martes, 17 de mayo de 2011

A LA HORA DE VOTAR


Un reciente estudio hecho con 400 jóvenes que van a votar ya por cumplir los 18 años, muestra la incultura política que padecen. Han sido elegidos entre los mejores de los institutos, pero es evidente que carecen de los conocimientos mínimos necesarios como ciudadanos. Desconocen aspectos fundamentales de la vida social en España pues quedan lejos del 50 por ciento de aciertos en casi todas las preguntas. Por ejemplo, no saben cuándo se aprobó la Constitución actual, ni en qué año se produjo el golpe de Estado del 23-F, ni cuál es la forma política del Estado español, ni cuántas urnas hay en cada mesa electoral.

Experiencia sobre la actual ley de educación

¿Para qué sirve entonces la muy polémica asignatura de Educación para la ciudadanía? Les adiestra en talleres de sexo pero no les enseña a ser ciudadanos conscientes, con un conocimiento básico de las reglas de la democracia, de la historia reciente, y de nuestra geografía. Por ejemplo: los aspectos fundamentales de nuestra Constitución del 6 de diciembre de 1978 aprobada en el Gobierno de Adolfo Suárez; un poco de historia contemporánea no manipulada por una Ley de memoria histórica, según la cual sólo asesinaron las fuerzas franquistas pero no existen las fosas de Paracuellos; que el intento de golpe de Estado fue el 23-F de 1981; que la forma política del Estado español es una monarquía parlamentaria; que el presidente del Gobierno lo nombra el Congreso a propuesta del Rey; que el Congreso se compone de 350 diputados; que las comunidades autónomas tiene transferidas las competencias en materia de Sanidad y Educación.

¿Sería sería mayor el porcentaje de adultos si respondiera a esas preguntas planteadas a los jóvenes en la encuesta? No lo parece, y esta grave incultura política y social explica que los ciudadanos españoles tienen el gobierno que se merecen. Es para temblar y ponerse a trabajar desde los cimientos mismos de la escuela primaria. Y esto requiere cambiar definitivamente la actual Ley de educación socialista, la LOE que repite y empeora una LOGSE fuertemente ideologizada, que nos llevan a los últimos puestos en la relación de países desarrollados y a los primeros de fracaso escolar en la Comunidad Europea. Urge llegar a un pacto de Estado entre los principales partidos, contando con la mayoría social y comprometiéndose a no cambiarla durante muchos años. Porque ya está bien de cambios por razón ideológica y sectarismo que se han fundido varias leyes en los últimos veinte años. Aunque no sean elecciones legislativas nos jugamos mucho en cada consulta.

Principios básicos para votar con responsabilidad

Ante las próximas elecciones autonómicas y municipales, los Obispos de las diversas diócesis han publicado orientaciones morales que ayuden al voto responsable. Los siete de la Provincia Eclesiástica de Madrid recuerdan en su Nota algunos principios básicos  que deben ser tenidos  en cuenta a la hora de emitir un voto responsable y solidario. Se refieren a cinco aspectos concretos:

1. El derecho a la vida, pues ninguna realidad social o personal puede justificar la eliminación de un ser humano inocente por el aborto -incluida la llamada píldora del día siguiente- o la eutanasia.

2. Al derecho a la libertad religiosa que comporta la exigencia del respeto a los lugares de culto y a los signos religiosos, así como la tutela de la expresión pública de las convicciones religiosas, especialmente las de la fe católica, configuradora de nuestro patrimonio cultural y moral.

3. Respecto a las familias, las leyes y disposiciones administrativas deben reconocer, proteger y promover la institución del matrimonio. La protección de la familia exige también que se facilite el acceso a una vivienda digna y a un trabajo acorde con las exigencias familiares.

4. El derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas, morales y pedagógicas. Lo cual comporta que se haga efectivamente posible la creación y dirección de centros educativos, y la libre elección de los mismos. Comporta también que las escuelas estatales se abstengan de imponer una determinada educación religiosa o moral.

5. Ante la grave crisis económica y laboral, se ha de facilitar el ejercicio de un trabajo justamente remunerado, y mecanismos de atención especial para las personas más  afectadas por la crisis, como son los inmigrantes, enfermos, y ancianos.

Aunque esta nota no lo menciona, sabemos que los programas electorales de los diversos partidos nada dirán en contra de estos principios básicos, pero no todos esos programas son igualmente respetuosos con las libertades, ni contribuyen a la regeneración de la sociedad. Por eso no podemos quedarnos en la letra de tales programas ni en las proclamas de los mítines buscando el voto.

A la hora de votar conviene conocer mejor la ideología que los sustenta, la limpieza en la gestión de los cargos ejercidos por cada partido, y la integridad pública de los candidatos.   No es tan difícil. Del dicho al hecho hay un gran trecho. Y la realidad es que no todos los políticos son iguales.


Jesús Ortiz López
Doctor en Derecho Canónico


2 comentarios:

  1. Es muy raro que esos "indignados" reclamen contra "el sistema" en vísperas de unas elecciones que dan amplia mayoría al Partido Popular. Hay riesgo grave de manipulación de los votantes y de intoxicación de la jornada de reflexión.

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  2. Los alcaldes, por poner un ejemplo, no sólo deciden sobre los jardines, sino también sobre los terrenos para un colegio, si conciertan o no. Las autonomías deciden cómo será la Educación para la ciudadanía, etc. La ideología está siempre presente, y conviene que no recorte libertades ni vaya contra las raíces cristianas.

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