pero no les será fácil dormir tranquilos, porque las criaturas abortadas a millares pesan mucho. Si lo dudan pueden escuchar a madres que abortaron y no logran olvidar a su hijo. Qué contraste entre la alegría por haber rescatado del terremoto en Turquía a un bebé, unido aún por el cordón umbilical, a la madre muerta: un superviviente, la fuerza de la vida, el asombro emocionado para todo el mundo.

Desde hace poco tiempo el escultor Timothy Schmatz viene instalando sus obras en la vía pública a tamaño natural con un mensaje de apoyo a los valores que han configurado nuestra cultura. Ha instalado en varios lugares su Monumento a la Vida, con la figura de la Virgen María Madre de Jesús, con su seno cóncavo y con Jesús-embrión, a modo de espejo que refleja al espectador, quedando así integrado e implicado en el círculo: él también es hijo de María y puede agradecer a sus padres haberle dado la vida.

 

Lejeune padre de la genética moderna

El padre de la genética moderna, Jérôme Lejeune, mostraba en una conferencia que «a los dos meses (in útero) nuestro bailarín mide menos de un pulgar desde la cabeza hasta la punta de las nalgas. Pero ahí está todo, miniaturizado hasta el extremo: las manos, los pies, el cerebro… Todo está en su sitio y ahora solo le falta crecer. En cuanto a su corazón, ¡ya lleva un mes latiendo!».

La filósofa Dugast hace un retrato del genetista francés con muchos detalles sobre su vida heroica en defensa de los pacientes con trisonomía frente a las leyes eugenésicas del aborto. Refiere la descarada declaración pública de una importante abortista en un congreso científico: «Queremos acabar con la civilización judeocristiana. Para acabar con ella, tenemos que acabar con la familia. Para acabar con la familia, tenemos que atacar su punto más débil: el niño no nacido. Por eso estamos a favor del aborto»[3].

Revuelo mediático

En cambio, hace poco se ha levantado una polvareda por seguir el protocolo de consentimiento informado con las embarazadas y por ello con las que quieran abortar. Ver una ecografía en 4D y oír el latido del corazón del feto da tranquilidad a las madres y ayuda para intervenir si fuera preciso, incluidas las que quieran abortar. Todo ese revuelo artificial levantado por algunos políticos tiene la ventaja de reabrir el debate sobre el aborto y sus consecuencias personales y sociales. Porque el silencio impuesto no beneficia a nadie, y menos a las madres.

Por otra parte, los médicos están satisfechos con los resultados del consentimiento informado, por ser un derecho de los pacientes y un deber profesional; sólo una minoría se ha prestado a practicar abortos, y de esos algunos han tenido la valentía de rectificar superando los prejuicios ideológicos anteriores o las conveniencias económicas.

En una encuesta hecha entre algunos alumnos de la Complutense aparece el aborto como una cuestión que rechazan, señal de lucidez y sentido moral. Ni ahora ni en lo sucesivo el aborto será un derecho justo, como ha señalado tantas veces Jaime Mayor Oreja, unos de los destacados defensores de la vida. Las próximas generaciones se preguntarán extrañados cómo una izquierda política, un Tribunal Constitucional y un Gobierno pudieron hacer tanto daño al sentido de humanidad que late especialmente en las madres.

En el Parque del Oeste, en Madrid, cerca de la Complutense se erige un gran monumento al prócer mexicano Manuel Hidalgo por declarar abolida la esclavitud, que desgraciadamente había sido aceptada antes por muchos. Habrá monumentos para recordar esta batalla por defender la vida y la dignidad de las mujeres. 

 

Jesús Ortiz López

 

10 años con Francisco



A cierta edad los años pasan volando y más cuando se tienen ocupaciones importantes y ¿hay alguna mayor que ser el Vicario de Jesucristo en su Iglesia? Y a la vez es cierto que los diez años del Pontificado del papa Francisco están bien llenos de labor pastoral universal: homilías, discursos, audiencias, encíclicas, viajes, y el gobierno difícil en la institución más grande en la tierra. Por eso y más los católicos le agradecemos estos años de desgaste y pedimos que sea feliz en la tierra.

