La última revelación
Dos libros recientes parecen converger sobre este asunto.
Una novela de Joseph Thornborn, titulada “La
última revelación”, y un
libro de investigación a cargo de dos vaticanistas prestigiosos, Paolo Rodari y
Andrea Tornielli, que titulan “En defensa del Papa”.
La novela es una ficción al estilo tan actual de ambientación
religiosa y trama de aventuras con escenarios internacionales y asesinatos por
medio. Se realiza una expedición arqueológica a Jordania que encuentra unos
papiros de gran importancia para comprobar los comienzos de la Iglesia, pero que
algunos desde la sombra quieren utilizar en contra de ella. Tras una serie de
incidentes y de muertes misteriosas los documentos desaparecen. La papiróloga
Kate Duncan consigue rescatar algún fragmento , mientras que en el otro extremo
del mundo, su marido, John Costa, un periodista que colabora con el Vaticano
intenta descubrir los hilos de una trama contra la Iglesia por lo casos de
pederastia.
En defensa del Papa
El otro libro analiza la repercusión mediática de algunas
intervenciones pontificas, como la polémica suscitada por las alusiones a
Mahoma en el discurso de Ratisbona, el revuelo por las palabras informales del
Papa sobre el preservativo en su primer viaje a África, o la confusión por
levantar la excomunión a los obispos lefebvrianos, uno de los cuales,
Williamson, ha negado el holocausto de los judíos. Los autores intentan
explicar con documentos e intervenciones de los protagonistas por qué la
Iglesia tiene "mala prensa". ¿Se puede afirmar que existe una
estrategia orquestada detrás de los ataques, por ejemplo, a propósito de la
pederastia? ¿O más bien es consecuencia de una ausencia de dirección y de
estrategia comunicativa del Vaticano?
Consideran estos autores que los ataques a Benedicto XVI y
la Iglesia vienen en primer lugar de fuerzas externas a ella; poderosos lobbys que quieren minar sus cimientos, frenar su crecimiento y
acallar su voz. No hace falta hablar de complot
para comprobar que hay tramas en esa dirección y emplean estrategias muy
pensadas para destruir a la Iglesia. Pero además los autores apuntan a diversas
limitaciones de comunicación de los organismos de la Santa Sede, una maquinaria
poco ágil hoy día y con escasos recursos profesionales, para asimilar y
procesar las algunas noticias programadas para descolocar a la Iglesia y aumentar
el número de los descreídos.
Entre unos y otros logran anestesiar los mensajes de
Benedicto XVI y sus granades esfuerzos en temas capitales como la vida y la
familia, indispensables para el hombre y necesarias para la sociedad; la
invitación constante a la caridad y la fraternidad; la lucha positiva contra la
pobreza y la defensa de los débiles frente a los intereses de los poderosos; la
atención sacrificada a los enfermos de sida y la multitud de dispensarios para
mejorar la salud del tercer mundo; el rechazo de las guerras y de la violencia;
y el empeño por salvar la razón del relativismo desmoralizante, y a la ciencia
de la autodestrucción. Y sobre todo el primer mensaje de la Buena nueva de
Jesucristo como Redentor del hombre y la esperanza sólida en que el mundo ya ha
sido salvado.
Sí, desde perspectivas y niveles intelectuales distintos
estos libros muestran que ficción y realidad están más cerca de lo que
pensamos, y de que las cosas no ocurren por casualidad. Si es importante estar
bien informados, más lo es saber las claves y estrategias de la opinión pública
que resulta menos espontánea de lo que parece. Hoy día no basta con tener
buenas ideas y realizar buenas obras sino que se precisa una alta cualificación
profesional a favor de la comunicación institucional de la Iglesia.
Jesús Ortiz López. Doctor en Derecho Canónico
http://www.analisisdigital.org/2011/12/15/estrategia-informativa-de-la-iglesia/
http://www.analisisdigital.org/2011/12/15/estrategia-informativa-de-la-iglesia/
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