El ministro
Wert está en el ojo del huracán de quienes pretenden frenar la futura ley de
educación, que intenta salir del pozo en que ha caído España en cuanto a
calidad de la enseñanza y fracaso escolar.
Adoctrinamiento
de socialistas y nacionalistas
Es
sabido que el Gobierno popular ha aprobado el anteproyecto de la ley de calidad
de la enseñanza (LOMCE) que llegará el Congreso en enero de 2013. Casi no
quedan letras nuevas disponibles para designar el acrónimo, dado que hemos
padecido ya siete leyes en poco más de treinta años: LGE, LOECE, LODE, LOGSE,
LOPEG, LOCE y LOE.
Durante
los largos años de gobiernos socialistas España ha llegado a la cola en el
panorama educativo internacional debido a la fuerte carga ideológica
introducida por los postulados de la autodenominada “izquierda social”. No
faltan ahora quienes acusan al Ministro de Educación de hacer lo mismo, aunque
una primera mirada a los objetivos puede deshacer la acusación. Con datos:
España se sitúa en el puesto 28 (puntúa -0,08) y 14 por la cola. Ocupa el
puesto 34 en matemáticas, 36 en ciencias, y 33 en lectura.
Los
nacionalistas catalanes se suman ahora al socialismo ideológico endureciendo su
acoso al ministro José Ignacio Wert con lindezas como hacer “terrorismo social”,
y tildándole de talibán y franquista. Vale quizá aquel “piensa el ladrón que
todos son de su condición”. Les parece
que la futura ley discrimina el catalán y ataca la inmersión . Habría que
recordar a esos nacionalistas que cumple la constitución y la jurisprudencia, y
demás la coordinación de lenguas oficiales es un punto pequeño en el conjunto
de la nueva ley, sólo vital para quienes se han acostumbrado a mirarse el
ombligo. “En el mundo hay mucha más realidad de lo que sueña su pequeña
fantasía” le decía Hamlet a su amigo Horacio.
Hasta
ahora se han retocado algunos puntos del anteproyectos, entre otros los
referentes a la autonomía de los centros para impulsar asignaturas como Latín,
Química o Música, y también sobre las evaluaciones al final de la ESO. Avanza
algo para cumplir los acuerdos y la jurisprudencia sobre la clase de religión
equiparable a las demás disciplinas fundamentales, al menos en la ESO aunque no
en Bachillerato. Será clase de Religión o de Valores Culturales y Sociales,
según la elección de los padres, desapareciendo la alternativa de recreo o
estudio. Elemental derecho de los alumnos y de los padres a no verse
injustamente discriminados por elegir clase de Religión.
¿Educación
integral?
Sin
embargo, se observa que el anteproyecto tiene una concepción economicista de la
educación, para crear puestos de trabajo al vincular de entrada la educación
con la competitividad y el nivel de prosperidad del país. ¿Pero hay algo más
importante que el desarrollo de las personas en sus virtudes, valores, y
conocimientos? Tendremos que superar el minimalismo de que los árboles no nos
dejen ver el bosque.
En
efecto, este anteproyecto no sintoniza mucho con el artículo 27 de la
Constitución, cuanto establece que: “La educación tendrá por objeto el pleno
desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios
democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. La
Carta Magna tiene una visión más amplia de la persona que la del pragmatismo
economicista. Apañados estamos si con la nueva ley formamos sólo buenos
trabajadores para levantar el país ¿Y quién les levanta a ellos como personas,
con virtudes y valores, en el contexto de una antropología trascendente? Porque
a la vista están los resultados de las ideologías reductivas del hombre en Europa
y en el mundo entero. Tal como está el anteproyecto no tiene una concepción
integral de la educación ni de la persona, sino que acepta la Religión y la
Ética como equilibrio para no ir contra la Constitución , material o
formalmente como hacían las leyes socialistas.
