lunes, 2 de mayo de 2011

Roland Joffé vence a los Dragones



He leído algunas entrevistas al director de "Encontrarás Dragones", el agnóstico Roland Joffé, publicadas en varios medios. Mi valoración de ese director se apoya en su honestidad y su humanidad. No estamos acostumbrados a encontrar esas cualidades en dosis tan altas en el mundo del espectáculo, pues los prejuicios están detrás de la fobias y filias hacia personajes e instituciones. Y no digamos cuando se tratan temas de moral y religión, católica por más señas.

Superar las ideologías
Joffé muestra tiene categoría humana al presentar al sacerdote san Josemaría, fundador del Opus Dei, y también al enfrentar la Guerra Civil. Dice que se hacía una pregunta: ¿puedo ofender con lo que estoy haciendo? Increíble pero cierto, pues no busca el éxito al precio de la mentira o la calumnia. Honesto, pues, Joffé y también humano: huye de las ideologías al tratar esa Guerra, porque se esfuerza por ver a las personas, con sus dudas y temores, mezquindades y heroicidades. El director ha pensado durante años estas cuestiones que están presentes en sus películas, desde "La Misión" hasta "Encontrarás Dragones".

Veo este film como un tratado de  antropología para llegar al gran público, que no estudia teorías académicas pero sí tiene múltiples sentimientos encontrados a la hora de actuar con una conciencia recta: lo que hacen los demás, lo políticamente correcto, lo que pide el instinto, esto frente a la responsabilidad personal, la búsqueda sincera de la verdad, o el dominio propio cuando se ejercitan las virtudes. La primera condición para obrar bien es superar los prejuicios y sentirse interpelado.

Cine de autor
Cuando eso ocurre, el cine cumple su principal misión de conocer al ser humano y golpear su corazón, pues enlaza entonces con las grandes obras de la literatura y del arte universal. Gracias a su fuerza expresiva y dramática lograr impactar al gran público invitando a conocer mejor su corazón, a conmoverse con las acciones representadas para bien o para mal, y en definitiva a ser más humanos. Así ocurre en la Odisea, la Anábasis, el Macbeth de Shakespeare, el Quijote, Ana Karenina de Tolstoi; en música la Novena de Beethoven o la Aída de Verdi; en pintura, el Regreso del hijo pródigo de Rembrand o el Grito de Mund; y en el cine El séptimo sello de Bergman o el Padrino de Coppola.

En esta línea trabaja el cineasta Joffé: no pretende hacer películas que conviertan a las personas en máquinas de matar, en objetos sexuales o tipos de comedias intrascendentes. Este director dice que esta película habla al corazón de cada espectador, que puede decidir permanecer como siempre o abrirse a una transformación personal. Declaraba que medirá el éxito si algunos espectadores de su película pudieran experimentar la propia fragilidad y, a pesar de ello, actuar con coraje y honestidad, para liberarse de la tentación de la autosuficiencia tan propia de nuestro tiempo, según ha declarado

Por eso esta película "Encontrarás dragones" me parece un tratado de ética para la mayoría social. Y apunta en una dirección valiosa: sólo cambiarán el mundo los que superen los prejuicios ideológicos y se dejen transformar por el amor.

Jesús Ortiz

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