Antonio Fontán es un personaje contemporáneo conocido aunque no
“bien conocido”, especialmente por los más jóvenes, sobre todo en las profundas
motivaciones de sus empresas periodísticas y políticas. Los profesionales de la
prensa le han designado como “Héroe de la libertad”, junto a otros grandes
periodistas que han sufrido por defender la prensa libre. Su periódico, el
diario “Madrid”, fue cerrado por el ministro Fraga Iribarne y dinamitado
después; todo un símbolo de la falta de libertad durante el franquismo, que dio
la vuelta al mundo.
Antonio Fontán
ha sido protagonista de la Transición democrática, contribuyendo decisivamente a
la sucesión del Rey, y a la configuración de ls instituciones del Estado. Ha sido
Presidente del Senado y Ministro, además de fundador del Partido Liberal, en el
que se han formado personajes cualificados durante estos años de la actual
democracia. Más que un político, Fontán ha sido un humanista y maestro de
humanistas.
El autor de
esta breve biografía es discípulo muy unido a su maestro y presenta la esa vida
tan intensa siguiendo un sencillo esquema arbóreo, pues trata de las raíces (la
familia y los estudios, la guerra civil); el tallo o tronco (llegada a Madrid, monarquismo,
catedrático), las ramas (su tarea científica en Granada y la dedicación inicial
al periodismo); las hojas (traslado a Pamplona para comenzar el primer
Instituto de Periodismo en España a instancia del Fundador del Opus Dei); los
frutos (actividad periodística y política) buscando con su buen hacer la conciliación
nacional y la integración en Europa.
Los frutos
de la ingente labor de Fontán tienen su explicación primera en los talentos
naturales bien cultivados (no sólo intelectuales sino su gran categoría humana,
y su corazón para querer y servir, sin ambiciones personales, y siempre su buen
humor sevillano). Pero la explicación
definitiva de su vida ha sido la savia de su fe y su vocación al Opus Dei,
desde comienzo de los años cuarenta. Su fidelidad a San Josemaría Escrivá se
expresa en tantas cartas, algunas reproducidas aquí, que le escribe contando la
marcha de los encargos de responsabilidad asumidos, sus iniciativas personales
y su apostolado, con la sencillez de un hombre que lo tenía todo puesto al
servicio de Dios, y de su vocación en servicio de la Iglesia como aprendió
desde el principio. La multitud
de sus amigos y discípulos ha encontrado en este “Héroe de la libertad” un
ejemplo de cómo se santifica el trabajo y se sirve a la entera sociedad.
El autor de
esta biografía histórica comienza citando a Séneca: “Non potest gratis
constare libertas”, es decir, es imposible que la libertad se mantenga gratis.
Porque hay que sufrir para defenderla y acrecentarla para todos, sin utopías
inhumanas, con la hombría de bien y la
verdad de la fe.
Una obra que
recomiendo a quienes hemos vivido el período de Transición para construir un
Estado democrático, gracias al empeño de personajes como Fontán, y recomendable
aún más a los jóvenes universitarios que no se conforman con poco, y quieren
conocer el difícil camino de la democracia en la reciente historia de España.
Jesús Ortiz López
Hermosas palabras sobre el libro de Antonio Fontán. He tenido la suerte de leer, este verano, en Villasarracino (Palencia), mi pueblo, esta maravillosa biografía. Me ha encantado. Por el personaje y por el autor del libro. Enhorabuena a ambos y también a ti por este preciso comentario. Un abrazo
ResponderEliminarJMC