Aquí
le duele más al laicismo bien conocido que siempre ha rechazado la concepción
integral de la persona, la religión como concepción de la vida de la mayoría de
las familias españolas, y la ética de los valores morales que caracterizan el
comportamiento humano. Al desaparecer la Educación para la Ciudadanía,
ampliamente rechazada por la sociedad, por los padres y por los alumnos, los socialistas y los nacionalistas que
desean troquelar la conciencia de los alumnos a su gusto ponen el grito en el
cielo. Es un decir, claro.
Calidad sin
uniformizar
Como
decimos, la futura ley pretende, en primer lugar, frenar la sangría de abandono
escolar temprano y, en segundo lugar, aumentar la proporción de alumnos
excelentes. En palabras más sencillas, la LOMCE apuesta por la calidad
entendida en sentido cualitativo, pues ninguna persona sensata creerá que el
nivel educativo depende básicamente del número de ordenadores más o menos
estropeados que haya en un aula.
Apostar
por la calidad educativa debe ser algo más que palabras, pues vimos que el
socialismo anterior luchaba contra la calidad y la excelencia, que identificaba
con elitismo, algo propio de una ideología rasante, que piensa en igualar
cortando cuantos sobresalgan por arriba. Y se podría aplicar aquello de “mal de
muchos consuelo de tontos”.
Los
sucesivos informes OCDE y PRISA muestran nuestro descenso unitario en la escala
de los países cercanos, doce puntos por debajo de la media de la OCDE, y con el
35% de alumnos que se quedan atrapados en la ESO, si es que llegan a obtener
ese título, y sitúa a España en el puesto 31 de 36 países analizados. Son datos
del informe anual de Education at a
Glance, de la OCDE. Gracias pues a la ideología socializante reductiva que
hemos padecido en tiempos de bonanza económica.
No
discriminar a la escuela concertada
El
Ministerio de Educación apuesta por la libertad educativa: de los padres para
elegir colegio de acuerdo con sus principios y valores, tal como establece la
Constitución; la de los agentes educativos para crear centros y dirigirlos sin
someterse a imposiciones del gobierno autonómico de turno; y también reconoce
esta futura ley la enseñanza diferenciada como un modo más de educar, que no
discrimina a nadie.
Sin
embargo, muchos expertos, asociaciones familiares y patronales de centros
observan que avanza poco en la liberad de elección del centro educativo, en la
mejora de la concertada -que algunos llama “acosada”-, ni en reconocimiento del
profesorado, en particular del de religión. Es decir, parece que las buenas
ideas se estrellan con la realidad práctica de la economía en tiempos de
crisis. Pero la Constitución es bien clara,
con palabras que sabemos de memoria pero no las vivimos: “La Los poderes
públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos
reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones” (Art. 27, 5). Y también: “Los poderes públicos ayudarán a los
centros docentes que reúnan los requisitos que la ley establezca” (Art. 27,9).
Dialogar y
trabajar
Confío
que la formación liberal del ministro Wert, así como su experiencia profesional
al margen de la política, le hayan vacunado contra la enfermedad ideológica que
persigue la libertad de los padres y la educación diferenciada, mientras ha
dejado la impronta de su Educación para la Ciudadanía, como modo de inyectar en
la mente de los alumnos los postulados de la ideología de género, del
revisionismo histórico, y de la transformación de los valores humanos.
Soñamos
ingenuamente que llegue un día en que llevar a los hijos a un colegio
concertado no cueste sustancialmente más que a uno de la red nacional. Y en
cambio no soñamos con que los enemigos de la concertada y de la libertad
entiendan alguna vez que los padres de la primera pagan dos veces la educación
de sus hijos, sosteniendo la pública y la de iniciativa social de verdad. Lo
dejaremos entonces para la otra vida.
Es
deseable que la futura ley logre un amplio consenso social que garantice su
permanencia durante muchos años, porque es un asunto de Estado y no de
partidos. Todo sea para avanzar hacia delante en vez de hacerlo hacia atrás
como viene siendo costumbre.
Jesús Ortiz
López . Doctor en Ciencias de la Educación.
http://www.analisisdigital.org/2012/12/18/ley-de-educacion-para-avanzar/
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