jueves, 10 de noviembre de 2022

Custodiar la vida

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha anulado la orden de la directora de la Ertzaintza de desplazar la vigilia de oración 80 metros más allá de una clínica de abortos en Vitoria. Según el órgano judicial la administración actuó incorrectamente al exigir la modificación del lugar de reunión, porque el cuerpo policial no tiene derecho a decidir dónde pueden ejercer sus derechos de reunión, culto, expresión y libertad religiosa los orantes de 40 Días por la Vida en Vitoria.

El propio Ministerio Fiscal solicitó la estimación del recurso (contra la decisión de la Ertzaintza) poniendo de relieve que la reciente reforma del Código Penal que castiga el «acoso» a mujeres que acuden a abortar ya estaba en vigor cuando se difundió el inicio de la campaña de oración, y que, por tanto, la administración ya sabía que dicha campaña no era constitutiva de delito.

Estos días se convocan muchas movilizaciones para defender la vida humana, el bien más básico para la existencia de la persona desde la cuna a la tumba, como suele decirse. Un don de Dios y de los padres conjuntamente. La cultura de la vida es lo más natural que debe ser acogida, protegida, y desarrollada con más atención que otros tipos como la animal y la vegetal. ¿Hace falta insistir en algo tan elemental? Pues parece que sí, cuando hace décadas que la ideología de la muerte se extiende, de manera acrítica en algunos sectores, porque el debate se plantea sobre emociones en vez de sobre razones. Queda en la penumbra la luz de la razón, la realidad de nuestra naturaleza, y el mismo sentido común.

La reforma de la ley del Aborto avanza para facilitarlo de manera inmediata aun para las muy jóvenes significa una caída mortal del nivel humano de la sociedad, que lleva el peso de cien mil vidas segadas cada año. Y por ello un descenso moral que desestructura la conciencia pues deja de distinguir entonces entre el bien y el mal, entre dar la vida y administrar la muerte. ¿Cómo podrán vivir tranquilos ahora y en el futuro quienes son responsables de la muerte de inocentes?

Se trata de una irresponsabilidad compartida pues a una parte limitada de la sociedad le parece progresista y conquista de nuevos derechos. La ignorancia en estos temas capitales no excusa de la responsabilidad grave a los ojos de Dios. Es importante que los ciudadanos recordemos que lo legal no significa moral, porque llevamos décadas admitiendo consciente e inconscientemente que todo lo legal es moral, algo realmente falso, como se muestra en estas leyes inmorales e inhumanas que se han establecido.

Pues bien, cuando una sociedad va aceptando el aborto y la eutanasia, sin reaccionar ha iniciado su declive y puede perder un par de generaciones hasta que surjan líderes con principios, que han nacido y crecido en la resistencia moral y religiosa. De momento ya se ven núcleos fuertes de resistencia moral por personalidades e instituciones a modo de levadura que pueden transformar a la masa anónima en ciudadanos comprometidos con el bien común y con los principios morales universales

En la Audiencia General de febrero el Papa Francisco ha terminado las catequesis sobre la figura de San José, recordando las actitudes que debe custodiar un cristiano, que resume con estas palabras: «Custodiar la vida, custodiar el desarrollo humano, custodiar la mente humana, custodiar el corazón humano, custodiar el trabajo humano. El cristiano es —podemos decir— como san José: debe custodiar. Ser cristiano no es solo recibir la fe, confesar la fe, sino custodiar la vida, la propia vida, la vida de los otros, la vida de la Iglesia».

Toda Jornada a favor de la vida es un freno a la mal llamada cultura de la muerte porque lo que cultivan las ideologías y leyes a favor del aborto y de la eutanasia es favorecer un desierto sin vida y sin sentido que aboca al nihilismo.

Jesús Ortiz López

 

https://religion.elconfidencialdigital.com/opinion/jesus-ortiz-lopez/cultura-de-la-vida/20220329005624043470.html

 

 

 

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