 

Dos fotografías

Entre tantas fotografías del papa Francisco me parecen significativas dos publicadas recientemente.  En la primera aparece el hombre de blanco que sube las gradas hacia Basílica de san Pedro. Es el atardecer de un día lluvioso en que el Papa ha oficiado una ceremonia pidiendo la misericordia de Dios para que cese la pandemia que azota al mundo. Y lo hace ante un Crucificado hermoso, el mismo al que acudieron hace siglos sus predecesores frente a la peste que diezmaba a la humanidad. Destacan en esta fotografía las luces acogedoras que señalan el camino. En la segunda foto vemos que el Papa Francisco hace broma con una niña y le coloca el solideo blanco en la cabeza, demasiado grande para ella. Puede simbolizar el peso del Pontificado que gravita sobre el Santo Padre, y esa niña aguanta porque seguro que ayudará al Papa Francisco a sobrellevarlo con su cariño apoyando de la fe, la esperanza y la caridad prestadas por el Señor a su Vicario en la tierra. 

El lema de papa Francisco sobre su servicio cuando fue ordenado Obispo y luego lo mantiene al ser elegido Papa es «Miserando atque eligendo»: lo miró con misericordia y lo eligió, que alude a la vocación de Leví el publicano, tomado de una homilía de san Beda. Lo explica papa Francisco: «La síntesis mejor, la que me sale más desde dentro y siento más verdadera es esta “Soy un pecador en quien el Señor ha puesto sus ojos” (…) es algo que, en mi caso, he sentido siempre como verdadero». El acento sobre la misericordia divina indica que la vocación da fuerza para cumplir la misión, y seguramente ha influido en la vida e itinerario espiritual del papa Francisco.

En sus homilías, escritos, discursos y encíclicas presenta a la Iglesia como madre que comprende y acoge, y él mismo se prodiga en gestos de ternura con enfermos y pobres. No se detiene en los graves problemas de la Iglesia cuando marca el paso para salir en busca de los hombres necesitados, de los creyentes desconcertados y de los católicos conformistas. Muchas veces hemos visto sus gestos que valen más que mil palabras.

Sigue encarnando las palabras de oro de Benedicto XVI «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva», precisamente cuando se predecesor emplea esas palabras al comenzar su encíclica sobre el Amor de Dios, Deus caritas est.

Primerear

Antes de que los hombres busquen a Dios es Él quien sale al paso de cada hombre y mujer como si no pudiera existir sin nosotros, y papa Francisco llama la atención con la palabra primerea, es el primero en amar. Por ejemplo, un sacerdote abría su alma al referir una experiencia íntima cuando celebraba la Misa en sufragio por su hermana a la que había cuidado en sus últimos días, y le decía a Jesús en la Consagración desde el corazón: «Hay que ver Señor cómo eres, solo tú sabes lo mucho que la quería», y recibió en su alma, sin palabras «ni te imaginas las ganas que tenía de estar con ella». Así se entiende mejor eso de primerear.

Señalando el relativismo e indiferencia actuales el Papa impulsa de continuo a los discípulos que han encontrado a Jesucristo a ser testigos fiables: «Lo que necesitamos especialmente en estos tiempos, son testigos creíbles que con la vida y también con las palabras hagan visible el Evangelio, despierten la atracción por Jesucristo, por la belleza de Dios».

También repite de modo incansable que quiere una Iglesia en salida con creatividad y audacia, no autorreferencial: «Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos desprendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de los sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos».

Esta Iglesia apostólica moviliza a todos los bautizados a dar razón de la esperanza cristiana a un mundo desnortado, tarea que se realiza en el quehacer diario de cada uno en las ocupaciones ordinarias, los trabajos como servicio, la familia como esperanza de la sociedad, la amistad como valor humano y gancho divino para arrimar a los hombres a Jesucristo. Los católicos no vamos pidiendo perdón por creer en Jesucristo y en los hombres porque aportamos luz y esperanza siendo buenos cristianos y los mejores ciudadanos, como han sido desde el principio, impulsados por el Espíritu de Jesucristo el Señor de la historia.

Jesús Ortiz López

 

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