El TC ha rechazado el recurso presentado por el PP hace 13 años: durante ese dilatado tiempo ha dormido el sueño de los justos, y ahora en unos días ese Tribunal lo rechaza sin presentar por ahora las razones. Después, el jueves 16 de febrero el Congreso ha aprobado la reforma de la ley del aborto de Zapatero y Aído, de infeliz memoria nada democrática, estableciéndolo libre hasta las 14 semanas, incluso para niñas de 16 años. Esta vez sus señorías, por mayoría de 185 votos a favor contra 154, aprueba la ampliación de esa ley: un progresismo que dura 13 años. El mismo día aprueba la «ley trans» sin atender a las observaciones de los expertos juristas, pedagogos, psicólogos, psiquiatras.
Deconstruir la sociedad
Este Gobierno acelerado aprueba leyes
para deconstruir la sociedad y especialmente a la familia y a los jóvenes. Es
una vorágine sin atender a la sociedad, a los expertos, ni a la oposición.
Parece que se han vuelto locos. Pero no es así, saben bien lo que hacen, son
responsables de sus actos, es decir actúan con irresponsabilidad porque tienen en
un puño el poder ejecutivo, legislativo y judicial, y de la mayoría de los
medios de comunicación, como El País y la Secta, perdón la Sexta, la SER, y un
largo etcétera.
Quienes tienen la buena costumbre de ir a
Misa entre semana han escuchado las siguientes lecturas del Viernes de la 6ª
semana del Tiempo Ordinario: pura
coincidencia, que invitan a pensar, y tener la esperanza de ganar una larga
batalla.
Una antigua historia
Vamos a ello con la primera de ellas del
libro del Génesis (11,1-9): «Toda la tierra hablaba una misma lengua con las
mismas palabras. Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura
en la tierra de Senaar y se establecieron allí. Se dijeron unos a otros: “Vamos
a preparar ladrillos y a cocerlos al fuego”. Y emplearon ladrillos en vez de
piedras, y alquitrán en vez de argamasa. Después dijeron: “Vamos a construir
una ciudad y una torre que alcance el cielo, para hacernos un nombre, no sea
que nos dispersemos por la superficie de la tierra”. El Señor bajó a ver la
ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres. Y el Señor dijo: “Puesto
que son un solo pueblo con una sola lengua y esto no es más que el comienzo de
su actividad, ahora nada de lo que decidan hacer les resultará imposible.
Bajemos, pues, y confundamos allí su lengua, de modo que ninguno entienda la lengua
del prójimo”. El Señor los dispersó de allí por la superficie de la tierra y
cesaron de construir la ciudad. Por eso se llama Babel, porque allí confundió
el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó el Señor por la
superficie de la tierra».
Una observación: Dios no se complace en
fastidiar a los hombres. El Génesis con su modo sencillo de presentar la
historia de la salvación atribuye a Dios la confusión de lenguas, pero en
realidad son los mismos hombres los que promovieron la confusión y falta de
unidad. Y ahora, con los medios de masas, el poder juega con las palabras para
cambiar las ideas y las conductas inoculando la interrupción voluntaria del
embarazo, el derecho al aborto, la salud sexual y reproductiva, los derechos de
las personas LGTBI
Jesucristo lo dijo con más claridad
hablando de aquel hombre tan listo que empezó a construir su casa sobre arena
mientras otra lo hacía sobre roca; ésta tardaba más pero cuando vinieron mal
dadas, la tormenta con rayos y centellas su casa aguantó, mientras que la del
exitoso se derrumbó con gran estrépito y fue grande su ruina. (Mateo 7, 24-27).
Conclusión: las leyes pergeñadas con tanta prisa acaban mal.
Ganar el mundo pero perder el alma
Vayamos con un salmo, 32,10-11ss: « R/ Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el
pueblo que él se escogió como heredad./ El Señor deshace los planes de las
naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste
por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad. /El Señor mira desde
el cielo, se fija en todos los hombres./ Desde su morada observa a todos los habitantes
de la tierra: él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones».
Y el Evangelio recoge las siguientes
palabras de Jesús (Marcos (8,34–9,1). EN aquel tiempo, llamando a la gente y a
sus discípulos, Jesús les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se
niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida,
la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará.
Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O
qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras
en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se
avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos
ángeles»./Y añadió: «En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no
gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia».
La gente de bien, los que trabajan por la
paz, los que viven las Bienaventuranzas, no tienen éxito de momento pero tienen
que seguir construyendo sobre roca. Van creando y desarrollando las estructuras
de virtud: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, fe,
modestia, continencia, castidad, solidaridad, defensa de la vida, colegios y
universidades para una educación integral, asociaciones profesionales con
liderazgo ético, presencia en las redes sociales (y si puede ser con algo más
de salero).
Y debemos recordar también la parábola de
los talentos para no enterrar en tierra el tesoro de la fe, de los principios
morales, de la ley natural, de las leyes justas. Debemos seguir trabajando en
los parlamentos, la universidad, los colegios, las empresas, la política, los
hospitales, las familias, y las parroquias. Y Dios pondrá el incremento.
Jesús Ortiz López
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