martes, 18 de diciembre de 2012

Avancemos con la nueva Ley de Educación



El ministro Wert está en el ojo del huracán de quienes pretenden frenar la futura ley de educación, que intenta salir del pozo en que ha caído España en cuanto a calidad de la enseñanza y fracaso escolar.

Adoctrinamiento de socialistas y nacionalistas

Es sabido que el Gobierno popular ha aprobado el anteproyecto de la ley de calidad de la enseñanza (LOMCE) que llegará el Congreso en enero de 2013. Casi no quedan letras nuevas disponibles para designar el acrónimo, dado que hemos padecido ya siete leyes en poco más de treinta años: LGE, LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE y LOE.

Durante los largos años de gobiernos socialistas España ha llegado a la cola en el panorama educativo internacional debido a la fuerte carga ideológica introducida por los postulados de la autodenominada “izquierda social”. No faltan ahora quienes acusan al Ministro de Educación de hacer lo mismo, aunque una primera mirada a los objetivos puede deshacer la acusación. Con datos: España se sitúa en el puesto 28 (puntúa -0,08) y 14 por la cola. Ocupa el puesto 34 en matemáticas, 36 en ciencias, y 33 en lectura.

Los nacionalistas catalanes se suman ahora al socialismo ideológico endureciendo su acoso al ministro José Ignacio Wert con lindezas como hacer “terrorismo social”, y tildándole de talibán y franquista. Vale quizá aquel “piensa el ladrón que todos son de su condición”.  Les parece que la futura ley discrimina el catalán y ataca la inmersión . Habría que recordar a esos nacionalistas que cumple la constitución y la jurisprudencia, y demás la coordinación de lenguas oficiales es un punto pequeño en el conjunto de la nueva ley, sólo vital para quienes se han acostumbrado a mirarse el ombligo. “En el mundo hay mucha más realidad de lo que sueña su pequeña fantasía” le decía Hamlet a su amigo Horacio.

Hasta ahora se han retocado algunos puntos del anteproyectos, entre otros los referentes a la autonomía de los centros para impulsar asignaturas como Latín, Química o Música, y también sobre las evaluaciones al final de la ESO. Avanza algo para cumplir los acuerdos y la jurisprudencia sobre la clase de religión equiparable a las demás disciplinas fundamentales, al menos en la ESO aunque no en Bachillerato. Será clase de Religión o de Valores Culturales y Sociales, según la elección de los padres, desapareciendo la alternativa de recreo o estudio. Elemental derecho de los alumnos y de los padres a no verse injustamente discriminados por elegir clase de Religión.

¿Educación integral?

Sin embargo, se observa que el anteproyecto tiene una concepción economicista de la educación, para crear puestos de trabajo al vincular de entrada la educación con la competitividad y el nivel de prosperidad del país. ¿Pero hay algo más importante que el desarrollo de las personas en sus virtudes, valores, y conocimientos? Tendremos que superar el minimalismo de que los árboles no nos dejen ver el bosque.

En efecto, este anteproyecto no sintoniza mucho con el artículo 27 de la Constitución, cuanto establece que: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. La Carta Magna tiene una visión más amplia de la persona que la del pragmatismo economicista. Apañados estamos si con la nueva ley formamos sólo buenos trabajadores para levantar el país ¿Y quién les levanta a ellos como personas, con virtudes y valores, en el contexto de una antropología trascendente? Porque a la vista están los resultados de las ideologías reductivas del hombre en Europa y en el mundo entero. Tal como está el anteproyecto no tiene una concepción integral de la educación ni de la persona, sino que acepta la Religión y la Ética como equilibrio para no ir contra la Constitución , material o formalmente como hacían las leyes socialistas.

Aquí le duele más al laicismo bien conocido que siempre ha rechazado la concepción integral de la persona, la religión como concepción de la vida de la mayoría de las familias españolas, y la ética de los valores morales que caracterizan el comportamiento humano. Al desaparecer la Educación para la Ciudadanía, ampliamente rechazada por la sociedad, por los padres y por los alumnos,  los socialistas y los nacionalistas que desean troquelar la conciencia de los alumnos a su gusto ponen el grito en el cielo. Es un decir, claro.    

Calidad sin uniformizar

Como decimos, la futura ley pretende, en primer lugar, frenar la sangría de abandono escolar temprano y, en segundo lugar, aumentar la proporción de alumnos excelentes. En palabras más sencillas, la LOMCE apuesta por la calidad entendida en sentido cualitativo, pues ninguna persona sensata creerá que el nivel educativo depende básicamente del número de ordenadores más o menos estropeados que haya en un aula.
Apostar por la calidad educativa debe ser algo más que palabras, pues vimos que el socialismo anterior luchaba contra la calidad y la excelencia, que identificaba con elitismo, algo propio de una ideología rasante, que piensa en igualar cortando cuantos sobresalgan por arriba. Y se podría aplicar aquello de “mal de muchos consuelo de tontos”.

Los sucesivos informes OCDE y PRISA muestran nuestro descenso unitario en la escala de los países cercanos, doce puntos por debajo de la media de la OCDE, y con el 35% de alumnos que se quedan atrapados en la ESO, si es que llegan a obtener ese título, y sitúa a España en el puesto 31 de 36 países analizados. Son datos del informe anual de Education at a Glance, de la OCDE. Gracias pues a la ideología socializante reductiva que hemos padecido en tiempos de bonanza económica.

No discriminar a la escuela concertada

El Ministerio de Educación apuesta por la libertad educativa: de los padres para elegir colegio de acuerdo con sus principios y valores, tal como establece la Constitución; la de los agentes educativos para crear centros y dirigirlos sin someterse a imposiciones del gobierno autonómico de turno; y también reconoce esta futura ley la enseñanza diferenciada como un modo más de educar, que no discrimina a nadie.

Sin embargo, muchos expertos, asociaciones familiares y patronales de centros observan que avanza poco en la liberad de elección del centro educativo, en la mejora de la concertada -que algunos llama “acosada”-, ni en reconocimiento del profesorado, en particular del de religión. Es decir, parece que las buenas ideas se estrellan con la realidad práctica de la economía en tiempos de crisis. Pero la Constitución es bien clara,  con palabras que sabemos de memoria pero no las vivimos: “La Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Art. 27, 5). Y también: “Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca” (Art. 27,9).

Dialogar y trabajar

Confío que la formación liberal del ministro Wert, así como su experiencia profesional al margen de la política, le hayan vacunado contra la enfermedad ideológica que persigue la libertad de los padres y la educación diferenciada, mientras ha dejado la impronta de su Educación para la Ciudadanía, como modo de inyectar en la mente de los alumnos los postulados de la ideología de género, del revisionismo histórico, y de la transformación de los valores humanos.
Soñamos ingenuamente que llegue un día en que llevar a los hijos a un colegio concertado no cueste sustancialmente más que a uno de la red nacional. Y en cambio no soñamos con que los enemigos de la concertada y de la libertad entiendan alguna vez que los padres de la primera pagan dos veces la educación de sus hijos, sosteniendo la pública y la de iniciativa social de verdad. Lo dejaremos entonces para la otra vida.

Es deseable que la futura ley logre un amplio consenso social que garantice su permanencia durante muchos años, porque es un asunto de Estado y no de partidos. Todo sea para avanzar hacia delante en vez de hacerlo hacia atrás como viene siendo costumbre.

Jesús Ortiz López . Doctor en Ciencias de la Educación.

http://www.analisisdigital.org/2012/12/18/ley-de-educacion-para-avanzar/

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